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Adiós, mamá Adiós, mamá

Adiós, mamá

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Raquel Fuertes
Me gustaría que pudieses “mirar por un agujerico”, como a ti te gustaba decir, para que hubieras podido ver cómo ha sido tu despedida. Los que somos de pueblo siempre tenemos miedo a ese morir triste de las ciudades en el que el que muere se va solo.

Pero tú no has estado sola, mamá. Si pudieras mirar por ese agujerico, hubieras visto que te despedimos rodeada de flores, con lo que a ti te gustan, y rodeada de lo que has conseguido en esta vida que se nos ha quedado un poco corta: del cariño de decenas y decenas de personas que lo dejaron todo para venir a decirte “adiós, Flora”. Vinieron todos. El Castellar, Cedrillas, Teruel, Zaragoza, Valencia… Familia, amigos, vecinos…

Y en este momento tan triste nos queda el consuelo de saber que eso es lo que te llevas de estos 73 años, lo que hace a las personas realmente ricas: un rincón en el corazón y en la memoria de los que compartieron momentos de tu vida. Hoy solo nos reconforta comprobar cuánto te quiere tanta gente buena. Y que te has ido, después pasar por pruebas que casi nadie puede superar, como querías: en casa, sin volver a pasar por el hospital y, por supuesto, “sin dar faena”.

Guardamos tantos recuerdos tuyos que siempre vivirás en nuestros corazones. Nadie se va del todo mientras alguien le recuerda.

Te has ido, mamá. Pero siempre vivirás en nosotros en esas palabras que solo existían en tu vocabulario, en ese carácter vital y franco, en esa curiosidad innata de la que ni tú eras consciente y que te hacía mantener viva la ilusión, las ganas de saber más, de ver otras cosas...
Ya no verás París. Pero has dejado en nosotros ese espíritu libre e independiente del que quizás ni tú misma, otra vez, eras consciente. Una luchadora hasta el último minuto. Una mujer única.

Es duro saber que ya no estarás ahí para decirme “hasta mañana, hija”, aunque tardase tres días en llamarte. Te echaremos de menos como se echa de menos a los que más se quiere: en las pequeñas cosas, en el vivir cotidiano.

Y no te preocupes, mamá, vete tranquila, estaremos pendientes del papá. Te queremos. Te echaremos de menos. Descansa en paz. Adiós, mamá.