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Raquel Fuertes

Los tengo. Hace siglos que no veo un minuto del programa de Ana Rosa por puro prejuicio. Y eso que en él trabajan (buenos) excompañeros de curso. Pero con eso del tinte “Sálvame” ni siquiera entra en mi menú matutino… las escasas veces que estoy en casa y ociosa a esas horas. Ayer tenía día libre y en mi Facebook Pedro Sánchez me invitaba a ver una entrevista con Ana, como la llama él. Como los personajes del panorama político actual me agobian (otro prejuicio) he de confesar que tampoco es que le aguantara el rollo mucho rato, pero algo fui capaz de ver. Y me asombró ver que a Sánchez, el de la voz templada y los “insisto” (o sea, “voy a mi bola, déjame hablar”), no le resultaba tan fácil escabullirse de las preguntas de Ana como le es habitual (aún recuerdo a Franganillo preguntado por las pensiones y Sánchez contestando, “manzanas traigo”). Porque ella seguía preguntando cuando él intentaba escaparse.

Fue curioso saber que todos los partidos políticos, menos el PSOE, han tenido la culpa de que no haya Gobierno y que haya que volver a votar. Todos los demás han sido malísimos por no querer apoyar incondicionalmente un gobierno socialista. Pero, tranquilos, no pasa nada: en diciembre ya habrá Gobierno porque entonces sí van a claudicar (digo yo porque la asignatura de negociar le debió quedar pendiente a Sánchez en el doctorado).

Ojo, no quiero hacer anticampaña al presidente en funciones (más cuando Tezanos le hace campaña). Quiero hacer anticampaña a todos los candidatos del 28A que, no contentos con haber fracasado estrepitosamente, vuelven a presentarse sin dar un paso atrás y sin renovar sus partidos. También hago anticampaña de todos los partidos que juegan al póker con nuestros votos y ocultan las realidades a los ciudadanos. Sánchez, el más osado, hasta promete subir las pensiones. Pero la irresponsabilidad no es solo suya: todos ocultan la inminente quiebra del sistema de previsión a no ser que se adopten medidas impopulares, pero necesarias, de forma urgente. 

Serán mis prejuicios, pero aquí no hay quien diga las verdades a los ciudadanos: crisis económica a la vuelta de la esquina y rediseño del sistema de pensiones. El que lo diga y pierda el tono de eterna promesa perderá muchos votos. Tal vez gane el mío. Por honesto.