No solo el PSOE-Aragón tiembla, también el de Aragón. Si alguien no sabía con precisión a qué respondían las siglas UCO, ahora no tiene dudas. La Unidad Central Operativa (UCO) es el órgano central del servicio de la Policía Judicial de la Guardia Civil de España, encargado de la investigación y persecución de las formas más graves de delincuencia. Más de 700 guardias civiles integran la UCO, y no van a parar.
La UCO ha provocado la suspensión temporal de militancia en el PSOE de Alfonso Gómez, concejal en Zaragoza y Alfonso Martínez, miembro del Comité regional, pues aparecen en los audios entre Koldo y Santos Cerdán.
Javier Lambán no ha tardado en hablar, mencionando la operación de derribo contra él por parte de Santos Cerdán, dirigido por Pedro Sánchez, para eliminar a socialistas críticos e ir colocando ministros en comunidades autónomas: Pilar Alegría en Aragón.
Lambán tenía experiencia, altura política, posturas sensatas y razonables, reivindicativo, y espíritu crítico a todos los niveles: sus discrepancias con Pedro Sánchez habían asegurado hacía mucho tiempo su relevo, no fue ninguna sorpresa. Sánchez no busca líderes con capacidad, sino dóciles a él, marionetas: no quiere lealtad sino sumisión.
Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE, dirigió la operación-relevo. El número 3 del partido cogió las riendas, en palabras de Lambán, para acabar con todo lo que representaba Lambán. Y ya van dos secretarios de Organización que han caído.
Alfonso Gómez fue director general de Energía y Minas con Lambán, toda una legislatura, de 2015 a 2019. Y Gómez fue elemento primordial en la operación de retirar a Lambán para que Alegría cogiera las riendas. Una curiosidad política. El clima en el PSOE Aragón es de shock y respiración contenida.
Koldo-Ábalos-Cerdán, un trío de vergüenza para el PSOE y para todos los españoles. Ábalos fue decisivo para que Pedro Sánchez se hiciera con las riendas del partido. Feijóo no tiene dudas de que el presidente del Gobierno sabía lo que estaba haciendo Ábalos, y era público el esfuerzo de Sánchez por tener contento a Ábalos: una gran mancha de sospechas se extendió por el país.
No basta con que Pedro Sánchez y María Jesús Montero hayan pedido perdón. Ni las vagas promesas de hacer limpieza. Dentro del PSOE y fuera se pide elecciones anticipadas. Sánchez no se irá, ni dimitirá ni convocará elecciones, y no veo al PSOE y a los socios de gobierno dispuestos a romper. Por si alguno dudaba, Sánchez ha retado a Feijóo y Abascal a presentar una moción de censura.
Algunos socios de gobierno ya se han pronunciado (PNV, Podemos, ERC). Piden claridad máxima y ya avisan a Sánchez. Mero postureo. La UCO sigue trabajando, ahora en supuestas irregularidades en los contratos de mascarillas durante la pandemia: Canarias -Angel Víctor Torres, ministro de Política Territorial- y Baleares -Francina Armengol, presidenta del Congreso-. Y en otros informes, que parece que acorralan a Sánchez: ¡esto acaba de empezar!
