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May Serrano

Soñar para reEvolucionar. Así terminaba mi artículo de abril 23 y me ha parecido que no podía ser mejor punto de partida.

¿Cómo llevan lo de cerrar los ojos y dejarse llevar?

¿Cuánto tiempo hace que no se permite el lujo de imaginar el futuro?

Le propongo un juego. Acompáñeme en este ejercicio.

Cierre los ojos unos segundos y respire profundamente, si está sentada apoye la planta de los pies en el suelo, si es descalza mejor. En este viaje vamos a volar con los pies en la tierra.

Déjese en paz un par de minutos, sin mirar el móvil, sin hacer la lista de la compra, apague la TV. Simplemente aproveche este lujo de hacer nada de nada.

Ahora ponga en marcha la imaginación, si está muy oxidada puede usted recurrir a la envidia que tiene muy mala prensa pero puede ser muy buena guía a la hora de imaginar nuevos escenarios.

¿Cómo le gustaría vivir?

Y no me diga que le toque la lotería que sí, que sería fantástico pero ese es otro recurso diferente. Yo le digo que se imagine hoy su vida como realmente le gustaría.

Yo si cierro los ojos y respiro me imagino en una casa con terraza o un pequeño jardín. Tiene garaje, está cerca del centro y tengo un montón de plantas dentro y fuera de casa.

Tengo también un pequeño espacio para un taller, nada serio... lijar, pintar, alguna chapucilla de ese estilo.

En mi edificio no hay ninguna vivienda turística y el vecindario es solidario, amable y les gusta trabajar en equipo, colaborar con el resto, mirar por el bien común...

Esta nueva casa, con dos habitaciones y lavavajillas a un precio realmente económico está en Teruel. La ciudad donde he vuelto después de 19 años fuera por decisión propia. Porque mis sueños y deseos vuelan a ras de esta tierra. Porque me imagino un extenso territorio en que crecer, crear, inventar, jugar con las infinitas posibilidades que ofrece.

Les cuento esto porque me viene a la cabeza el montón de personas que me han preguntado “¿pero por qué has vuelto” “y tú, qué vas a hacer aquí?”. “Pues yo no habría vuelto...”, “tú estarías mejor en Valencia”

Si soy sincera estas frases me revuelven por dentro, me cabrean. ¿Es posible que esta gente no vea todo lo que yo veo? ¿Por qué este desánimo?

“En Teruel no hay nada” y se me cae el alma a los pies. Aquí hay mucha nada, es cierto, y es una fuente de riqueza incalculable.

Pero es que esta nada se abre hacia un camino lleno de posibilidades. El típico caso del vaso medio lleno o medio vacío...

Señoras, señores, miren alrededor y verán que cada día hay una propuesta cultural diferente, una actividad al aire libre y gratuita a la que acudir. Un terreno en el que construir su sueño.

“Falta gente”, responden las agoreras, ¡quién va a venir aquí con semejante publicidad!!

Vamos a soñar en solitario y ¡soñemos juntas también!

¿Qué ciudad queremos? ¿Qué le falta? ¿Qué podría aportar usted?

Sin prisa, si los sueños pueden tardar en cumplirse... miren los de Bilbao: 40 años soñando con la Gabarra!! Cuarenta años soñando con este momento, sin perder la esperanza, soñando fuerte hasta conseguirlo, como nosotras.

Soñar para reEvolucionar.