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Documentan los restos de dos personas en la nueva fosa del cementerio de Alcañiz en la que buscan a represaliados Documentan los restos de dos personas en la nueva fosa del cementerio de Alcañiz en la que buscan a represaliados
Javier Ruiz, junto a sus compañeras, en la fosa en la que han aparecido los cuerpos de dos personas

Documentan los restos de dos personas en la nueva fosa del cementerio de Alcañiz en la que buscan a represaliados

Los arqueólogos terminarán este lunes la exhumación, tras descartar que aparezcan nuevos cuerpos
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La nueva fosa común documentada desde el jueves por un equipo de arqueólogos en el cementerio de Alcañiz contiene finalmente los restos de dos personas. Los investigadores alargaron este sábado la zanja varios metros más hasta llegar a un bordillo de cemento y profundizaron en ella, terminando de descubrir el segundo cuerpo que se apreció en la prospección del viernes de la semana pasada. Sin embargo, no ha aparecido ningún cuerpo más, solamente un ataúd, por lo que quedaría descartada que ésta sea una zanja con seis o siete personas como había apuntado una fuente estos días atrás.

Entre este lunes y martes, el equipo de trabajo terminará de excavar la zona para poder retirar los dos cuerpos, cuyos huesos se exhumarán y trasladarán a Zaragoza para realizar las correspondientes analíticas de ADN. Sus resultados se cotejarán con las analíticas de sangre aportadas en 2019 por distintas familias que buscan a antepasados desaparecidos durante la guerra civil y el Franquismo.

En la fosa se han encontrado algunos de los objetivos personales “habituales que quedan en las vestimentas”, explicó Javier Ruiz, arqueólogo que dirige la exhumación. Se han conservado botones de nácar de las vestimentas, bien de la camisa o del pantalón, algún trozo de hierro de una hebilla, las botas de uno de los cuerpos y una bala, que apareció cuando se estaban limpiando las costillas, en la zona del tórax. Según Ruiz, se trata de una bala de 9 milímetros, munición que “parece de un 9 corto, un calibre reglamentario que usaban entonces las fuerzas del orden”.

La diferencia de esta fosa con la que se localizó en 2019 en la parte vieja del cementerio de Alcañiz con restos de 10 personas es el uso de la cal. En la descubierta la semana pasada no hay cal, mientras que la zanja del cementerio viejo tenía abundantes restos de cal. Por otra parte, “los cuerpos de la fosa de 2019 estaban arrojados de distintas maneras y estos dos cuerpos están tirados al interior boca abajo y en disposición horizontal”. Presumiblemente, la fosa descubierta esta semana pasada correspondería a la represión llevada a cabo por el general Pizarro en los años 1947 y 1948 para luchar contra los maquis, mientras que la fosa anterior corresponde a la guerra civil, bien a la represión anarquista ejercida en 1936 contra personas de derechas, bien a la represión franquista de 1938 ejercida por el bando nacional contra personas de izquierdas una vez fue ocupada Alcañiz por sus tropas.

Los cuerpos, dispuestos uno sobre otro y con tierra entre ellos

Los cuerpos

El arqueólogo señaló que “parece que se trata de dos hombres, aunque poca información podemos apreciar en este momento, puesto que los cuerpos se encuentran boca abajo”. Uno de ellos, el que se encuentra en un nivel más elevado sobre el terreno y que fue el primero que se encontró, “parece más joven que el otro, pero es una apreciación a simple vista, solamente indicios, que se tendrán que comprobar cuando levantemos los huesos y, sobre todo, en laboratorio, que es cuando sabremos con total seguridad cuál es el sexo, la edad y la estatura exacta de ambos”.

Por la disposición que presentan y la tierra que hay entre los dos cuerpos, se cree que estas dos personas fueron echadas al interior de la fosa no a la vez, sino en momentos distintos, aunque con una diferencia de pocos días.

Ruiz descartó que pueda haber más cuerpos por debajo de los dos localizados, por encontrarse ya la tierra vegetal natural del terreno. “Hemos ampliado con la máquina todo el cuadro de tierra, hemos rebajado para continuar la linea de fosa y se ha documentado la presencia de dos cuerpos, y lo que hay a continuación es un ataúd de madera de un enterramiento ordinario, y debajo de ellos no hay nada más, así que nos encontramos ante una fosa con dos cuerpos, ninguno más”, indicó.

En relación a la hipótesis de que en esta zona pudiera haber una fosa más numerosa, el arqueólogo manifestó que “son testimonios orales que tienen la fiabilidad que tienen, y esos testimonios deben corroborarse con documentación o excavación, abrimos todo lo posible, pero en esta fosa hay dos, no más”.

Francisco Zueco

El equipo de investigación inició el jueves pasado una excavación en esta zona a petición de los descendientes de Francisco Zueco Ferrer, un alcañizano de 37 años dedicado a la agricultura y la ganadería que vivía en una masía a medio camino entre Alcañiz y Caspe. Llamado un día al cuartel de la Guardia Civil de Alcañiz en 1948, nunca regresó a casa. Fue torturado e interrogado y desapareció de la cárcel de Alcañiz sin que se supiera su paradero. Una de sus hermanas supo por un enterrador del cementerio el lugar en el que lo habrían enterrado.

Según relató José Manuel Velilla, un amigo de la familia, la esposa de Francisco Zueco también fue detenida y encarcelada en Teruel y Torrero cuando, preocupada porque su marido no regresaba a casa, acudió al día siguiente a Alcañiz en su busca. Sus cuatro hijos quedaron al cuidado de distintos familiares.

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