El Bajo Aragón cifra entre un 60 % y un 90 % la cosecha perdida por la tormenta

Son días de echar cuentas, los que se suceden tras la fuerte tormenta que el pasado jueves dejaba cantidades de agua de hasta 46 litros por metro cuadrado en apenas un cuarto de hora desde Albalate del Arzobispo hasta las puertas del Matarraña, en Calaceite. En todo ese trayecto, importantes afecciones sobre todo en el campo, en la agricultura, que se afana en minimizar los desperfectos y en peritar y valorar las pérdidas que se han registrado en esos escasos quince minutos de aguacero, granizo y viento.

El portavoz de UAGA en Teruel, secretario provincial de la organización, David Andreu, estima en una primera valoración entre un 60 % y un 90% la cosecha perdida en las explotaciones agrícolas afectadas entre el Bajo Martín y el Bajo Aragón. “Va en función del tipo de cultivo y de su ubicación, con variaciones”. Y, en este sentido, la peor parte se la han llevado los frutales. Tal y como ya adelantó el viernes el alcalde de Alcañiz, Miguel Ángel Estevan, el melocotón y la almendra han sufrido mermas muy importantes, en algunas explotaciones incluso cosechas perdidas totalmente. “Peor en Puigmoreno, por ejemplo”, añade David Andreu. “Y tenemos registradas afecciones importantes también hacia Valdealgorfa”.

 

Pero el árbol frutal no es el único tipo de cultivo que ha sufrido con la vaguada meteorológica del jueves. “Ha habido una pérdida muy destacada también en cereal”. Llega el momento de las peritaciones y las negociaciones con los seguros. Pero, sobre todo, de realizar los tratamientos que permitan recuperar en lo posible los árboles, algunos de ellos también dañados. “El problema es que este tipo de cultivo es de una cosecha anual”, explica Ricardo Alquézar, agricultor de Valmuel. Él tiene alfalfa, “y con eso puedo tener varias cosechas al año. Pero los frutales… Requieren mucha inversión, mucho cuidado, y perder una cosecha, un año de trabajo, es un drama”.

Edificios precintados

En el campo la atención está en las plantaciones, y en la ciudad de Alcañiz el foco sigue colocado sobre el precinto de tres bloques residenciales en la Ronda de Belchite de la ciudad, que se mantienen desalojados desde la última hora de la tarde del jueves tras la tormenta, que provocó el deslizamiento de algunos materiales bajo la terraza de un edificio en la zona de Almudines de la capital bajoaragonesa. Como medida de precaución, en total trece familias de estos bloques se ven obligadas de momento a permanecer fuera de sus domicilios, ya por tercer día completo este domingo.

Cinco de los desalojados están instalados en hoteles de la localidad con cargo al Ayuntamiento de Alcañiz, y el resto de los afectados, en total 28 personas, se han ubicado en viviendas alternativas de tal manera que sigue abierto un protocolo de peritaje técnico que mantendrá los bloques desalojados hasta que los técnicos municipales hagan una valoración completa del estado de los edificios en precinto. Esa valoración deberá incluir no solamente el diagnóstico, sino sobre todo las reformas, arreglos y actuaciones que deberán llevarse a cabo para que se recupere la completa seguridad acerca de la habitabilidad de los inmuebles. Será entonces el momento de determinar quiénes, qué actores, deberán intervenir para los arreglos correspondientes que den solución definitiva a la ubicación de estos vecinos.

En total, un centenar de intervenciones del servicio de Bomberos de la DPT y de la Policía Local de Alcañiz se registraron  como consecuencia de esta tormenta. Otras afecciones registradas, además de las ya descritas, hablaban de destrozos en accesos, caminos y viales rurales, y la paralización y la necesidad de limpieza y mantenimiento en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Santa María, ya en el núcleo principal de Alcañiz, desde este sábado ya con actividad de completa normalidad.

Hubo, en fin, multitud de actuaciones de achique y desalojo de agua en bloques de pisos, retirada de árboles en las calles, y sellado y señalizado de daños en tejados, cubiertas de naves e inmuebles de carácter agrícola a lo largo de todo el recorrido de la ciclogénesis, desde Albalate hasta Calaceite.