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El Camino Mozárabe andaluz protagoniza las XX Jornadas Jacobeas de Andorra El Camino Mozárabe andaluz protagoniza las XX Jornadas Jacobeas de Andorra
Andrés Ruiz e Isidro Rodríguez, ayer en la Cruz de Santiago de San Macario

El Camino Mozárabe andaluz protagoniza las XX Jornadas Jacobeas de Andorra

Los itinerarios para peregrinos de Córdoba y Bajo Aragón se ofrecen a desmasificar la tradicional ruta francesa
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La Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago San Macario (Andorra) y la agrupación de peregrinos de Córdoba comparten muchas similitudes. Este sábado las puso sobre la mesa el andaluz Isidro Rodríguez en la conferencia anual con la que los andarines turolenses quisieron celebrar la vigésima edición de sus Jornadas Jacobeas.

Si Andorra y otros municipios del Bajo Aragón están incardinados en el Camino de Castellón, Córdoba lo está en la red de Caminos Mozárabes que confluyen en esta capital andaluza.

Mientras que Rodríguez es vocal de la zona sur en la Federación Española de Asociaciones de Caminos de Santiago, el presidente en Andorra, Andrés Ruiz, lo es de la zona de Levante.

“Sin conocerse la una a la otra, nacen casi al mismo tiempo”, en torno a 1995. En el caso de la asociación cordobesa, la fundó un periodista del Diario de Córdoba, Juan Martínez Niza, que anduvo de Córdoba a Santiago de Compostela en 1995 y volvió con ganas de promocionar la ruta que había completado con éxito y documentado en el periódico durante su periplo. A esta asociación perteneció otro periodista, Julio Anguita Parrado, que murió en 2003 en la guerra de Irak al ser alcanzado por un misil iraquí mientras trabajaba como enviado especial para El Mundo.

“Prácticamente, de Andorra a Santiago hay mil kilómetros, los mismos que de Córdoba a Santiago; y desde los puntos de origen de cada camino, Castellón y Almería, hay unos 1.400”, relató el licenciado en Filosofía y Letras y profesor de Geografía e Historia.

Un camino íntimo

También dio unas nociones básicas sobre el Camino Mozárabe y lo promocionó como una alternativa más al masificado Camino Francés. No es el caso del andaluz, que recorren de forma íntima unas 2.400 personas anualmente y que cuenta con una red de albergues con capacidad para una docena de peregrinos.

Según explica Gronze.com, una de las páginas web de referencia para los peregrinos, se conoce con el nombre de Camino Mozárabe a la recreación de los itinerarios jacobeos que siguieron a partir de la Edad Media los peregrinos venidos de la Andalucía oriental, cuna de la cristianización de la Península durante la dominación romana y que en el año 711 había pasado a formar parte del territorio musulmán de Al-Ándalus.

El término mozárabe designa, precisamente, aquellos cristianos que continuaron practicando su religión bajo el poder del califato de Córdoba, con largos periodos de coexistencia pacífica entre musulmanes, mozárabes y judíos, si bien también hubo momentos de revueltas y de persecuciones. Por este motivo, mientras la mayoría se convertía al Islam, algunos de estos mozárabes –ya fuesen monjes, albañiles o artesanos, en solitario o con sus familias– decidieron huir a los incipientes reinos cristianos del norte de la Península.

Las calzadas, ya sean romanas o medievales, que debieron utilizar los antiguos peregrinos se hallan hoy bajo el asfalto de las carreteras. Por ello, tras el renacimiento del fenómeno jacobeo a finales del siglo XX, se optó por dejar la historia de lado y señalizar itinerarios más amables que, respetando el paso por las localidades, permitiesen caminar o pedalear lejos de automóviles y camiones, primando la seguridad y los atractivos naturales.

De Almería a Mérida

El trazado del Camino Mozárabe atraviesa Andalucía de este a oeste, con tres ramales oficiales que parten de Almería, Jaén y Málaga, y cuyo eje principal serían las patrimoniales ciudades de Granada y Córdoba, para enlazar en Mérida (Extremadura) con la antiquísima Vía de la Plata, por la cual los peregrinos pueden seguir su periplo hacia el norte. Estos itinerarios han sido recuperados por varias asociaciones jacobeas andaluzas y extremeñas, con la implicación de instituciones regionales y locales. Incluso se ha constituido una Asociación de Municipios del Camino Mozárabe de Santiago de la que forman parte más de 40 municipios en Almería, Granada, Málaga, Jaén, Córdoba y Badajoz, con el propósito de fomentar el GR 245.

La asociación turolense apuesta con estas jornadas por “mantener vivo el espíritu de las tradiciones jacobeas” y mostar otros itinerarios que no estén masificados, dijo Ruiz, quien agradeció al Ayuntamiento de Andorra la financiación aportada.

La tarde arrancó en el Ítaca-José Luis Iranzo con la conferencia. Después hubo una cena de convivencia en el Hotel Sierra de Arcos y una queimada. Este año no hubo a quién condecorar por sus 25 años de socio.

Veintinueve años de asesoramiento y marcaje de 120 kilómetros de recorrido

Desde 1996, la asociación de peregrinos andorrana fomenta el espíritu jacobeo y da información a todos los que quieren hacer cualquiera de los Caminos de Santiago que llevan hasta la catedral del apóstol.

Un grupo de voluntarios se encarga de revisar cada año las marcas del tramo desde Aguaviva hasta Fuentes de Ebro (Zaragoza, 120 kilómetros en total).

Esta vertiente del Bajo Aragón (pasa otro camino por Alcañiz) es la que realizan los peregrinos que parten desde Castellón de la Plana. Suben hacia La Pobla Tornesa, Sierra de Engarcerán, Mas del Segarro, Virgen de Vallivana, Morella y Zorita, para entrar ya en Teruel por el término municipal de Aguaviva y posteriormente pasar por Mas de las Matas, Alcorisa, Andorra y Albalate del Arzobispo. Seguidamente entran en la provincia de Zaragoza por Lécera, van a Belchite, Mediana y Fuentes de Ebro. En Zaragoza ya toman el Camino del Ebro.

Ruiz reconoció que el número de pernoctaciones se ha estancado en las 12 anuales en el albergue de peregrinos de Andorra, que está plenamente acondicionado. Cree que, cuando el Francés termine de ser atractivo por masificación, los peregrinos comenzarán a utilizar otros trazados menos frecuentados.

Mientras tanto, los andorranos continúan señalizando su tramo de la mano de la Diputación Provincial de Teruel, que ha financiado la colocación de baldosas cerámicas en los cascos urbanos para disminuir el uso de pintura y espray. Figura la emblemática vieira, una flecha de dirección y la inscripción ‘Camino Bajo Aragón’.