La II Concentración Motera The Silent Route cita a 300 personas en Ejulve y su entorno

Alrededor de 300 personas se han dado cita este fin de semana en la II Concentración Motera The Silent Route, según la organización. Con el centro logístico ubicado en Ejulve, moteros de media España han disfrutado de tres días llenos de actividades, entre ellas el recorrido de la icónica ruta panorámica que completa los 50 kilómetros de la carretera autonómica A-1702. La cita tiene un componente solidario, con una asignación de 1.500 euros para Atadi.

Como siempre, el principal atractivo fue Silencioso, la mascota de la ruta ubicada en el kilómetro 16 de la carretera. En el alto de los Degollados, un centenar de moteros se hicieron la típica instantánea en el comienzo de su ruta hacia Cantavieja, en la que pudieron encontrar atractivos como los Órganos de Montoro o una réplica instagrameable del mítico autobús Caimán.

En definitiva, un escenario idílico ideal para acoger un encuentro motero el primer fin de semana del verano. “Es la segunda edición y más o menos hemos programado los mismos actos, aunque con un poco más de experiencia. Estamos apuntados unas 300 personas aproximadamente y para el año que viene organizaremos la tercera, si todo va bien”, indicó el secretario del Motoclub Panderetas de Alcorisa, Alberto García, entidad organizadora del evento junto a los solidarios MotÍberos.

Este año “tenemos gente de Asturias, País Vasco, Zaragoza, por supuesto Teruel y un chaval de Bélgica que ya vino el año pasado y ha repetido, por lo que nos ha hecho mucha ilusión”, dijo García. Y es que “la Ruta del Silencio es una garantía y un gran atractivo para el territorio, que está dinamizando muchísimo los pueblos de la zona”. Estos días se ha vuelto a poner en valor esta singular apuesta turística.

Un fin de semana de amistad

Por menos de 50 euros, los inscritos tuvieron cubiertas las necesidades alimentarias durante todo el fin de semana. El evento comenzó el viernes, con la entrega de las primeras acreditaciones y la bolsa de bienvenida. Pudieron cenar en las foodtrucks mientras sonaba música.

El sábado fue el día principal. Tras el desayuno, los mototuristas salieron de ruta hacia Cantavieja con salida y llegada a Ejulve y parada en distintos miradores. A su vuelta les esperaba un aperitivo y una paella. Después de comer, Atadi presentó la causa benéfica de esta concentración –todo su entramado de residencias y centros de ocupación para personas con discapacidad intelectual–, y después la organización homenajeó a personas vinculadas al motociclismo y sorteó algunos regalos.

Después llegó otro de los actos más vistosos. La escuela de motociclismo Mañicos realizó una exhibición. Después llegó la cena, un homenaje a los caídos en carretera y otra sesión musical antes de dormir en la acampada.
 

Este domingo, tras un almuerzo a base de huevos fritos con Jamón de Teruel cortado a cuchillo por un cortador profesional, los moteros pondrán rumbo a sus lugares de origen con el recuerdo de un gran fin de semana de compañerismo en torno a las dos ruedas.

Entre los clubes que no se han perdido la cita ninguna de las dos ediciones está la Peña Motera Pakí-Payá de Castellet i la Gornal (Barcelona), que ha llevado a Ejulve una veintena de socios para disfrutar del “paisaje, el lugar, la ruta, la gente, el ambiente, la comida y todo en general”, valoró Javier Giménez. “Hemos hecho la Silent Route seis o siete veces ya. Es una ruta muy recomendable porque es tranquila, bonita y son 60 kilómetros que están muy bien”.

El alcalde de Ejulve, Ovidio Ortín, se mostró satisfecho con la repercusión de una concentración cuyo objetivo es situar a la localidad como referente del mototurismo. “Una carretera que era mala, llena de curvas” tiene ahora el firme en buen estado y, aunque sigue con los mismos virajes por la orografía del terreno, se ha enfocado hacia el turismo como forma de dinamizar localidades como Gargallo, Ejulve, Villarluengo, Cañada de Benatanduz y Cantavieja, sin olvidar los desvíos hacia Pitarque, Tronchón o Fortanete, desde donde muchos vuelven por Miravete de la Sierra y Aliaga para completar un rutón por el Maestrazgo, Cuencas Mineras y Andorra-Sierra de Arcos. “Vienen muchísimas motos, antes era principalmente durante el fin de semana pero ahora tenemos incluso entre semana y en todas las épocas”, explicó.

Los eventos moteros proliferan en la provincia. Calanda acogió el fin de semana anterior la Kamoto Rider 2025, apadrinada por el piloto de MotoGP Álex Rins, y el 5 de julio hay una nueva cita solidaria organizada por Motíberos en Arens de Lledó, del mismo corte que en Ejulve.

Reconocimientos a las jóvenes promesas

La II Concentración Motera The Silent Route homenajeó a tres turolenses, jóvenes promesas del motociclismo de competición: Iris Alquézar Sangüesa, Lizer Aguilar Gracia y Gabriel Jávega Omedas.
 

Iris es una joven andorrana, de madre ejulvina, que despunta en el panorama del motocross, hasta el punto de que se ha proclamado ya campeona de Aragón en la modalidad. En marzo, los pilotos alcorisanos Lizer y Gabriel ya fueron galardonados en Alcañiz por la Federación Aragonesa de Motociclismo (Faram) por los logros conseguidos durante la temporada 2024. Gabriel fue segundo clasificado en el Campeonato de Aragón de Trial categoría TR-Promesas, mientras que Lizer quedó tercero en el Campeonato de Aragón Minivelocidad categoría Moto5.