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Pepa Nogués, antropóloga y etnóloga: “Todo lo que ayudó a mantener la lengua durante 800 años ahora ha cambiado” Pepa Nogués, antropóloga y etnóloga: “Todo lo que ayudó a mantener la lengua durante 800 años ahora ha cambiado”
Pepa Nogués Furió, en Calaceite, donde recibió el Premio ‘Franja, cultura i territori’.

Pepa Nogués, antropóloga y etnóloga: “Todo lo que ayudó a mantener la lengua durante 800 años ahora ha cambiado”

Nogués reconoce que el uso del catalán en el Matarraña está en retroceso entre los jóvenes
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La antropóloga y etnóloga Pepa Nogués Furió recibió a principios de este mes el XIV Premio Franja, cultura i territori 2020,  un galardón que entrega la entidad Iniciativa Cultural de la Franja a personas que han trabajado en defensa de la lengua y la cultura de las comarcas catalanohablantes de Aragón. Nogués es profesora de Catalán en el Instituto Matarraña de Valderrobres.

-Iniciativa Cultural de la Franja le concedió el galardón por su trabajo como antropóloga, pero también por la difusión de la lengua en las zonas catalohablantes de Aragón, donde ejerció como profesora de catalán. ¿Qué es lo que ha analizado, desde el punto de vista etnográfico, en la Comarca del Matarraña?

-La cultura está muy vinculada al territorio, a su historia y a su cultura, a todo su patrimonio natural, a sus relaciones vecinales y comerciales. Yo trabajé mucho tiempo a caballo entre Terres de l’Ebre, en la provincia de Tarragona, y la Comarca del Matarraña, en Teruel. Abordé temas muy generales, como la lengua, y otros más particulares como los juegos tradicionales. Contacté con la asociación cultural del Matarranya y trabajé con ellos no sólo para impartir clases de catalán, sino también en otros proyectos.

-¿Cuáles?

-Por ejemplo, coordiné una exposición del poeta de Peñarroya de Tastavins Desideri Lombarte. Esa exposición consistía en plantear la obra de Desideri Lombarte vinculada con el territorio, su historia, etc. La llevamos a todos los pueblos de la comarca y de los alrededores, pero también estuvimos en Zaragoza, en Valencia, en el Centro Aragonés de Barcelona, entre otros lugares. Además, también coordiné otra exposición sobre el catalán en Aragón.

-¿Dónde ha impartido clases?

-Sobre todo en los pueblos del Bajo Aragón y Matarraña, pero también llegué hasta el Bajo Aragón Caspe, principalmente porque podía volver a casa a dormir. Aún así, fui profesora de catalán en la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Monzón, que ya estaba un poco más lejos.

-¿El uso del catalán está en retirada en la zona?

-Su uso sí. Es alarmante, porque no nos damos cuenta, porque como está muy vivo en el día a día no se aprecia lo que está ocurriendo. Sin embargo, hay estudios que indican que su uso está retrocediendo mucho, sobre todo en los jóvenes. Tenemos que cuidarlo, porque si llega a desaparecer será muy difícil volver a una situación inicial, y tenemos muy cerca ejemplos en los que la lengua ha desaparecido en dos generaciones.

-¿Dónde?

-Por ejemplo, en Aguaviva, donde se da la siguiente circunstancia: los abuelos tienen el catalán como su lengua habitual de uso, como en cualquier pueblo del Matarraña, pero los nietos no la entienden, y no es que no la usen, es que no la entienden. También es cierto que en este municipio se ha dado una situación demográfica muy curiosa y es que hay muy pocos niños propios del pueblo y muchos son venidos de fuera. La cuestión es que los nietos que vivían fuera también han cambiado la lengua y no han continuado usando la de la familia. Ahora, desde el Ayuntamiento de Aguaviva, las asociaciones culturales y desde la escuela se está intentando recuperar y están haciendo muy buen trabajo, pero lo cierto es que su desaparición se puede producir en un muy corto espacio de tiempo.

-¿Y no es sorprendente que una lengua que lleva siglos hablándose pueda desaparecer en dos generaciones como usted dice?

-Sí, es algo que puede ocurrir muy rápidamente. Parece duro, porque la lengua se ha conservado aquí durante más de 800 años, pero al mismo tiempo es muy frágil. La cuestión es que todo aquello que ha ayudado a mantenerla durante tantos siglos ahora ha cambiado.

-¿La globalización?

-La lengua se conservó en todo este territorio porque tradicionalmente la gente se iba, no había inmigración, de manera que los que se quedaron la seguían conservando, aunque no se abordara su enseñanza en la escuela. Por otra parte, el trabajo de la gente era muy local, también la vida, puesto que la gente tenía relaciones muy locales, con movimientos muy de proximidad. Ahora, todo esto ha cambiado, porque no solo ha venido mucha gente de fuera a vivir aquí, sino que nosotros también vamos y venimos y trabajamos en distintos lugares. Al no tener una situación fuerte de transmisión y aprendizaje, lo lógico es que el mantenimiento de la lengua peligre.

-¿Y cuál es el nivel de uso en los niños?

-Cualquiera que vaya a un parque o a los patios del recreo de las escuelas o del instituto y escuche a los niños se dará cuenta de que incluso en niños del territorio es muy habitual el uso del castellano en lugar de su lengua materna.

-Sin embargo, en las escuelas de Primaria prácticamente el 100% del alumnado estudia catalán. ¿Ocurre lo mismo en Secundaria?

-En Primaria y Secundaria el catalán es una asignatura optativa, y una muestra de que la lengua está muy enraizada es que mayoritariamente se elige como opción. Eso significa que hay aceptación por parte de las familias y de la sociedad, sobre todo en Primaria, donde la ley reserva unas horas de libre disposición del centro y se usan estas horas para impartir catalán. En Secundaria no hay reserva de horas, de manera que es más difícil plantear la enseñanza. El alumnado que quiere estudiar su lengua tiene que cursar una asignatura más o ha de renunciar a alguna otra materia, así que su estudio ya no es tan mayoritario, aparte de que en Secundaria la asignatura requiere un poco más de esfuerzo, porque al terminar la ESO se obtiene el título de B2, que es bastante interesante.

-¿En qué porcentaje está la optatividad?

-En Primaria entre el 70 y el 100%, en función de los pueblos; y en Secundaria en torno al 55%-60%, según los cursos. En el resto de la Franja el porcentaje es más alto, porque llevan más años con el sistema implantado. Pero cuanta más calidad y más fácil es su acceso el número de matrículas se incrementa. No hay problemas si se facilitan las cosas.

-En cuanto al uso de la lengua,  ¿cómo ve el futuro?

-Hay que tener en cuenta el proceso de globalización. Todas las lenguas que no son inglés, castellano o chino ya se consideran lenguas minoritarias. Se ha de abogar por el multilingüismo, ser más abiertos al conocimiento de lenguas, ser más receptivos y aprovechar que hay muchas herramientas digitales para hacer traducciones y no tener miedo de mostrarnos con nuestra lengua. Ante todos los problemas de globalización, si no trabajamos, lo tenemos difícil, pero tenemos que confiar en las nuevas generaciones, que estoy segura de que valorarán la lengua de su familia.

-¿Qué le parece la Política Lingüística en Aragón?

-Actualmente tenemos una dirección general de Política Lingüística que trabaja por la lengua; tenemos una ley de lenguas que reconoce la realidad trilingue de Aragón y se ha creado la Academia Aragonesa de la Lengua, desde donde nos ayudaron a trabajar con nuestras variantes lingüísticas; en todas las comarcas de la Franja se puede estudiar la asignatura y también en muchos institutos hay un programa de bilinguismos para hacer una asignatura en la lengua propia. Todo son instrumentos que podemos utilizar para seguir adelenate, así que menos excusas y más usar la lengua.

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