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Semana del Emprendimiento: el reto de vivir en Andorra después de la era mineroeléctrica Semana del Emprendimiento: el reto de vivir en Andorra después de la era mineroeléctrica
Roberto Miguel, Chema Aznar, Clara Cucalón, Iván Romero y Fernando Bretones, en el IES Pablo Serrano. M. N.

Semana del Emprendimiento: el reto de vivir en Andorra después de la era mineroeléctrica

Creativos y empresarios de éxito animan a los estudiantes a ganarse el pan sin estar en nómina
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No hace falta vivir en la gran ciudad para emprender con un prisma innovador y creativo, y además tener clientes. Montar un negocio desde cero y en el medio rural no está exento de dificultades, pero trabajar para uno mismo aporta libertad. Existe apoyo público-privado para hacerlo y Andorra es un punto caliente donde atreverse después de la caída del sector mineroeléctrico que tantos empleos por cuenta ajena ha garantizado durante décadas. Así se puso de manifiesto este miércoles en el evento El talento aragonés: una visión innovadora, celebrado en el salón de actos del IES Pablo Serrano en el marco de la Semana del Emprendimiento de Aragón.

Ante un foro repleto de estudiantes, la Fundación Aragón Emprende y la Asociación Empresarial de Andorra (AEA) quisieron ensalzar en la otrora villa minera que el talento emprendedor se ha convertido en un activo fundamental para el crecimiento económico y la innovación. Abrió el acto una charla inspiradora a cargo de Iván Romero, creativo estratégico y acelerador de empresas con su proyecto El Creativista. La mañana se completó con una mesa de experiencias con protagonismo del asesor financiero Fernando Bretones, el experto en mercadotecnia disruptiva Chema Aznar y la redactora publicitaria Clara Cucalón.

“El instituto es el marco adecuado para hacer estas jornadas porque los estudiantes están en la edad en la que tienen que plantearse qué es lo que van a hacer con su vida. Si despertamos la chispa del emprendimiento en alguien que a futuro pueda consolidar su empresa en Andorra o la comarca para que todo esto que estamos haciendo tenga sentido, estaremos encantados”, valoró el presidente de la AEA, Roberto Miguel. “No hace falta salir de Andorra para emprender, se pueden hacer cosas innovadoras y creativas desde aquí, se puede monetizar y se puede ser feliz”, alentó el responsable del Centro de Emprendedores que tutoriza nuevos proyectos.

Este paso lo dio Cucalón, una joven andorrana que se siente afortunada de haber podido emprender en la época de la tecnología, la cual le facilita desarrollar un negocio diferente a lo habitual en el medio rural. Solamente necesita buenas conexiones, algo que no siempre sucede. Ella se dedica al “copywriting, la “redacción publicitaria persuasiva para empresas y negocios”. Ella valora también a “las entidades que apoyan” y que facilitan el emprendimiento, “un estilo de vida con el que puedes elegir quedarte en el pueblo” si lo haces “a tu medida”.
“Es muy guay que podamos decidir quedarnos a vivir aquí, y además es que hace falta. Después del impacto que ha tenido una gran empresa (Endesa) en el territorio, hacen falta iniciativas” para sujetar población, animó a los estudiantes, al tiempo que les quitó el miedo a comenzar una carrera y no acabarla porque en el transcurso se den cuenta de que otra faceta les motiva más: “La vida es ir descubriendo poco a poco lo que te va gustando”.

“Quédate con lo que te llena”


“Tienes que quedarte con lo que te llena”, resumió Romero, que pese a su juventud ha trabajado para Pikolín, Aramón, Hiberus o el Gobierno de Aragón, entre decenas de entidades y empresas punteras aragonesas. Presume de “no trabajar para más de cinco empresas a la vez” y ser él quien las elige por sintonía de valores.

“El emprendimiento se basa en la libertad y en disponer de tu tiempo y el fruto de tu esfuerzo. Elegir tus clientes es clave porque va a marcar tu trayectoria”, explicó a los estudiantes, a quienes transmitió su espíritu emprendedor con entusiasmo y de forma fresca, detallando las “luces y sombras” que tiene el proceso. “Hay que tener pasión e ilusión. Aunque sea muy complicado el mundo del emprendimiento, tenemos una ventaja que es hacer lo que nosotros queremos”. Animó a ser creativos por encima de todo para diferenciarse de la competencia en un mundo tecnológico que iguala. “Hay que salirse del rebaño”, alentó.

Invitó a los estudiantes a saber leer oportunidades, a creer en su creatividad, a cuestionarlo todo y ser curiosos, a salirse de lo establecido, a gestionar el fracaso como una opción de crecimiento y mejora, a ser persistentes y a no conformarse nunca.

Vender en el Metaverso


Por su parte, Aznar tiene una agencia, KERS Agency, especializada en mercadotecnia virtual y transformación digital. “Estamos intentando hacer márquetin en Metaversos y salas virtuales”, explicó. Otro proyecto que tiene entre manos, más vocacional por su formación previa como diseñador de coches, es desiver.es, en el que asesora desde la fase de conceptualización del proyecto y dibujo a mano hasta el prototipado rápido en impresión 3D.

“Quería montar un máster y vi que para eso necesitaba redes sociales, publicidad, web... Aprendí todas esas habilidades y empecé a ver que el márquetin era útil y, además, tenía su mercado porque muchas empresas lo hacían mal, hasta que me acabé montando la agencia”, detalló.
Con cierta “inconsciencia” se acabó metiendo en el mundo del emprendimiento, “del que no sabes nada porque no te han enseñado nada”, hasta “ser la mejor versión de ti mismo” y alcanzar a “diseñar tu estilo de vida”.
Bretones defendió también todo lo bueno que tiene ser “tu propio jefe”, en especial la “gestión del tiempo” y “que a nivel salarial no tengas techo, que dependas de lo que tú quieras hacer”.

“Las fronteras están difuminadas. Hoy en día podemos tener clientes en toda España e incluso fuera casi sin problema. Depende de lo que tú te quieras mover. Búscate la vida, sal a por nuevas oportunidades de negocio. En una ciudad hay más volumen y eventos, pero hoy en día casi cualquier cosa se puede hacer desde cualquier sitio”, animó el consultor financiero.

Todos coincidieron al final del coloquio en que es mejor trabajar para uno mismo, que las opiniones de los demás hay que escucharlas pero no deben cortar alas, y que hay que creer en lo que uno hace.

Otras reflexiones que afloraron es que le irá mejor a un empresario que respete a sus trabajadores y a la competencia. “Se puede ser buena persona, buen emprendedor y ademas ganar dinero”, concluyó Miguel.

Del Ejército a las finanzas


Fernando Bretones llegó a ser capitán de Infantería en las Fuerzas Armadas, pero tocó “techo profesional” y la vocación y la motivación comenzaron a desinflarse. “Sentía que donde estaba no iba a poder desarrollarme más, y tenía ganas de aportar y crecer”. De esta forma, pidió una excedencia en el Ejército y montó una empresa de selección de personal que cerró hace año y medio para apostar por su actual consultoría financiera.

“Me dedico a ayudar a mis clientes en su gestión patrimonial, a alcanzar sus objetivos para la jubilación, comprarse una casa, lo que sea”, explicó. Pero no siempre fue así. Con el apoyo absoluto de su mujer, pero a la vez con la presión de la incomprensión de su entorno por abandonar un puesto de funcionario con un sueldo cómodo, decidió finalmente dar un giro a su vida.

“Siempre es importante el apoyo de la familia, pero hay que coger entre comillas lo que puede decir un familiar desde el cariño, el amor y el querer protegerte. Puede ser un paso complicado salir de funcionario a emprendedor, pero creo que merece la pena. Si alguien está dispuesto a hacerlo, que valore su idea y vaya hasta el final con ello a pesar de lo que pueda oír por ahí”, animó.

Él lo tiene claro: “Prefiero dedicar mi esfuerzo a mi sueño que al de otra persona o entidad. Tenemos cierta obsesión en España con ser funcionarios. Es importante que quien tenga una motivación emprendedora y de desarrollo personal dé el paso. La clave es creer en ti”, concluyó.

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