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Cella hace repicar sus campanas después de que el agua vuelva a manar de la fuente Cella hace repicar sus campanas después de que el agua vuelva a manar de la fuente
De la Fuente de Cella ha vuelto a manar agua después de que estuviera seca hasta el pasado viernes

Cella hace repicar sus campanas después de que el agua vuelva a manar de la fuente

Ganaderos y agricultores acogen con alivio el brote del manantial tras muchos días sin que el agua llegara a las acequias
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José Luis Rubio

Las campanas repiquetearon en Cella el pasado viernes para celebrar que la fuente volvía a manar agua después de unos días en los que, si bien el manantial no se había secado completamente, el caudal de agua que brotaba de la tierra era a todas luces insuficiente y no alcanzaba para desbordar el vaso por el sobradero que alimenta las acequias y que da servicio a los ganaderos del pueblo.

El tañer de las campanas eclipsó por un momento el gorgoteo del agua pero sonó a gloria a todos los vecinos del municipio.  Sin embargo, tanta felicidad se ha recibido con precaución ya que se teme que en un episodio tan severo de sequía en el que las precipitaciones han brillado por su ausencia durante muchos meses, las lluvias de los últimos  no resulten suficientes para rellenar los acuíferos de los que bebe este manantial.

De cualquier forma, en se celebró que volviera a brotar agua de la tierra y el sonido de las campanas sirvió para acreditarlo. La Real Academia de la Lengua define repicar como “tañer o sonar repetidamente y con cierto compás en señal de fiesta o regocijo”, y eso es, justamente, lo que ocurrió el viernes.

El alcalde en funciones de Cella, Juan Sánchez, recordó que Cella, “como en el resto de España, llevaba unos meses, desde las Navidades, sin llover” lo que hizo que “la cosa se hubiera venido abajo ya el año pasado”, en referencia a la abundancia de agua de entonces.

Confesión

Sánchez confesó que los vecinos de Cella estaban sorprendidos de que la fuente hubiera podido mantener el caudal durante estos meses a pesar de la ausencia severa de precipitaciones. “Debe ser por aquellas nevadas tan fuertes que hubo”, apostó el edil, que explicó ese fenómeno por que esas nieves hubieran servido para rellenar el acuífero del que mana la Fuente de Cella.

Sin embargo, Sánchez reconoció que “desde el invierno se venía viendo cómo poco a poco se venía viniendo abajo” hasta que hace un par de semanas “se podía andar” alrededor del manantial porque “ya no salía nada”.

Esa situación generó problemas, entre otros, a los ganaderos del municipio. Junto al sobradero por el que se escapa el agua bajo la ermita existe una cañería que abastece de agua al polígono y a una fuente en la que cualquiera puede cargar agua y que es empleada por los ganaderos. Ante la alarma de la falta de abastecimiento el Ayuntamiento tuvo que recurrir al suministro mediante cubas desde hace tres semanas.

“La sorpresa fue que empezó a llover. Fue inesperado porque ya creíamos que no iba a ser tanto”, reconoció el edil. “En Cella habrán caído 90 litros, pero siempre se ha dicho que (el agua de Cella)  viene de otro lado, a saber de dónde será”, especuló el alcalde en funciones para recordar a continuación que tras unos tímidos arranques, el agua estuvo saliendo de forma  intermitente hasta que “el viernes dio un golpecito, brincó y empezó a correr para llegar a la iglesia”.

Campanas

El hacer repicar las campanas cuando rebrota la fuente empezó a hacerse en los años ochenta, recordó Sánchez, cuando estuvo totalmente seca. “Y el otro día, cuando salió el agua, pensaron que lo suyo era tocar las campanas porque al fin y al cabo la Fuente es muy importante en Cella”, dijo.

La alegría de los vecinos es compartida. Este lunes Miguel Fuertes estaba sentado en un banco junto al manantial junto a otro vecino de Cella. Preguntado por el regreso del agua, Fuertes confesó que en el pueblos estaban “muy contentos porque en la fuente no salía nada ya y ahora ha salido”. Este vecino de Cella recordó que el agua volvió a manar el viernes. “Hace tres días”, dijo sentado en uno de los bancos que rodean el vaso de la Fuente de Cella.

Fuertes confirmó el tañer de las campanas. “Cuando se ha secado la fuente, cuando ha venido el agua se han tocado las campanas”, explicó, recordando que el agua dejó de correr también en 2017 hasta 2019.

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