El Ayuntamiento de Tormón desaloja al menos cuatro casas tras el derrumbe de un muro maestro

Al menos cuatro viviendas de Tormón han recibido la orden de desalojo del Ayuntamiento por peligro de derrumbe después de que el pasado 11 de diciembre se desplomase una pared maestra medianera sobre la que apoyan, al menos, esas cuatro construcciones. Ahora, los propietarios están a la espera de que los informes periciales determinen el grado de afectación que ese derrumbe haya tenido sobre sus inmuebles.

“El día 11 hubo un derrumbe”, confirmó el alcalde de Tormón, Faustino Archilaga, que explicó que “estuvieron desescombrando una casa que se había caído o que estaba en muy mal estado y cuando terminaron  se cayó una pared de las casas contiguas. Como en Tormón las casas están unas encima de otras hay cuatro o cinco implicadas”. Los vecinos añaden que tras los trabajos de desescombro iniciales no paró de llover.

La imagen en el centro del casco urbano de Tormón no es nada alentadora. Alrededor del vacío que dejaron las labores de desescombrado de la vivienda que estaba caída aparecen ahora las estancias de al menos dos viviendas después de que se viniese abajo uno de los muros que compartían. En uno de los casos se aprecian desde abajo un surtido de puntales que sostienen las vigas de madera del primer piso, apoyados sobre el terreno firme de la planta baja. La vivienda contigua corrió peor suerte y al hundirse el muro también se cedió el sistema de vigas de madera que sustentaba una de las plantas.

Perímetro de seguridad

Alrededor de la zona del derrumbe el Ayuntamiento ha establecido un perímetro de seguridad cortando la calle con cintas. El alcalde confirmó que está a la espera de que lleguen vallas metálicas que ha encargado el Consistorio para cerrar el tránsito por esos corredores hasta que no exista ningún riesgo para la seguridad de los vecinos.

“Había peligro y las desalojamos, claro está”, explicó con contundencia el edil del municipio de la comarca Comunidad de Teruel. La medida se adoptó sustentada en informes técnicos, según explicó el alcalde, que dijo que el Ayuntamiento “había pedido desde el primer día que se cayó un informe de un ingeniero” que les aconsejó “se daban unas condiciones que no eran habitables y que había que subsanarlo. A raiz de eso se les comunicó  (a los vecinos) que no podían estar en casa y se les explicó los pasos a seguir”, dijo Archilaga, por entenderse que “había mucho peligro y hay que darle solución”. Según el responsable municipal, los propietarios “estuvieron negociando entre ellos para ver cómo lo solucionaban”.

Los vecinos de las viviendas afectadas no tuvieron tiempo siquiera de sacar nada de los inmuebles. “Yo estaba allí cuando ocurrió esto y no sabíamos qué iba a pasar, si iba a caer algo más o qué. A los dos que vivían les dije: salid de casa, que no sabemos qué alcance tiene esto”, recordó el alcalde.

Los propietarios de los inmuebles más afectados tienen su residencia fuera de Teruel y solo acuden a Tormón de vacaciones. Son descendientes del pueblo que acuden a Tormón en verano esporádicamente, por lo que no ha sido necesario que el Ayuntamiento buscase ninguna solución habitacional para ellos.

Solo una de las casas lindantes está habitada habitualmente. Se trata, precisamente, de los propietarios del solar en el que se realizaron los trabajos de desescombro que desataron el episodio.

Casas muy viejas

“Son casas muy viejas”, recordó el responsable municipal, que hizo hincapié en la antigüedad de la casa que hubo que derruir. Del resto, de las afectadas por el desplome del muro, aseguró que “no es que sean viejas, pero son las de toda la vida aunque se han arreglado algo” por lo que valoró que “están para venir como una segunda vivienda, para el verano, Semana Santa o fechas así”.

El edil valoró poco probable que un episodio de estas características se repita en el municipio. “Hay alguna casa más antigua, pero no hay muchas”, añadió el edil.

“La casa era del abuelo de mi padre. Mi padre tiene 82 años y allí ha vivido su madre, sus tías ... son casas de herencias”, explicó Pilar Casas, propietaria de una de las viviendas del grupo de inmuebles. “Eran casas muy grandes y entre ellos se las repartían para que pudieran vivir todas las familias. Por eso se meten los techos unas con otras”, explicó Casas.

Luis Casas, padre de Pilar, afirmó ayer recordar a su “madre y abuelos” toda la vida en las casas que ahora están desalojadas por riesgo de derrumbe. El testimonio de Luis Casas confirmaba la antigüedad de las edificaciones ya que, según dijo ayer, “han estado allí toda la vida”, remitiéndose a cientos de años. Según el octogenario, hasta ahora no había habido ningún problemas con estos inmuebles.

Luis Casas aún no ha pasado por el lugar del siniestro. “Cuanto menos vea las cosas, mejor”, se consuela.

Miedo

Archilaga no ocultó que tanto él como el resto de vecinos llegaron a pasar miedo ante el riesgo de nuevos derrumbes, a “que se pudieran caer y estuviera alguien dentro”, dijo. De hecho, uno de los edificios estaba habitado cuando se desató el episodio. “Uno de los hijos de los propietario estaba con la familia en una de las casas. Le afectó el ruido y el polvo, pero nada más”.

“Después de derrumbarse las casas, lógicamente sí que hay miedo”, aseguró Ángel Cruzado, uno de los doce vecinos que vive todo el año en Tormón. La propietaria de uno de los inmuebles de la manzana en la que se hundió la pared, Pilar Casas, ha tenido la fortuna de ser la única a la que no se le ha dictado un decreto de desalojo al no estar su casa afectada por el derrumbe.

“Me avisaron mi padres, que viven en Tormón, y como creemos que no hay nada de la casa afectada estamos esperando a que vengan los arquitectos y lo confirmen. Pero por medidas, creemos que nuestra casa no está afectada”, se felicitaba la propietaria. Pilar Casas se mostró tranquila porque, según explicó ayer, habría consultado con su seguro de  hogar y éste se haría cargo de las reparaciones si el inmueble terminase viéndose afectado.

Si la situación de estos edificios no se resuelve “en un tiempo prudencial” el Ayuntamiento tendría que declararlos en ruina, concluyó el alcalde.