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El regadío social de Sarrión ultima las pruebas para comenzar a funcionar en primavera El regadío social de Sarrión ultima las pruebas para comenzar a funcionar en primavera
Prueba de riego en uno de los hidrantes de la nueva infraestructura que entrará en funcionamiento en 2024

El regadío social de Sarrión ultima las pruebas para comenzar a funcionar en primavera

Las obras concluirán ya este mes y supondrán la conversión al regadío de 960 hectáreas
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Cruz Aguilar

Las obras para irrigar un total de 960 hectáreas truferas en los términos municipales de Sarrión, Albentosa, Manzanera y La Puebla de Valverde están a punto de terminar. Las pruebas para comprobar el estado de las tuberías ya se están realizando porque la intención es empezar a regar ya en la próxima primavera, una vez concluya la presente campaña de recolección.

Todos los regantes podrán utilizar a la vez las instalaciones, en las que actualmente ya se están haciendo pruebas para el control de la presión y el caudal. Una vez colocados los hidrantes se van probando para comprobar que funcionan correctamente, indicó el director del proyecto, Ricardo Ibáñez, quien señaló que las pruebas se están realizando con grupos electrógenos.

El proyecto que está a punto de terminarse incluye tanto la primera fase, que suponía irrigar algo más de 600 hectáreas, y la segunda, que ha incrementado la superficie en un 50% al llegar hasta las 960 hectáreas. Además, esta ampliación ha supuesto una importante reducción en el coste por hectárea para los propietarios  Las 960 hectáreas están distribuidas en 1.444 parcelas de 220 propietarios.

Pese al incremento en la superficie a irrigar, el coste del proyecto sólo aumenta un 17% porque buena parte de la infraestructura se aprovecha. Así, las dos fases costarán 18 millones de euros frente a los 15,3 millones iniciales, lo que supone un aumento de 2,66 millones. Así, aunque el coste real de los trabajos de esta ampliación en el riego es de 3,8 millones, la cifra final se reduce puesto que se aprovecha una gran parte de la red, como los bombeos, las balsas y buena parte de las zanjas por las que pasan las tuberías. Todos los trabajos de las dos fases están siendo ejecutados por Tragsa.

Coste por hectárea

Sin embargo, el coste por hectárea se reduce de 24.800 euros a 19.000 y mientras que antes los regantes tenían que abonar 14.000, ahora pasan a pagar 11.800. Todo el incremento de esta nueva fase será asumido por los particulares, mientras que el Gobierno de Aragón sí aportó una subvención de 6,67 millones para la primera fase.

Además, desde la Comunidad de Regantes están estudiando la posibilidad de instalar placas fotovoltaicas de superficie sobre las dos balsas con el fin de abaratar los costes de bombeo de agua. Este sistema no sólo reduciría el coste en la factura eléctrica, sino que protegería el agua de la luz y evitaría con ello la evaporación y la formación de algas que pueden obstruir las tuberías. La potencia que prevén instalar es de 1MW.

La balsa de Llanos de Babor ya está llena, y esta misma semana se va a llenar la de San Cristóbal, por lo que enseguida estará la infraestructura disponible.

Por otro lado, la Comunidad de Regantes de Sarrión ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que se amplíe la concesión de agua, situada en 900 metros cúbicos por hectárea al año, una cantidad que se calcula que se reparte en unos tres golpes de riego. Se trata de una dotación claramente insuficiente puesto que este año hay truficultores que han necesitado irrigar hasta una decena de veces a consecuencia de la sequía.

El presidente de la CHJ, Miguel Polo, indicó que están haciendo un estudio en colaboración con el Instituto Geológico Minero de España para conocer si es viable aumentar la cuantía porque, a juicio de Polo, es importante “que el sistema esté en equilibrio y no se produzca un efecto perjudicial en el río Mijares”, dijo.

Según un estudio realizado en el marco del proyecto, la implantación del regadío en esas 960 hectáreas creará un total de 96 empleos aproximadamente, unos diez por cada cien nuevas hectáreas de riego.

La presente temporada de recolección de la trufa está siendo  peor incluso que la pasada, que ya fue floja. Es debido a la sequía y las elevadas temperaturas, que frenan por el momento  una maduración óptima.

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