Síguenos
José Luis Corral: “Hay que desconfiar de cualquier juicio maximalista en asuntos sobre historia” José Luis Corral: “Hay que desconfiar de cualquier juicio maximalista en asuntos sobre historia”
José Calvo Poyato y José Luis Corral (de izda. a dcha.), durante una de las ponencias del curso. Fundación Santa María

José Luis Corral: “Hay que desconfiar de cualquier juicio maximalista en asuntos sobre historia”

El Curso de Historia Medieval de Albarracín cumplió 25 años con ponencias sobre los héroes y las leyendas negras
banner click 244 banner 244
banner click 236 banner 236

El Curso de Historia Medieval  que dirige el historiador y escritor José Luis Corral cumplió este fin de semana 25 años en la Fundación Santa María de Albarracín, donde se dieron cita ocho ponentes de primera línea para poner en su sitio a los héroes y los villanos de la historia.

El tema de este año versaba sobre la mitificación a la que fueron sometidos diferentes personajes históricos, fundamentalmente en la Edad Media, elevados a una categoría de héroes que en muchos casos nos ha llegado hasta nuestros días.

“Muchísimas figuras históricas han sido o son tratados como héroes o como villanos, o pasan de una condición a otra según el momento histórico o el contexto geográfico o ideológico concreto”, explicaba José Luis Corral. “Ocurre por simples motivos ideológicos, políticos, religiosos o geográficos, lo normal es que esas consideraciones nos lleven a engaños y a mentiras orquestadas”.

Durante las ponencias que tuvieron lugar entre el jueves y el sábado participaron, además del propio José Luis Corral, los catedráticos José Calvo Poyato, José Miguel López-Villalba y Carlos García Gual, los profesores Darío Español, David Porrinas o Gloria Lora, y el escritor César Girón; y se trataron en profundidad personajes históricos como Gengis Khan, el Cid, el Gran Capitán, las reinas Catalina y Juana la Loca, y fenómenos épicos como el ciclo artúrico, las Navas de Tolosa o la conquista de Granada.

“A estas alturas deberíamos haber superado lo de considerar héroes o villanos a determinados personajes históricos”, asume Corral, “pero no es así. La historia sigue hablándonos de superhombres o de asesinos terribles en función de afinidades personales, ideológicas, religiosas o nacionales”. Los hay para todos los gustos; “Felipe II era el Rey Prudente para los españoles y el demonio de mediodía, un fanático religioso, para sus rivales. Y todas las crónicas chinas, árabes o indias nos hablaban de un Gengis Khan que era un asesino sin escrupulos, mientras que en Mongolia es héroe nacional”.

El caso de Khan, sobre el que habló Corral, es particularmente curioso, ya que “el mismo personaje que hoy en día es un héroe en su país porque fue quien unificó todos los clanes y tribus mongoles, hace unos años durante la etapa comunista era considerado un villano, porque era un emperador y un bárbaro”.

Zelensky y Ucrania

Este fenómeno no pertenece únicamente al pasado. La polarización maniquea la tenemos delante de las narices todos los días. “Zelensky hace dos años era considerado en Occidente poco menos que un fascista, en un país donde los partidos de izquierda estaban ilegalizados y las mayorías rusas del Dombas eran perseguidas. No hay más que consultar las hemerotecas. Y hoy en día todos lo consideramos un héroe de la libertad”.

José Luis Corral está convencido de que la mayor parte de los historiadores solventes tratan de ser objetivos, “pero es imposible determinar de forma unívoca y certera que alguien fue un héroe o un villano. Siempre hay muchas perspectivas y podemos ver por ejemplo como Carlomagno, considerado un héroe europeo -que da nombre a un premio que se da en el ámbito de las personas destacadas en el contexto de la UE- fue terriblemente cruel en Sajonia”, afirma Corral.

En este sentido “hay dos grandes errores que a veces cometemos los historiadores y que siempre cometen quienes pretenden hacerse pasar por ellos sin serlo: el maximalismo y el presentismo.

“El maximalismo consiste en reducirlo todo a juicios en una sola dirección”, que se pueden resumir en una pequeña frase o máxima, reducir 60 años de reinado a fue malo o fue bueno. Este tipo de discursos deben hacernos como mínimo desconfiar, según el historiador y escritor darocense, no solo porque se revelan necesariamente falsos en la inmensa mayoría de los casos sino porque además están sujetos a modas cambiantes. El Cid, un personaje que Corral conoce perfectamente, ha pasado de ser uno de los referentes de la moral cristiana y de la hispanidad a empezar a ser considerado como un simple “mercenario que luchaba junto a quien mejor pagaba”. “Ni una cosa ni otra, el Cid fue un hombre de su tiempo, como todas las figuras de la historia”.

En este sentido cabe situar el otro error al que Corral hacía referencia, el presentismo, que consiste en juzgar hechos pasados a los ojos del presente. “En ocasiones es imposible desprendernos de la época en la que vivimos para estudiar e incluso juzgar hechos del pasado”, pero es absolutamente necesario al menos intentarlo. “¿Qué sentido tiene preguntarse si Isabel la Católica era o no era una reina feminista? En el siglo XV no existía esa palabra, ni tan siquiera ese concepto”.

El redactor recomienda