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La DGA adjudicará este viernes la construcción del nuevo puente de la A-1507 en Calamocha La DGA adjudicará este viernes la construcción del nuevo puente de la A-1507 en Calamocha
Alcaldes de los municipios afectados comprueban las grietas aparecidas en el puente de la A-1507 sobre el Jiloca. Archivo

La DGA adjudicará este viernes la construcción del nuevo puente de la A-1507 en Calamocha

El director general de Carreteras confirma que hay “al menos” cuatro empresas interesadas
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José Luis Rubio

La construcción de un nuevo puente en la A-1507 sobre el río Jiloca en Calamocha, cortado al tráfico desde el pasado 4 de diciembre, tendrá un presupuesto de licitación de 968.409 euros y deberá estar concluida en un plazo de cinco meses después de su adjudicación y de que se dispongan los permisos necesarios de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Este viernes se conocerá qué empresa de las “al menos cuatro” que se han presentado al concurso se hará cargo de los trabajos.

Además, el director general de Carreteras del Gobierno de Aragón, Miguel Ángel Arminio, ha asegurado que “se está actuando con la mayor celeridad posible conscientes de las afecciones que suponía tener el puente de la A-1507 fruto de la mala y deficiente conservación de las carreteras y de las infraestructuras de la red autonómica” y confirma que este viernes “se abren las ofertas económicas que se han licitado” de, “al menos cuatro empresas interesadas”.

Los alcaldes de Calamocha, Tornos, Bello, Odón, Torralba de los Sisones y Castejón de Tornos expresaron la semana pasada su malestar después de que se cortara totalmente al tráfico el puente de la A-1507, en Calamocha. Todos coincidieron en la falta de información desde el Ejecutivo regional y, sobre todo, en la ausencia de alternativas viables a este trayecto para los turismos y, principalmente, para los vehículos pesados que tienen que recurrir a itinerarios alternativos de hasta 40 kilómetros más.

Desplazamiento

Según el informe firmado por la subdirectora provincial de Carreteras de Teruel, Laura Gargallo, el arco del puente “ha sufrido un desplazamiento” por lo que concluye que “el puente no es lo suficientemente seguro para mantener la circulación del tráfico, debiéndose cortar al paso de vehículos”, lo que hace que “la única solución viable es la demolición del puente actual y construcción de uno nuevo”.

El informe redactado por Carreteras señala que el 19 de octubre de 2021 se observó “una serie de fisuras en el estribo próximo al lavadero, así como el desplazamiento de algunas dovelas del arco de ese lado, que seguramente han sido provocadas por el asiento del terreno de cimentación debido a la muy baja resistencia”, aunque entonces se consideró que no afectaba a la seguridad vial, aunque se recomendó el control de la afección.

Medio año después, en febrero de 2022, se colocaron “testigos en las grietas existentes para el control de los posibles movimientos” al tiempo que se comenzó a estudiar qué acciones se podían llevar a cabo.

El estudio geotécnico detectó en marzo de 2023 “un material cuaternario de muy baja resistencia hasta los primeros 27,90 m de profundidad, por lo que en el proyecto se ha propuesto una cimentación profunda con pilotes prefabricados’ en el que “seguramente que las características muy deficientes, en cuanto a resistencia y deformabilidad del terreno, sobre el que se cimienta el puente actual”, responsables de las grietas y el desplazamiento del arco del puente actual.

Así, se propusieron dos soluciones. Una consistía en la colocación de una losa prefabricada haciendo el rebaje de las tierras, aunque el informe redactado por la DGA concluyó que “esta opción de ampliación no resulta aconsejable” a consecuencia del estado actual del puente. Además, esta alternativa requería de un tiempo más prolongado de corte de la circulación.

La segunda alternativa contemplaba la demolición completa de estructura actual y la construcción de un nuevo puente. “Esta opción tiene las ventajas que no afectaría a la rasante actual de la carretera, con una afección viable de los servicios existentes, así como de las escaleras que dan acceso al cauce del río; sería un tablero de menos longitud y peso, lo cual es favorable desde el punto de vista de la deficiente cimentación”, explica el informe. Por todo ello, el documento encuentra que la “única solución viable es la demolición del puente actual y construcción de uno nuevo”.

Cortada al tráfico

Tras la constatación de movimientos diferenciales por la rotura de testigos se entendió que la situación suponía “un grave riesgo para la seguridad del tráfico en la carretera A-1507”, por lo que el 24 de febrero de 2025 se tomó la decisión de limitar el paso a vehículos con un peso a un máximo de 12 toneladas mediante la colocación de señalización prohibiendo el paso de este tipo de vehículos.

Carreteras afirma en su informe que el proyecto “data de abril de 2025, fue aprobado en la fecha 28 de Julio de 2025, contando con los permisos necesarios para su tramitación (incluido el del organismo de cuenca), y se dio la orden de iniciar las expropiaciones del mismo con fecha 30 de Julio de 2025”, añadiendo que la “licitación, del contrato, estaba prevista para el año 2025, una vez concluidas las expropiaciones necesarias”.

Finalmente, el pasado 2 de diciembre de 2025, se volvió a detectar la rotura de los últimos testigos, tras lo que un informe técnico concluye que “el estado de deterioro del puente se ve reflejado por la importante flecha del centro del vano y por las grietas y fisuras existentes en los tímpanos, así como por el desplazamiento de algunas dovelas del arco” y que “el movimiento detectado en los testigos y la rotura de varios de ellos revela que se han producido desplazamientos recientemente”, además de que “la tipología de la estructura en arco que es muy sensible a los movimientos y que el fallo o colapso es frágil sin que se pudiera detectar el avance de las deformaciones o patologías” por lo que se concluyó que “el puente no es lo suficientemente seguro para mantener la circulación del tráfico, debiéndose cortar al paso de vehículos” por lo que el 4 de diciembre la Subdirección Provincial de Carreteras de Teruel procedió al corte total al tráfico del puente.

El documento elaborado por el Servicio Provincial reconoce que el cierre del puente afecta a la comunicación de los municipios de Tornos, Bello, Berrueco y Gallocanta con Calamocha, así como el papel “estructurante” de la infraestructura en el territorio. “El cierre del puente supone dar un rodeo de hasta 45 min en vez de 12 minutos si fueran directos por la A-1507” o que acceder a las urgencias del centro de salud de Calamocha o que la ambulancia llegue con 33 minutos de retraso supone una verdadera situación de riesgo” por lo que entiende que la actuación “no puede dilatarse en el tiempo” y “finalizarse cuanto antes” por lo que considera “que existe una unidad acción entre la demolición y la construcción del nuevo puente”.

El texto añade que “teniendo en cuenta la tipología de la infraestructura, de la complejidad del proceso de conocer las causas de su degradación, estudiar las posibles soluciones y de implementar la única posible” habría quedado acreditado que “la

Administración ha tenido una actuación diligente y ha realizado todas las actuaciones necesarias para la solución de este problema” por lo que se rechaza que “la causa de la emergencia pueda ser imputable al propio organo de contratación”.

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