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La ermita del despoblado de Villacadima, en Monreal del Campo, se está restaurando La ermita del despoblado de Villacadima, en Monreal del Campo, se está restaurando
Ermita de Nuestra Señora de los Dolores del despoblado de Villacadima que se está restaurando

La ermita del despoblado de Villacadima, en Monreal del Campo, se está restaurando

El propietario, vecino de Torrijo, realiza la actuación de forma altruista
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La ermita del despoblado de Villacadima de Nuestra Señora de los Dolores se está restaurando por su propietario y vecino de Torrijo del Campo de forma altruista. El antiguo poblado medieval de Villacadima, que está en el término de Monreal del Campo, se encuentra en ruinas y solo sel mantenía en pie la ermita, que actualmente se está restaurando.

El alcalde de Torrijo del Campo, Ricardo Plumed, informó que la ermita de Villacadima es particular de un vecino de la localidad y dueño de las fincas de alrededor que la está restaurando de forma altruista y evitar más su deterioro.

Ricardo Plumed explicó que el despoblado medieval está en ruinas y que solo quedaba en pie la ermita y restos de un torreón defensivo.

En un trabajo publicado por el Centro de Estudios del Jiloca y realizado por el historiador Emilio Benedicto se recoge que “el nombre de la aldea parece derivar de las palabras villa o villar, muy extendido durante toda la Reconquista, y de la voz árabe qdima que significa antigua, es decir villa antigua; por lo que parece que se trataría de una pequeña villa musulmana que sería conquistada tras la Batalla de Cutanda en 1120 . Andrés Valero recoge incluso la teoría expresada por Ortega y Rubio en su Historia de España, de que la Carae romana podría situarse en Villacadima, con lo que la antigüedad de la villa sería todavía mayor”.

Añade que “la primera noticia segura que tenemos sobre este asentamiento es de 1175 momento en el que Villacadima sería un lugar de señorío jurisdiccional que pertenecería al Arzobispado de Zaragoza, el cual poseería todos los bienes del lugar, ese año el obispo, Pedro, entregaría la aldea a la Mensa Capitular de la Iglesia de San Salvador de Zaragoza”.

“En la actualidad en la zona todavía se pueden observar restos de varias edificaciones, almacenes, viviendas, corrales, etc., y entre ellos destaca la ermita de Nuestra Señora de los Dolores o del Diablo, conocida así porque en ella había una imagen de San Miguel luchando con el demonio que en la actualidad se guarda en casa de los Mateo Gilber, y que seguramente se construiría sobre la antigua parroquial del lugar” .

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