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La Fundación Santa María finaliza la restauración de un nuevo tramo de la muralla de Albarracín La Fundación Santa María finaliza la restauración de un nuevo tramo de la muralla de Albarracín

La Fundación Santa María finaliza la restauración de un nuevo tramo de la muralla de Albarracín

Se han realizado trabajos en 38 metros del lienzo durante tres meses
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La Fundación Santa María ha finalizado la restauración de un nuevo tramo de muralla en Albarracín, en concreto 38 metros del sector más meridional, en torno a la Torre Blanca. La intervención comenzó a mediados del mes de julio y supone continuar con la restauración progresiva que se viene realizando de estos muros defensivos  en el  acantilado sur de la ciudad.

Frente a los 20 metros restaurados en la anualidad anterior, en este ejercicio se ha podido ejecutar un trazado mayor debido a su mejor estado de conservación, sin bruscos quiebros como el tramo precedente. Como además se ha bajado considerablemente  el nivel de base interior,  resulta mucho más visible y comprensible al visitante, con algún estrato de roca que le añade vistosidad al espacio, según informó la Fundación Santa María en una nota de prensa.

Se trata en conjunto de una muralla bastante bien conservada, aunque con grandes faltantes, especialmente en su base, y morteros muy erosionados en zonas concretas.

El remate más superficial de la misma estaba además muy degradado por su exposición permanente a los agentes atmosféricos, que explican las irregularidades propias del  perfil resultante.

Es una muralla de gran porte, que mide entre cinco y seis metros de altura desde el escarpe rocoso sobre el que se asienta, con anchuras que van desde los 90 centímetros a un nivel más estrecho final que ronda los 45 centímetros.

Desnivel

Este desnivel podría corresponderse con un pequeño adarve, bastante bien conservado, identificado con los diferentes recrecidos de la fortificación.

El trabajo desarrollado por la Fundación Santa María ha sido especialmente conservacionista, reintegrando los elementos estructurales que faltaban y completando la argamasa original erosionada, con mortero de cal.

Este mortero ha servido también, como material base, para afianzar los bloques sueltos del remate y del escalón del adarve, sobre todo.

Bajo un metro de los rellenos de tierra contiguos a la muralla por su interior, se hallaron las tarjeas o pequeños canales-originales de la muralla que han servido para restablecer el nivel de desagüe de la misma, a partir de estos niveles de relleno aplanado.  Por su planitud y por los restos de grandes vasijas de almacenamiento halladas en la fase anterior, este espacio podría identificarse con un antiguo aprovechamiento  agrícola.

Desde la Fundación Santa María apuntaron que podría haber sido utilizado por los dominicos, dada la proximidad del convento que existió  en el actual cementerio, junto a la iglesia-auditorio de Santa María.

La restauración de este tramo de muralla se ha desarrollado de forma paralela a la mejora paisajística de su entorno.

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