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La UPV plantea la viabilidad económica y técnica de recuperar la acequia del Diablo de Olba La UPV plantea la viabilidad económica y técnica de recuperar la acequia del Diablo de Olba
Javier Rodrigo-Ilarri, profesor del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la UPV, durante el acto

La UPV plantea la viabilidad económica y técnica de recuperar la acequia del Diablo de Olba

La investigación de la Politécnica de Valencia se presentó ayer en el barrio Los Giles
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Un estudio elaborado por la Universidad Politécnica de Valencia propone la viabilidad técnico-económica de la recuperación de la acequia del Diablo de Olba como patrimonio hidráulico de la comarca de Gúdar-Javalambre. La investigación se presentó ayer en el barrio Los Giles ante la Comunidad de Regantes del Mijares de Olba como una solución para resolver la actual situación de este canal hídrico.

El trabajo ha sido realizado por un equipo de ingenieros de la Politecnica de Valencia (UPV) y promovida por la Asociación Gugaia, que busca promover la defensa y conservación del entorno natural. Esta propuesta cuenta ya con el apoyo de Apudepa (Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés) y Ceddar (Centro de Estudios sobre la Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales), así como con el respaldo de investigadores como Mª Pilar Biel, profesora titular de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza.

Los encargados de mostrar los resultados de los trabajos fueron Javier Rodrigo-Ilarri, profesor e investigador del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la UPV, Pilar Bernad Esteban, especialista en patrimonio y paisaje cultural y Elena Benito Ruiz, que es la presidenta de la Asociación Gugaia.

En la presentación se mostraron las diversas actuaciones a realizar diferenciándolas en función de la zona del proyecto a la que se refieren y su complejidad. Las actuaciones proyectadas tienen un presupuesto de ejecución material de 273.550 euros. Los investigadores precisaron que se ha iniciado el proceso de obtención de fondos económicos para financiar la totalidad de dichos costes, de forma que la Comunidad de Regantes no tenga que asumirlos.

El proyecto contempla tres zonas con actuaciones independientes: toma en el Azud de Fonseca, trazado de la Acequia del Diablo y actuaciones en el Barranco de Linares.  Estos planteamientos se han elaborado a partir de distintas visitas de campo realizadas por el equipo técnico de la UPV y del levantamiento mediante GPS se ha hecho la cartografía base detallada mediante Sistemas de Información Geográfica

En el Azud de Fonseca se prevé la retirada de los bolos existentes en el cauce del Mijares y la restitución de la toma de la acequia del Diablo que está actualmente inoperativa. El proyecto contempla también la rehabilitación de la totalidad de la traza de la acequia del Diablo, desde el azud hasta el Barranco de Linares. Esto supone actuar sobre algo más de 3 kilómetros de longitud, aunque se ha verificado que dos terceras partes de este trazado se encuentran en buen estado y pueden ser rehabilitados por medios manuales, incluso por personal no experto. La tercera fase de la actuación prevista contempla la restitución de la acequia en el barranco de Linares mediante la instalación de una conducción anclada en el talud de roca siguiendo el mismo trazado que la acequia original.

Elena Benito, Javier Rodrigo -Ilarri y Pilar Bernad presentaron los resultados

Por su parte, Pilar Bernad resaltó que en el proyecto se propone “la restauración integral de la acequia del Diablo entre el azud de Fonseca y el barranco de Linares hasta superar el antiguo aliviadero de la central hidroeléctrica”. La experta incidió en “el valor del patrimonio cultural cuyo estudio está orientado hacia la recuperación, mantenimiento y rehabilitación de la histórica Acequia del Diablo, un sistema tradicional de regadío de Teruel, vital para su territorio, y que forma parte del inventario de patrimonio cultural aragonés.”

Además, concluyó que “aunando conocimiento local, científico y tecnológico, el proyecto tiene como objetivo desarrollar un modelo de recuperación de regadío y patrimonio que sea participativo, dinámico y replicable. A su vez, que sirva como ejemplo para cualquier territorio rural con despoblación y que promocione esta técnica milenaria de regadío como cultura circular sostenible”.

Los autores de la solución escogida hablaron de los beneficios de su implementación desde distintos puntos de vista. En su opinión, resulta ventajosa tanto por la protección activa del patrimonio, la independencia hídrica, fijación de la población, la protección del ecosistema y prevención de incendios e impulso de la economía y el empleo en la zona.

Al finalizar la presentación expusieron que ya han recibido las adhesiones de diversos organismos y especialistas e insistieron en la conveniencia de contar con el apoyo de la Comunidad de Regantes de Olba y de los Ayuntamientos de Rubielos de Mora, San Agustín y Olba para impulsar y acelerar la puesta en funcionamiento de la acequia. “Una vez conseguidos los apoyos científicos, es el momento de incorporar a la propuesta estas adhesiones y esperamos contar con el apoyo de todos”, afirmó el profesor Rodrigo al concluir su exposición.

Elena Benito concluyó que “la solución que ahora se presenta permite recuperar el funcionamiento original de la acequia del Diablo, como ha estado durante más de 700 años. Es justo ahora, por la sensibilidad social, política y cultural surgida desde el año pasado ante los acontecimientos, el momento de plantear y conseguir la recuperación de esta maravillosa acequia”.

Once alternativas barajadas

En la exposición se mostró a su vez el análisis de todas las alternativas técnicamente viables para resolver el problema porque así quedó patente, según recalcaron los investigadores, que la rehabilitación integral de la acequia del Diablo entre el Azud de Fonseca y el Barranco de Linares es la solución óptima.

Este análisis de alternativas incluye un baremo que pondera todos los criterios relevantes: costes de ejecución, mantenimiento y funcionamiento, independencia con otros expedientes (como, por ejemplo, con el relacionado con la Presa de Toranes), constancia de caudal suministrado (para garantizar los requisitos deseados por la Comunidad de Regantes), facilidad de tramitación administrativa, minimización de la huella de carbono y conservación del patrimonio hidráulico.

De esta forma, según el profesor Javier Rodrigo, autor de la propuesta técnica, “la solución planteada es la mejor de un total de once alternativas que garantizarían las demandas de abastecimiento hídrico deseadas por la Comunidad de Regantes de Olba”. Las once propuestas se han clasificado en tres grupos en función del lugar del cual se tomen los caudales: en las proximidades del embalse de Los Toranes, en el Azud de Fonseca y en la Central Hidroeléctrica de San Agustín.

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