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Las pinturas murales del convento de las Agustinas de Mirambel ya son visitables Las pinturas murales del convento de las Agustinas de Mirambel ya son visitables
Felipe Faci asistió a la presentación de la restauración de las pinturas de Mirambel

Las pinturas murales del convento de las Agustinas de Mirambel ya son visitables

El consejero de Cultura, Felipe Faci, conoce los resultados de la restauración
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La Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón ha invertido 106.000 euros para restaurar las pinturas murales de la celda de castigo y el pasillo del convento de las Agustinas de Mirambel. El resultado fue visitado este viernes por el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci, que estuvo acompañado por la alcaldesa de la localidad, Carmen Soler.

En 2020 se llevaron a cabo una serie de estudios y análisis para, posteriormente, aplicar todos los tratamientos de conservación y restauración requeridos tanto por las propias pinturas murales (preconsolidación, eliminación de morteros recientes, limpieza, consolidación del estrato pictórico y los morteros originales, relleno de oquedades y lagunas, sellado de grietas, reintegración cromática y protección final) como por los elementos de yeso (bovedillas, paramentos y pavimentos) y los elementos de madera (vigas, armarios y puertas con diversos herrajes) que conforman ambos espacios.

Todas estas actuaciones conllevaron una importante labor de documentación, así como estudios de materiales, cuyos resultados se plasmaron en una memoria que incluía un plan de mantenimiento y conservación de esta zona, que ahora es visitable y que permite mostrar el gran interés que ofrece este conjunto de grisallas renacentistas inspiradas en grabados de la época.

Edificio adosado a la muralla

El antiguo convento de las Madres Agustinas en Mirambel es un edificio construido en el siglo XVI adosado a la muralla que rodea esta localidad del Maestrazgo, declarada Conjunto de Interés Cultural, en la figura de Conjunto Histórico, en 1980. Además, por formar parte de dicho recinto amurallado, en concreto del denominado Portal de las Monjas, este edificio goza también de la condición de Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento.

Su fundación se remonta a 1564, cuando varias monjas de la Orden de San Agustín procedentes de un convento valenciano tomaron posesión de la ermita de Santa Catalina de Mirambel, que se convirtió en iglesia de la comunidad, y del hospital anejo, que transformaron en las diversas dependencias conventuales.

Abandono

Sin embargo, a pesar de ser un cenobio con numerosas vocaciones y cierta posición económica en el entorno hasta el siglo XVIII, fue abandonado por su mermada comunidad religiosa en 1980, que se trasladó a Benicasim y cedió el uso del inmueble al Ayuntamiento, que gracias a colaboración de otras administraciones públicas ha conseguido rehabilitar la mayor parte del mismo y destinar su planta baja a Oficina Municipal de Turismo, Centro de Interpretación del Patrimonio Arquitectónico del Maestrazgo y sala de exposiciones temporales.

En 2015, durante las obras de rehabilitación del edificio financiadas por el FITE, se descubrieron pinturas murales hasta entonces desconocidas en varias estancias del antiguo convento, especialmente en la zona de las celdas de las religiosas.

 

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