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Los escolares acondicionan unas icnitas en Cedrillas con la Fundación Dinópolis para hacerlas visitables Los escolares acondicionan unas icnitas en Cedrillas con la Fundación Dinópolis para hacerlas visitables
Escolares y paleontólogos, codo a codo, limpiando el yacimiento

Los escolares acondicionan unas icnitas en Cedrillas con la Fundación Dinópolis para hacerlas visitables

El yacimiento, con unas 40 huellas de grandes dinosaurios, será musealizado dentro de la ruta
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Los escolares del CRA Palmira Plá de Cedrillas han trabajado durante toda esta semana, codo a codo con los paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, en la limpieza y acondicionamiento de un yacimiento de huellas de dinosaurio en este municipio, que se musealizará y podrá ser visitable dentro de la ruta que recorre varios afloramientos de este tipo en la llamada Carretera de las Huellas de Dinosaurio (Dinosaur Tracks Road). Esta iniciativa pionera pretende involucrar a los habitantes de los pueblos, y especialmente a los niños, en la recuperación de estos recursos paleontológicos para que conozcan su importancia y lo sientan como propio.

A la vista de la experiencia y de los comentarios de los niños que han participado en este singular proyecto, la idea ha calado y los alumnos se mostraban el viernes, último día de la actividad, muy contentos con el trabajo realizado y con ganas de llevar a sus padres a ver cómo ha quedado el yacimiento de icnitas, además de enseñarlo a sus familiares que viven en otros sitios cuando van a verles.

Lo que han vivido estos escolares durante esta semana ha sido una experiencia que no van a olvidar, e incluso uno de ellos comentaba que durante el fin de semana pensaba regresar para seguir limpiando el yacimiento, para que quedara bonito y se pudieran ver bien las huellas.

Casco urbano

El lugar se encuentra muy próximo al casco urbano de Cedrillas, a apenas unos 100 metros, y en él afloran en torno a unas 40 huellas subcirculares de dinosaurios saurópodos, algunas de ellas de hasta un metro de longitud. Estos grandes vertebrados del Mesozoico eran animales cuadrúpedos de gran tamaño, con cuello y cola muy largos, que podían medir hasta 20 e incluso 30 metros de longitud como en el caso de Turiasaurus riodevensis, descrito por primera vez en el municipio turolense de Riodeva y que ha dado lugar a una familia de dinosaurios gigantes que está extendida por todo el mundo.

El yacimiento fue descubierto por la Fundación Dinópolis hace quince años y es uno de los doce que hay inventariados en Cedrillas y que abarcan un gran periodo de tiempo geológico que va desde el Jurásico Superior, hace unos 150 millones de años, al Cretácico Inferior. De hecho, entre los últimos hallazgos ha aparecido una huella con marcas de estrías de hace 125 millones de años en los alrededores del castillo.

Las huellas que aparecen en este afloramiento que está junto a una antena de repetición, se encuentran en la Formación Villar del Arzobispo, la de los turiasaurios, de hace unos 145 millones de años. Muestran una dinoturbación, es decir, el paso de muchos dinosaurios por una zona costera, ya que unas pisadas se superponen a otras.

Además de las huellas dejadas por estos gigantes, hay otro tipo de icnitas, los restos de las galerías dejados por animales marinos, probablemente crustáceos, al estilo de las que hay en Bueña. Las de los dinosaurios ocupan unos 40 metros cuadrados, pero si se suman las huellas de las galerías tienen una superficie de unos 50 metros de largo.
 

Algunos de los escolares participantes junto a paleontólogos y profesores frente al yacimiento de las icnitas de dinosaurio acondicionado en Cedrillas


El director gerente de la Fundación Dinópolis, Alberto Cobos, explicó que el yacimiento no tiene un valor científico relevante, pero en cambio sí un atractivo turístico por su fácil acceso y la coexistencia de dos tipos de huellas dejadas por vertebrados e invertebrados en un mismo sitio. De ahí surgió la idea de que fuesen los escolares del CRA Palmira Plá de Cedrillas los que se implicasen en su recuperación para que pueda hacerse visitable. El objetivo es ese, incorporar el afloramiento a los yacimientos de icnitas que se pueden ver dentro de la ruta de la Carretera de las Huellas de Dinosaurio.

Cobos indicó que de esta forma los niños son partícipes y conocen el patrimonio de su pueblo. Se trata de “conocer lo que tienen cerca para saber valorarlo”, explicó el paleontólogo. Antes de que acabe el año, el lugar estará musealizado mediante alguna mesa de interpretación y señales que indiquen su ubicación para que la gente pueda acercarse a contemplarlo. Además, la museografía se realizará con los trabajos que los niños han ido haciendo durante esta semana en torno al afloramiento.

Musealización

Ana González, paleontóloga de la Fundación Dinópolis, explicó que aparte de ir todos los días de esta semana a limpiarlo, excepto el martes, los escolares han rellenado en clase unas fichas de trabajo, en una de las cuales tenían que hacer un dibujo en el que interpreten cómo era el lugar hace 145 millones de años cuando vivían allí los dinosaurios. Estos materiales se utilizarán posteriormente para ilustrar los paneles informativos con los que se musealizará el sitio.

La paleontóloga aseguró que los niños habían hecho un trabajo “fabuloso”, habían disfrutado y “apreciado muchas cosas”, no solo las huellas dejadas por los dinosaurios y los crustáceos, sino que también habían encontrado fósiles de conchas marinas y mineralizaciones. Comentó que los niños estaban “emocionados” y “entusiasmados” con esos hallazgos, y opinó que este tipo de experiencias, además de hacerles ver el valor de lo que tienen en el pueblo, contribuían a generar vocaciones científicas.

Tere Martínez, una de las profesoras del CRA de Cedrillas, indicó que a lo largo de todos estos días habían intervenido en los trabajos de acondicionamiento en torno a 58 niños, y que la experiencia había sido muy positiva. Explicó que en las aulas les habían dado unas nociones básicas, y que después habían aprendido sobre el terreno lo que era una icnita y lo que se podía interpretar sobre la historia de la vida y cómo era el municipio cuando estaba poblado por grandes dinosaurios. Opinó que la teoría es “importante”, pero que con la práctica es con lo que los escolares fijan el conocimiento. “Aparte, cualquier actividad de este tipo es muy motivadora para ellos”, apuntó.
 

Unas niñas delimitan con sus manos una de las huellas dejadas en el yacimiento por un dinosaurio saurópodo


Sobre el terreno, los paleontólogos de la Fundación Dinópolis explicaron a los niños cómo se limpia un yacimiento de este tipo, y ellos mismos fueron los encargados de hacerlo con la ayuda de brochas, pinceles y recogedores. Además, con una réplica del esqueleto de la mano de un turiasaurio pudieron conocer cómo se producían las impresiones de las patas de estos animales, y por último vieron distintas maquetas de dinosaurios saurópodos para poder imaginar cómo se movían por allí cuando estaban en vida.

El viernes acudieron todos los escolares a trabajar en el acondicionamiento del sitio para retirar tierra y plantas y que se viesen bien las huellas. Era una delicia ver a niños de 3 a 12 años trabajando codo a codo con los paleontólogos de la Fundación Dinópolis, así como sus caras de sorpresa cada vez que los científicos les explicaban algo y aprendían, por ejemplo, que cuando vivieron los dinosaurios hasta allí llegaba el mar.

Arturo, de 10 años y de Ababuj, donde también tienen huellas de dinosaurio y las conoce, comentó que sabían que llegaba el mar porque habían encontrado fósiles de conchas marinas. Inés, de 9 años, se mostraba sorprendida de que Cedrillas hubiese tenido playa hace muchos millones de años, y sus compañeras María Pilar y Verónica, de 9 y 8 años, confesaban que nunca antes se habían imaginado eso ni que por allí hubiesen pasado los dinosaurios.

Eva, de 12 años, y Claudia, de 9, comentaban que era “bonito” descubrir las huellas y que iban a llevar a sus padres y familiares a enseñárselas, mientras que Nerea, de 11 años, argumentaba que ahora iban a tener “más turistas” y que el pueblo se iba a encargar de “cuidarlas y protegerlas”. De la misma opinión era Lucía, de 11 años, para quien la principal lección que habían aprendido era que había que “cuidar” las huellas “para que las puedan ver más personas”.

Como exploradores

Aris, de 6 años, explicó que lo más bonito había sido “encontrarlas” porque no sabía que estaban allí, y Melani, de 5 años, dijo que ahora se podía imaginar que por allí habían pasado los dinosaurios. Y Tiago, de 6 años, aseguró que con lo que más había disfrutado era con “explorar” los alrededores del pueblo para encontrar estas huellas. Al verlas allí y aprender que estaban en una playa se sorprendió porque no se lo imaginaba así, ya que “pensaba que estaban como en una selva”.

La capacidad de sorprenderse es lo que aviva las vocaciones científicas y lo que induce al conocimiento, al que han llegado estos escolares que con su trabajo contribuirán también a que la zona disponga de un nuevo recurso turístico dentro de esa Carretera de las Huellas de Dinosaurio impulsada por la Fundación Dinópolis, que cumple 25 años trabajando por la ciencia el desarrollo de la provincia a través de la paleontología, y que recorre lugares como Galve, Ababuj, El Castellar, Miravete, El Pobo y el propio Cedrillas, entre otros, para seguir los pasos de estos gigantes que han hecho de la provincia un territorio de gigantes.

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