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Los olivos de Oliete se hacen un hueco en la tierra de la Era del Tío Cesáreo en Bueña Los olivos de Oliete se hacen un hueco en la tierra de la Era del Tío Cesáreo en Bueña
Varias personas participaron en la jornada de hermanamiento en Bueña

Los olivos de Oliete se hacen un hueco en la tierra de la Era del Tío Cesáreo en Bueña

Abueñíza-Te y Apadrina un Olivo hacen un hermanamiento materializado en la plantación de ocho árboles
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Cruz Aguilar

La Era del Tío Cesáreo, impulsada por la Asociación Abueñíza-Te, de Bueña, y Apadrina un Olivo, de Oliete, se han hermanado puesto que en ambos casos una cesión permite la conservación de un patrimonio de gran relevancia para ambos pueblos. El pasado viernes se materializó el hermanamiento con la plantada de tres olivos en La Era del Tío Cesáreo que fueron donados por la asociación de Oliete.

Hasta Bueña se desplazó el presidente de Apadrina un Olivo, Alberto Alfonso, que hizo entrega de los tres chitos de olivo que fueron sembrados por los niños de la localidad, en un acto que simbolizaba el futuro de la relación entre ambas agrupaciones.

Pero en Bueña no solo se plantaron olivos ya que Manuel Centelles, que es un vecino de Alcañiz, donó cinco pistacheros para completar el amplio elenco de especies arbóreas que ya hay en La Era del Tío Cesáreo.

Este espacio lo creó Cesáreo Gimeno y en él convivían árboles, plantas y un huerto con esculturas y objetos realizados por él mismo a partir de elementos de reciclaje. Tras su muerte, la Asociación Abueñíza-Te llegó a un acuerdo con sus descendientes para que les cedieran el espacio para su uso a cambio del mantenimiento.

Olivos centenarios

El acuerdo es similar al que existe en Oliete con respecto a los olivos centenarios, que siguen siendo propiedad de sus dueños pero los han cedido a la Asociación Apadrina un Olivo con el fin de que se ocupen de su mantenimiento. Desde la asociación de Bueña explicaron que tomaron la idea de Oliete e iniciaron ya hace tiempo unos contactos que ahora se han formalizado de la mano del hermanamiento.

Además de la plantada de los árboles, en la jornada del pasado viernes se llevó a cabo una visita guiada por todo el pueblo a través de las baldosas de cerámica realizadas por el artista local Javier Santos. Después, todos los asistentes participaron en una comida de hermandad en el bar del pueblo. El establecimiento está gestionado por una familia venezolana que preparó diversos platos de comida típica de este país.

Durante la jornada se hizo entrega e una acuarela del artista local Javier Santos a Manuel Centelles en agradecimiento por la donación de

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