Los vecinos de Bueña reciben la visita de un obispo después de dos décadas

El obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué Huerto, que fue ordenado el pasado 18 de septiembre en la Catedral de Teruel, participó el sábado 2 de octubre en la eucaristía de la fiesta de  Nuestra Señora del Rosario de Bueña, donde hacía más de dos décadas que no recibían una visita episcopal.

José Antonio Satué, que procede del municipio oscense de Sesa, se mostró interesado en realizar esta visita para encontrarse con los fieles de un pueblo pequeño, como Bueña, de unos 50 habitantes.

Allí pudo conocer la realidad de muchas de las parroquias y localidades turolenses, castigadas por la despoblación y la falta de niños. También se interesó por la situación en la que se encuentra la torre de la iglesia parroquial, que acusa un creciente desprendimiento del resto del edificio. Satué se comprometió a comunicarlo a los técnicos para que realicen una revisión porque, según sus propias palabras, “es necesario mantener lugares tan especiales con gente tan acogedora como la de Bueña y aunque sea un lugar pequeño realmente se puede apreciar su valor”.

Cofradía

La Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Bueña es la que se ocupa de organizar la fiesta anual en honor de la Virgen en el primer domingo de octubre y este año contó con la participación del Coro Unión Musical Nuestra Señora de los Pueyos de Alcañiz. La actuación, muy disfrutada por los asistentes, estuvo patrocinada por el Ayuntamiento de Bueña y la colaboración de la Diputación Provincial de Teruel.

Al finalizar el acto litúrgico todo el pueblo se brindó a inmortalizar el día realizándose una foto de familia el obispo.  Posteriormente, todo el pueblo pudo disfrutar de una merienda, bajo el estricto protocolo que establecen las recientes medidas de seguridad y normas sanitarias, organizada por la Asociación de Amas de Casa de Nuestra Señora de la Asunción, voluntarios de la Asociación Cultural A-Bueñíza-Te y niños y jóvenes de Bueña, que habían decorado el pabellón utilizando los colores de las banderas del Vaticano y colocando la merienda en bandejas marcadas por unidades separadas.