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Se cumplen 61 años del cambio de nombre de El Poyo al de El Poyo del Cid Se cumplen 61 años del cambio de nombre de El Poyo al de El Poyo del Cid
La estatua del Campeador preside la entrada a la localidad, en una imagen de una recreación de la fiesta

Se cumplen 61 años del cambio de nombre de El Poyo al de El Poyo del Cid

El sentimiento de apego a la figura del Campeador es hondo en el municipio
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José Luis Rubio

“Se autoriza el cambio de nombre del pueblo de El Poyo por el de El Poyo del Cid”. Así lo leyeron los turolenses el 29 de junio de 1962 en la portada del Lucha, Diario de las FET y de las Jons, en la que se daba “referencia de los tratado en el Consejo de Ministros celebrado bajo la presidencia de S.E. el Jefe del estado”, en referencia a Francisco Franco.

Tras una larga lista de acuerdos, informes, actas y decretos (25 en total) le llegó el turno al municipio turolense. En la cuarta página del rotativo, en la que se seguían recogiendo las conclusiones ministeriales, se da cuenta del “expediente por el que se autoriza el cambio de nombre del municipio de El Poyo (Teruel) por el de El Poyo del Cid”.

El arraigo de la identidad cidiana ha sido muy hondo históricamente. El alcalde de Calamocha, villa de la que dependen administrativamente esta localidad de la vega del Jiloca, recordaba cómo “ya en los años 60 (los niños) íbamos a la loma a buscar restos del Cid, a ver si encontrábamos la corona del Cid”. Manuel Rando explicó que “en la idiosincrasia de este pueblo subyacía la figura del Cid Campeador”.

El alcalde, que durante cerca de 20 años fue profesor en esta localidad, recordaba cómo la figura del Campeador está muy presente también en la escuela.

Importancia

Rando insistió en que en esa década “subyacía en el pueblo y en el entorno la importancia de la figura del Campeador porque (el pueblo) aparecía en el Cantar del Mío Cid”. Los versos 900 y siguientes de la obra anónima mencionan el sitio de Teruel explícitamente contando que “Aquel poyo, en él hizo acampada; mientras que sea el pueblo de moros y de la gente cristiana, el Poyo de mí­o Cid le llamarán en los mapas”. Y desde el 29 de junio de 1962, en efecto, los mapas lo llamaron así.

El vínculo emocional con la figura de Rodrigo Díaz de Vivar ha hecho que en este municipio haya prosperado la Asociación Mío Cid, responsable de la organización de la fiesta de recreación histórica Encuentro Mío Cid, que se celebra cada primavera desde hace 25 años y que en su última edición apostó por dar un salto de calidad para ganar todavía más peso específico dentro del calendario de fiestas.

Además, y desde la primera edición de estos Encuentro, la entrada a la localidad está presidida por una imagen pedestre del de Vivar realizada en bronce por el artista bilbilitano Luis Moreno Cutando, que este año fue reconocido con el premio Campeador de la Asociación Mío Cid

 

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