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Un trabajo arqueológico de gran ayuda  para interpretar otras posiciones bélicas Un trabajo arqueológico de gran ayuda  para interpretar otras posiciones bélicas
Fotografía aérea de la Loma de la Solana en 1956 (“Vuelo Americano”, serie B) e imágenes en 2025 de las posiciones LS-1 (detalle del puesto de mando), LS-2 y LS-6. La escala varía según la imagen

Un trabajo arqueológico de gran ayuda para interpretar otras posiciones bélicas

Estas construcciones responden al fenómeno conocido como de alta intensidad y corta duración
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Una amplia excavación arqueológica en área como la realizada en el conjunto de la Loma de la Solana, en Cañada Vellida, permite extraer una serie de conclusiones generales, aplicables a otras posiciones turolenses de este conflicto bélico.

Las posiciones de la Guerra Civil obedecen al tipo de fenómenos conocido como “de alta intensidad y corta duración”. La intensidad de su construcción y uso queda fuera de toda duda. Tal vez sorprenda más la clasificación de “corta duración”: nunca es corta una guerra y menos si es civil. Pero debe tenerse en cuenta la escala de tiempo utilizada como referencia y la comparativa con otros elementos del Patrimonio Bélico, como los castillos, utilizados durante varios siglos.

Pero la corta vida útil de estas estructuras (poco más de un año y medio, a veces mucho menos), no implica que estemos ante un fenómeno tan simple como podría parecer a priori. Además de la propia complejidad que adquirieron algunos de estos conjuntos, su variación en ese corto intervalo de tiempo fue muy notable. Valga como ejemplo las posiciones del entorno de Teruel: la mayoría de las que fueron construidas por los sublevados para la defensa de la ciudad, fueron tomadas por el ejército de la República, que debió reorganizarlas, primero para prestar apoyo a sus operaciones sobre Teruel y luego para frenar la contraofensiva franquista; y poco después, fueron reconquistadas por el ejército sublevado, que en algunos casos las pudo reorganizar nuevamente. Y aún hubo más cambios en algunas posiciones, que fueron tomadas y recuperadas en varias ocasiones. Esta sucesión de cambios de manos supondría modificaciones en la orientación de las líneas de fuego, ubicación de las zonas de vida y otras instalaciones, bajo las órdenes de ingenieros militares distintos.

Modificaciones de criterio

Además, hay que tener en cuenta las modificaciones de criterio derivadas de la evolución de las circunstancias. Éste es el caso de la Loma de la Solana de Cañada Vellida; diseñada y parcialmente construida como un bastión capaz de albergar muchos cientos o varios miles de soldados que pudieran contener un avance franquista hacia las Cuencas Mineras, al final quedó inconclusa y hubo que reorganizarla para que operase con un contingente mucho más reducido.

Aquí viene una importante lección de la Loma de la Solana: no hubiera sido posible detectar esta circunstancia sin una amplia excavación en área, realizada en este caso en tres partes perfectamente diferenciadas (LS-1, LS-2 y LS-6).

Las huellas

Las fortificaciones de la Guerra Civil no solo son un conjunto de estructuras de diversos tipos; también son el escenario de la vida de las tropas acuarteladas y de los acontecimientos bélicos en las que estuvieron involucradas. Aunque contamos con abundante información gráfica, sonora y escrita sobre las condiciones de vida en el frente y las operaciones bélicas, la “cultura material” (objetos de todo tipo asociados) puede proporcionar una valiosa información sobre cómo se produjeron los acontecimientos. Evidentemente, esa información no cambia lo que ya sabemos a nivel general; pero amplía o matiza una información frecuentemente parca y orientada a unos determinados intereses. Los restos de latas de conserva, clavos, hojas de afeitar, cristales, trozos de piquetas, alambres de espino, fragmentos de metralla, vainas, etcétera. no tienen un gran interés por sí mismos (son elementos sobradamente conocidos), pero sí su localización o dispersión, ya que contribuyen a definir la función de los espacios (que no siempre es clara), la organización de las partes de las defensas que han desaparecido (como las líneas de alambradas) y el desarrollo de los acontecimientos (maniobras de distracción, puntos en los que se concentra el ataque, huida precipitada o repliegue ordenado, etc.).

Esta información se ve mermada por la masiva retirada de elementos realizada durante más de siete décadas, y que aún sigue deteriorando estos yacimientos arqueológicos. Este proceso borra las huellas de los acontecimientos, privándonos de importantes matices y detalles.

Y, al igual que en el caso anterior, resulta muy difícil extraer conclusiones de la dispersión de los objetos salvo en el caso de intervenciones de una cierta amplitud.

Un nuevo recurso

No por sobradamente sabido, debe dejar de mencionarse la importancia que tiene el Patrimonio Cultural en general, y el Bélico en particular, como recurso crítico de cara al futuro de nuestros pueblos. En el caso concreto de Cañada Vellida, la puesta en valor de la Loma de la Solana permitirá otorgarle un especial protagonismo a este municipio dentro del turismo cultural enfocado al Patrimonio Bélico de la Guerra Civil. Cañada Vellida no solo dispone de una serie de posiciones de singular interés, sino que, además, ha decidido apostar por ellas, convirtiéndolas en el eje vertebrador de su oferta turística.

Las labores en curso de protección, accesibilidad, señalización y dotación informativa, permitirán singularizar aún más la oferta turístico-cultural de la red Atrincherate. Vestigios de la Guerra Civil de la Comarca Comunidad de Teruel con la incorporación de este nuevo punto de referencia.