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Una intensa carrera para la música que sabe dar sus frutos y mucha contagiosa felicidad Una intensa carrera para la música que sabe dar sus frutos y mucha contagiosa felicidad
Organizadores y familiares abrieron la II Maratón Homenaje Antón García Abril. Carlos Gurpegui

Una intensa carrera para la música que sabe dar sus frutos y mucha contagiosa felicidad

Valderrobres celebró la II Maratón Homenaje Antón García Abril con éxito de participación
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La Escuela Municipal de Música de Valderrobres acogió este sábado la celebración de la II Maratón Homenaje Antón García Abril, iniciativa de la Asociación de Escuelas y Centros de Enseñanzas Musicales de Aragón (Aecema), consistente en realizar una maratón de música compuesta por el compositor turolense Antón García Abril, que estuvo interpretada por varios alumnos de diferentes escuelas de música pertenecientes a la asociación. 

Fue un hermoso acto intenso y participativo, de visibilidad del trabajo de alfabetización musical y de sus aprendizajes, compromiso y emoción que contó con la presencia de la familia del compositor, sus hijos Antón y Adriana, así como de la responsable de la Fundación Antón García Abril, María de la Morena. En esta edición asistieron las Escuelas de Andorra, La Ball de Benasque, Pinseque y Santa María de Zaragoza, además de la de Valderrobres, anfitriona de la cita. Desde 1996, Aecema reúne a asociados para trabajar juntos en actividades de formación, culturales, informes, normativas, etc. y contribuyen en la mejora del sector desde la dinamización de la educación musical.

Poner en valor la figura y obra del maestro “ha sido nuestro principal interés, el interpretar y disfrutar de la música de Antón García Abril, uno de nuestros mayores exponentes en materia de composición, ya no sólo en Aragón sino a nivel nacional e internacional, pues posee una extensísima obra de composiciones para piano, cuerda, música de cámara, vocal, bandas sonoras, y ganador de varios premios a su música y trayectoria. Posiblemente podríamos destacar la extensa obra que tiene para que la puedan interpretar y disfrutar los niños y músicos principiantes”, destacó José Miguel Roig, director de la Escuela de Música de Valderrobres.

 

La familia del compositor turolense recogió un detalle. C. Gurpegui

Un poderoso legado

“Una vastísima y diversa obra musical -coincidió y ahondó Pilar Badía, directora de la Escuela de Música de Pinseque y secretaria de Aecema-, que abarca desde música de piano, sinfónica, de cámara y vocal, hasta ciclos de canciones y, de manera muy destacada y popular, más de 200 bandas sonoras para cine y televisión, muchas de las cuales forman parte de la memoria colectiva en España, como la sintonía de El hombre y la Tierra. Su legado reside en su personal estilo, su independencia creativa y su significativa contribución al desarrollo de la música española contemporánea, siendo una figura fundamental”. Para la directora de la Escuela de Música de la Ball y vicepresidenta de Aecema, Pilar Blázquez, el principal legado de Antón García Abril es “su valioso material para la enseñanza del piano y otros instrumentos”.

Y para Ana Pilar Zaldívar, directora de los Centros de Música Santa María y presidenta de Aecema, este legado “no es sólo musical sino también personal. Él es interesante cuando compone y también mucho cuando habla o escribe. Lo hace sobre todas las artes y por la vida en general. Además su familia, su maravillosa esposa Áurea y ahora sus hijos, especialmente Adriana y Antón, que son una presencia viva de Antón, y de su personalidad tan amable y cariñosa sobre todo con los niños”. Cuestión en la que coincidió con la directora de la Escuela de Música de Andorra, Ana Pallarés, pues “Antón destacaba en lo personal por su cercanía y por su presencia estimulante, lleno de curiosidad, generador de bellas melodías que llegan y llenan el alma. Junto a su música y su esposa y compañera de camino Áurea, es el mejor embajador de nuestra tierra. Legado imperecedero que continúan sus hijos y la Fundación que lleva su nombre”.

Una maratón única

“De la maratón, destacaría que era un sueño de Antón, y cumplirlo y hacer una segunda edición ya es una satisfacción para todos y una muestra de trabajo en equipo. ¡Antón nos une!”, exclamó Ana Pilar Zaldívar. También para Ana Pallarés, su valor añadido es esta capacidad “de unir a escuelas de música dispersas en kilómetros, pero cercanas en sintonía. Supone la confianza de los alumnos y de sus familias en nuestros centros educativos y las sinergias que se entrelazan gracias a ellos”. Y para Pilar Blázquez, esta maratón aporta “una motivación extra para los alumnos y que se conozca más la obra de este gran autor”.

Para Pilar Badía, esta maratón “pone la obra de Antón García Abril en manos de las nuevas generaciones de músicos. Supone una oportunidad única para que niños y jóvenes de las escuelas de música de Aragón se acerquen a su repertorio. La interpretación de obras especialmente compuestas para ellos, como las de los Cuadernos de Adriana, que son pura magia para enseñar, hace que la música de García Abril sea accesible y atractiva para los más jóvenes, estimulando su amor por la música a través de un compositor clave de su tierra. Además, el evento en sí mismo genera un punto de encuentro y celebración en torno a su figura y obra. Es una oportunidad de sentirse parte de algo grande donde el estudio, el esfuerzo, tiene una recompensa preciosa: compartir música, emocionar y emocionarse”.

 

La cita resultó toda una fiesta participativa por y para la música. C. G.

Un deseo futuro

“Un deseo para esta maratón sería consolidarse y expandirse, llegando a involucrar a un número aún mayor de escuelas y jóvenes músicos a lo largo de toda la geografía aragonesa y, quizás, más allá”, animó Pilar Badía. “Se buscaría que cada vez más niños tuvieran la oportunidad de conectar con la música de García Abril, asegurando así que su legado perdure vibrante y siga inspirando a futuras generaciones de intérpretes y aficionados a la música”.

Pilar Blázquez también expresó su sincero deseo de crecer en el futuro, “que los alumnos disfruten de estos encuentros y quieran participar cada vez más”. O dicho de otra forma: “Seguir alimentando el crecimiento musical de nuestros alumnos con música de Antón y seguir apostando por la educación musical como lo que es: educación en valores”, aseveró Ana Pallarés. O, en definitiva, como subrayó Ana Pilar Zaldívar, “seguir difundiendo la obra de Antón y trabajando Escuelas y Centros juntos por la Música en Aragón”.

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