Una ruta senderista, toda ella rodeada de aerogeneradores, partió del casco urbano de Valdeconejos y alcanzó la sierra de San Just. Agustín Sanz Viturí
A la vez que se desarrollaba el Festival contra la despoblación en Allepuz, en Valdeconejos se congregaban alrededor de 70 personas para volver a poblar todo un símbolo de lo que es la España vaciada y disfrutar de un “fin de semana de convivencia” en el que no faltó la música y los juegos tradicionales. Durante el invierno, no llegan a media docena los hogares que permanecen abiertos en esta localidad turolense que volvió a llenar, este fin de semana, de bullicio y recuerdos sus desoladas calles.
La iniciativa había partido del Ayuntamiento de Escucha y de la Comisión de Fiestas de Valdeconejos. Se iniciaban las actividades el viernes con la proyección del documental “Arnaudas: más allá del cancionero” y un concierto ilustrado en la iglesia de Santo Domingo de Silos, que reabría sus puertas para la ocasión. El sábado, una marcha senderista dio el pistoletazo de salida al denso programa de eventos. Las personas participantes recorrieron el trazado de la Ruta de los molinos, que partió de Valdeconejos para alcanzar la sierra de San Just y realizar un itinerario, rodeados de aerogeneradores, en una mañana en la que el viento fue el principal protagonista y que no impidió a los andarines disfrutar de las maravillosas vistas que ofrecía el alto de la loma. Durante el fin de semana hubo actividades para todos los públicos. A. S. V.
Tras la marcha y hasta la hora de comer, la Asociación del Patrimonio Minero de Escucha desplegó un menú de juegos tradicionales para el disfrute de chicos y adultos. Hubo birlas y bolinches, para mujeres y hombres; los redonchos volvieron a recorrer la calle de entrada al pueblo, junto al trinquete, a la vez que algunos se atrevían a subir en los zancos realizados, como antes, con botes reciclados. También se elaboraron algunos viejos juguetes como carrascletas o ranas, con cáscaras de nuez y palitos, o los molinetes, los molinillos hechos con tiras de papel entrelazado. Y se acabó con un improvisado y divertido concurso de lanzamiento de albarca o de alpargata.
A la vez que tenían lugar los juegos, algunos voluntarios de la Comisión prepararon las brasas para la asada de carne que se degustaría en el mediodía. En la sobremesa hubo de todo, sobre todo conversación y bullicio, un animado bingo, las jotas de Maruja y hasta degustación de alguno de los productos de la granja de insectos de Cuevas de Almudén, que constituye otro ejemplo más del empeño de la lucha contra la despoblación.
Por la tarde, el disfrute llegó de la mano del genial Dj Gelete que puso música al tardeo ochentero; y la noche se cerró con una cena de hamburguesas que clausuró una jornada plena de convivencia, el objetivo prioritario de este encuentro. Los vecinos de Valdeconejos y los llegados de Escucha, Palomar de Arroyos, Castel de Cabra, Cuevas de Almudén, Teruel y todos los que participaron del evento ya están esperando una próxima convocatoria, con el deseo de consolidar un encuentro entre vecinos dibujado para disfrutar de lo nuestro.
