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Contradicciones

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Fabiola Hernández

Termina el año esta semana y me pilla leyendo sobre La fragilidad del mundo, eligiendo unos vinos que me permitan sortear la inflación galopante sin perder mi condición de aficionada Premium y pensando en si soportaré el próximo verano sin aire acondicionado. Qué ingenua, pensarán: creer que puede capear la indecente subida de precios; asegurar que llegará a junio. Ahí empiezan las contradicciones.

¿Recuerdan cuando se decía que de la pandemia íbamos a salir mejores? Las dudas que surgieron en 2021, las ha despejado 2022. En Europa, ha empezado una nueva guerra, en Irán, el gobierno ha ejecutado públicamente a hombres por defender a las mujeres que había asesinado antes a escondidas, e Intermon Oxfam calcula que en el mundo hay unos 860 millones de personas que viven con menos de 2€ al día. Una vez más, “olvidamos que el mundo no nos pertenecía, dice Mèlich,…que tenía que ser protegido”.

En España, es imposible comprar fruta por menos de 1,5€ el kilo o aceite de oliva por debajo de 5€ litro. No sé cuánto le costarán a nuestro erario público las enfermedades que genera la obesidad, ni las campañas de concienciación en las que no se dice que cada vez comemos menos pescado porque no lo podemos pagar. Sé, que pese a todo, diciembre termina como cada año, con el soniquete de San Ildefonso, la felicidad desbordada de unos pocos que el día anterior no parecían tener ningún motivo para alegrase y los otros 47 millones de compatriotas contagiados hasta las lágrimas. Nada que se parezca a la celebración de la victoria del mundial de fútbol en Buenos Aires. Si ante cada acto de vandalismo del poder, en cualquiera de sus formas, nos echáramos a la calle como para celebrar los triunfos de nuestras selecciones, las dictaduras tendrían los días contados. Es la más visible de nuestras incoherencias, pero no me atrevería a decir que la más profunda.

Adelantándome unos días, para 2023 y todos los años posteriores, les deseo una buena vida. El secreto: no se torturen, firmen un pacto honrado con sus contradicciones.