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Manténgase a la espera Manténgase a la espera

Manténgase a la espera

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Fabiola Hernández

“Todos nuestros operadores están ocupados, manténgase a la espera”. Dice la nueva Ley de Atención al Cliente que ya no podemos escuchar esto más de tres minutos, que es ilegal. ¿Lo han probado? Yo, sí. Supongo que las grandes empresas de telefonía, eléctricas o incluso de maletas, no pretenden burlar esta norma, simplemente la desconocen.

Como dicen en los anuncios rodados por especialistas: no prueben ustedes a hacer lo mismo (me refiero a incumplir la ley) no les va a salir bien. Desde el 29 de junio, además, la nueva Ley general de telecomunicaciones prohíbe las llamadas comerciales a clientes que no hayan dado su consentimiento. El mismo texto da a las empresas un año para adaptarse, será por eso que les siguen despertando de las apreciadísimas siestas veraniegas, no sean mal pensados. Y así avanza el verano: entre sueños interrumpidos y reclamaciones no atendidas. Llega ahora el Ministerio de Consumo a multar a las aerolíneas de bajo coste por cobros ilegales de servicios que se embolsan desde que se crearon. Cinco años lleva la Asociación de consumidores FACUA denunciando esta práctica y en este tiempo, varios juzgados les han dado la razón a los usuarios, pero de momento, la administración investiga a varias compañías por unas tarifas que todos asumimos cuando nos enfrentamos a la compra de un billete de avión como quien se adentra en un campo de minas. Y pregúntenles a sus hijos y a sus nietos sobre los requisitos de los festivales de música: desde pasar horas y horas sin comer ni beber si no quieres hacer un desembolso extra, a pagar porque te devuelvan el dinero que te obligaron a dejar en depósito.

Ahora Consumo lo va a investigar también. ¡Qué alivio! Algunas líneas de pensamiento actuales afirman que los consumidores movemos el mundo, pero vistos desde la playa, más bien parecemos barquichuelas zozobrando entre las sospechosas tormentas que desatan multinacionales y gobiernos, en las que a menudo nos acabamos ahogando mientras esperamos.