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No funciona No funciona
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Fabiola Hernández
En las sociedades occidentales como las europeas o la estadounidense que presumen de democracia, meritocracia y participación ciudadana, tenemos pendiente una profunda reflexión que no podemos seguir posponiendo, igual que no se aplaza una operación o una quimioterapia contra un cáncer. Las reglas del juego que nos hemos dado entre todos, lejos de asegurar que los más preparados o los más comprometidos con el bienestar común acceden al poder, premian la ambición sin escrúpulos, la capacidad de manipulación y la lealtad mal entendida.

Las elecciones, por ejemplo, hace tiempo que dejaron de garantizar la selección de un proyecto honesto y viable y se convirtieron en batallas publicitarias donde ganan quienes tienen más recursos, más visibilidad y más capacidad para vender una imagen, legitimados además en nombre de un supuesto carisma que en vez de englobar las virtudes de un gran líder, ahora mismo describe las de un perfecto mentiroso.

Los partidos políticos han funcionado desde su creación como la mejor herramienta para luchar contra el despotismo y las dictaduras, pero desde hace tiempo están mostrando una peligrosísima deriva que las está convirtiendo en estructuras cerradas que recompensan ante todo la lealtad interna y el servilismo. Esto, unido a los condicionantes que imponen los poderes económicos y mediáticos, crea una fachada democrática bajo la cual opera una oligarquía de facto. Además, esta corrupción del sistema tiene otra consecuencia fatal: cada vez más ciudadanos perciben que su voto no cambia nada, que los políticos son todos iguales, y que el poder responde a sus propios intereses.

Y no se trata de un problema individual, tal y como oímos predicar desde los actuales púlpitos laicos, sino la consecuencia del fallo generalizado de un sistema que ideamos para garantizar que no pasara lo que está pasando. Necesitamos rediseñar los caminos de acceso al poder, una revolución social que recupere la política como servicio público, la realidad nos repite tozudamente que el actual no funciona.