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Ruedas de molino Ruedas de molino

Ruedas de molino

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Fabiola Hernández

¿Casualidad o injusticia poética? El día en que gobierno y sindicatos acuerdan subir el salario mínimo interprofesional a 1.080 al mes, sin la aprobación de la patronal, que no ha acudido a las últimas reuniones, el IBEX 35, el índice de referencia de las empresas más potentes de España, se dispara un 10% y cierra su mejor mes de enero en 22 años y el BBVA presenta un beneficio de 6.420 millones de euros, el mayor de su historia; pocos días antes, otro banco, el Sabadell, había anunciado un aumento de sus beneficios de un 62%.

¿Saben por qué los empresarios se levantaron de la mesa de negociación? Aceptaban que el SMI pasara de los 1.000 euros en vigor a los 1.040; con dos condiciones: que el ejecutivo modificara la legislación para ligar obligatoriamente los contratos públicos a este aumento y segunda, que se aplicara una rebaja de cotizaciones del 20% en el sector agrario y en las empleadas del hogar, los más afectados por el SMI. Y mientras tanto, tragándose la sopa de números de los organismos nacionales e internaciones encargados de las fórmulas magistrales con las que salvar nuestra economía (perdón, la suya) que visto lo visto, no es la misma.

Aprendan a cocinar todos antes de dar consejos, y tengan en cuenta que las ruedas de molino, por mucho que las pongan a macerar, las cuezan en olla exprés, y las gratinen seguirán siendo difíciles de tragar, así que por lo menos, tómense la molestia de intentarlo; mejor, contraten a Adriá o a Arzak, que con sus sueldos/beneficios no van a tener problema.

Nadie en su sano juicio renegaría de los empresarios. Ojalá hubiera más, ojalá lo fuéramos todos (claro, que entonces tendríamos un verdadero reto con la mano de obra) pero uno de los problemas más graves de este país sigue siendo la rancia mentalidad empresarial cuyo principio vertebrador es la lucha contra hordas de limpiadoras, temporeros y operarios de mataderos intentando cobrar 40 euros más al mes para ponerlos en la bechamel de las ruedas de molino;  parece ser que así raspan menos cuando se tragan.