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Verdad Verdad
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Fabiola Hernández

Antes de que nos arrastren otras verdades: las de la deuda perdonada, las del número de amnistiados, las de los heridos y detenidos en las manifestaciones, las del traspaso de competencias y cupos fiscales, y por fin, la del número de mentiras que un español medio puede soportar en varias décadas, les pido que dediquemos un tiempo a una de esas verdades que no se nos deberían olvidar: los seis grandes bancos españoles ganaron casi 20.000 millones de euros hasta septiembre, un 23% más que en el mismo periodo del año anterior.

El motivo principal: la diferencia entre lo que cobran por los créditos y lo que pagan por los depósitos. Después de la subida del precio del dinero más violenta de la historia (por su cuantía y su rapidez) el Euribor, es decir, el índice con el que se calcula el interés que pagamos por las hipotecas, supera el 4% y a eso hay que sumarle el porcentaje añadido que negociamos en las variables (la mayoría).

En el otro extremo, y sin que nadie ponga ninguna objeción, la media del interés que pagan los bancos a un pequeño ahorrador por su dinero es de un 2´3%. En el resto de los países europeos, de verdad que los bancos pagan un 3%. Y hay que añadir otra certeza que pugna por sacar la cabeza entre los intentos de enmascaramiento de estos últimos 15 años: en 2012, el gobierno de turno inyectó a la banca española una cifra imposible de precisar que ha generado un agujero en las cuentas públicas que ronda los 75.000 millones de euros (otro número que no se puede concretar porque depende de si se consultan los informes de Eurostat, el Tribunal de Cuentas o el Banco de España) No les miento: les he sacado una media redonda, diez mil millones arriba, diez mil millones abajo. Tampoco hay certezas en la cifra recuperada por el Estado hasta ahora. Ni los más optimistas llegan a los 15.000 millones.

No me atrevo a sacar la media, pero sí a decirles que tiren por lo bajo si quieren acertar. Rebuscando entre las contradicciones que condensa la sabiduría popular, apenas hay verdades absolutas. Veo una: la banca siempre gana.