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Alfonso del Moral, ganador del II Premio Spiritu del Museo de Arte Sacro de Teruel Alfonso del Moral, ganador del II Premio Spiritu del Museo de Arte Sacro de Teruel
‘Retablo de Ícaro o Dispositivo religioso de caída libre’, de Alfonso del Moral, obra ganadora del Premio Spiritu 2023

Alfonso del Moral, ganador del II Premio Spiritu del Museo de Arte Sacro de Teruel

Su pieza será expuesta en el MAST junto a los tres accésit y once obras seleccionadas
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El artista murciano Alfonso del Moral es el ganador de la segunda edición del Premio Nacional de Arte Spiritu 2023, convocado por el Museo de Arte Sacro de Teruel (2023), con su pintura Retablo de Ícaro o Dispositivo religioso de caída libre, que el jurado valoró como la mejor de las 33 obras procedentes de toda España admitidas a concurso.

El jurado decidió además conceder tres accésit, al producirse un triple empate en la puntuación de las obras Catarsis de la turolense Andrea Tolosa-Cotoré, La tri-unidad del ser de Lydia Floría Muelas, de Zaragoza y Exvotos de Cristina Guerrero Rey, que procede de Burgos.

Las cuatro obras ganadoras, junto a una selección de todas las que han concursado, se mostrarán al público en una exposición temporal que será inaugurada en el MAST el 1 de diciembre, día en el que se realizará la entrega oficial de premios.

En su fallo, el jurado del II Premio Nacional de Arte Spiritus ha querido hacer constar que “el nivel tanto técnico como artístico de las obras presentadas ha sido muy elevado, por encima de las expectativas generadas. Respecto a la convocatoria de 2022, se ha aumentado significativamente el número de obras presentadas y la procedencia de las mismas”.

El ganador, Alfonso del Moral es un joven artista nacido en Murcia en 1992, formado en primera instancia con los pintores Pedro Cano, Pablo Hernando y Ana Vázquez antes de estudiar Derecho y Bellas Artes en Valencia. Comenzó a exponer en 2017 con exposiciones co lectivas como Los jardines del Mediterráneo en el Museo de Murcia o individuales con Ándalus en la Galería Chys.

Antes que el Premio Nacional Spiritu del MAST, Del Moral ha obtenido reconocimientos como la Beca de Pintores Pensionados del Palacio de Quintanar de Segovia, el tercer premio del Festival Internacional de Acuarela de la Alegría de Chaouen (Marruecos) o el premio Marche d’Acqua de la Bienal Internacional de Acuarela del Museo de Fabriano (Italia).

‘La tri-unidad del ser’, de Lydia Floría Muelas, una de las obras premiadas con un accésit

Especializado en retratos, en los últimos años ha realizado individuales en Madrid con la galería Arniches 26, como Just some fantasies (2021), Yo somos (2022) o La falsa promesa (2023) –expuesto en The Social Hub Madrid–, y ha participado en conocidas ferias como Urvanity Art Madrid 2023, ha formado parte de la muestra PAM PAM 23 en las Reales Atarazanas de Valencia con el proyecto Caída libre (2023). También en 2023 ha realizado exposiciones individuales en Malmö y Estocolmo (Suecia).

La pieza ganadora del concurso recrea en un políptico el mito de Ícaro, el hijo de Dédalo, y lo funde con el uso de las últimas tecnologías, creando un trampantojo en el que el lienzo toma la apariencia de un tablet o dispositivo móvil, a través del cual el supuesto Ícaro se comunica con sus seguidores a través de las redes sociales.

Exposición colectiva

La pieza ganadora de Alfonso del Moral, junto con los tres accésit, se expondrán en una exposición temporal que podrá visitarse en el MAST desde el 1 de diciembre (inauguración a las 17.30 horas), fecha en la que se entregarán los premios oficialmente, y el 31 de enero de 2024. Formarán parte de esta exposición, además, una selección con once de las obras que se presentaron a concurso: Sacra conversación de Álvaro Soto, Neuma de Brais González Abal, ¿Qué somos? de Christian Montes Hervás, Acristalar el duelo de Clara Romeo Pasamar, Alma de Estela Ferrer Peraire, La experiencia trascendental de Ignacio Aparicio San Román, Al firmamento de Jorge Fortea Gallart, El misterio de la fe, de Susana Alamán Sanz, Sentarse a sentirse de María C. Ramos, A dónde van los espíritus que habitan en lo desconocido de Mateo G. Patón y Quesusín Quesuseca de Yasmina Oliveros.

Catarsis, de Andrea Tolosa-Cotoré

El director del MAST, Pedro Luis Hernando, en nombre del jurado, se mostró en un comunicado satisfecho “por la calidad de las obras”, algo que contribuye al afianzamiento del Premio Spiritu. “Gracias a la colaboración económica de Fundación Térvalis podemos disfrutar en Teruel de una interesantísima selección de obras de arte, realizadas por jóvenes artistas, no por ello inexpertos, que se encuentran construyendo los fundamentos de lo que será la creación artística española de las próximas décadas”.

Obra joven y novedosa

Según el fallo las piezas que se expondrán tienen en el interés especial de proceder de artistas “ubicados en la más evidente modernidad, en plena experimentación, viviendo desde el límite de lo presente”. Se trata, según Hernando, de “una creación menos mediatizada por los valores del pasado, pero que tiene igualmente presente las preguntas básicas que todo ser humano se hace en algún momento de su vida. Reflexiona sobre la sociedad, sobre el papel de cada individuo en la comunidad, pero también sobre las relaciones humanas, la maternidad, o la naturaleza del alma humana”.

El Premio Nacional de Arte Spiritu está dotado con 1.000 euros de premio para el ganador, que patrocina Fundación Térvalis, y está destinado a promocionar la creación artística entre estudiantes matriculados en cualquier titulación universitaria de Bellas Artes de España, y egresados de hasta cuatro años de antigüedad. Admite piezas realizadas en cualquier disciplina o técnica, que desarrollen temas relacionadas con lo espiritual, no necesariamente desde el punto de vista religioso sino en el más amplio de los sentidos; desde la idea de trascendencia hasta la búsqueda de lo divino, pasando por conceptos como la muerte, los sentimientos, la existencia o las relaciones humanas.

El ganador de la convocatoria del pasado año fue Luis Salvador, procedente de Sanzoles del Vino (Zamora). Su obra ganadora, Fragmentos, forma parte de la colección del MAST.

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