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Arranca la gira teatral de Proyecto Caravana con ‘La Huella de mi zapato’ Arranca la gira teatral de Proyecto Caravana con ‘La Huella de mi zapato’
Marta Enguix y Josevi Pepiol, con sus ‘alter ego’ en forma de títeres del mágico Taller de Calzado que girará por todo Teruel

Arranca la gira teatral de Proyecto Caravana con ‘La Huella de mi zapato’

La obra se estrenó ayer en Mora y visitará todos los colegios de la provincia
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La compañía teatral turolense Proyecto Caravana dio ayer por comenzada en Mora de Rubielos la gira teatral de La huella de mi zapato, un montaje que llevarán durante los próximos meses por todos los colegios de la provincia de Teruel en un total de más de 60 funciones.

La gira se enmarca dentro de la primera edición de la campaña escolar Educando en Igualdad organizada por la Diputación Provincial de Teruel, a través de la cual se acercará a los centros de Educación Infantil y Primaria un montaje teatral que, a través de la poesía visual, del clown y del teatro de títeres y de objetos, difunde un mensaje positivo sobre la diversidad, el buen trato y la igualdad de género, entre otras cosas. Es una iniciativa del área de Igualdad de la DPT en coordinación con la sectorial provincial de Igualdad, que reúne a la institución provincial con la Subdelegación del Gobierno y las diferentes comarcas turolenses.

El montaje fue estrenado el pasado viernes en Olba, localidad de residencia de los componentes de Proyecto Caravana, en un ensayo general final, y ayer por la mañana se estrenó ante el público escolar de Infantil y primer ciclo de Primaria de Mora de Rubielos.

La huella de mi zapato es un montaje escrito por Josevi Pepiol, de Proyecto Caravana, y Marta Enguix, guionista y pedagoga que ya ha trabajado con la compañía en otro de los montajes que tiene en cartel, De puertas para adentro, en el que se reflexiona sobre la violencia de género desde una perspectiva dirigida a los adultos. El espectáculo está dirigido por Víctor Biau, autor con una dilatada experiencia en el teatro de títeres, con más de una década trabajando en México y en la actualidad trabajando a caballo entre Zaragoza y la localidad oscense de Aínsa.

La obra, fiel a la filosofía de Proyecto Caravana, se dirige a niños entre 3 y 12 años con un lenguaje muy poético y visual, con muy poco texto. Es un viaje en el tiempo a través del taller de reparación de calzado que regentó una señora hace cincuenta años, y de como ese taller pasa a manos de sus nietos. A través de múltiples metáforas en las que los zapatos son los protagonistas, la obra trabaja diferentes aspectos de la igualdad, el respeto y la tolerancia. “Por ejemplo conoceremos unos zapatos que lloran y están tristes”, narra Josevi Pepiol, “porque son zapatos de deporte y ellos lo que quieren es bailar, porque no siempre somos quienes deseamos ser, o también reflexionamos sobre los estereotipos de belleza, a través de unos zapatos a los que le dicen cómo tienen que cuidarse para estar siempre limpios y bonitos, cuando ellos lo que quieren es escalar montañas, jugar y mancharse de barro”.

Josevi Pepiol admite que el proyecto de La Huella de mi zapato no ha sido sencillo por la reflexión madura que se ofrece en un lenguaje que pueden entender los más pequeños, pero que huye de lo más evidente expresándose en términos muy poéticos y visuales. “Apenas tiene texto, no es lo que los niños escuchan sino lo que ven”. Y aunque uno pueda tener miedo de que esos mensajes se diluyan cuando no están negro sobre blanco, Pepiol reconoce que tanto en Olba como en Mora de Rubielos han comprobado “que el mensaje se entiende perfectamente”. Una de las máximas de Proyecto Caravana ha sido siempre tratar a sus espectadores, ya sean niños o adultos, como personas críticas capaces de ir más allá de las consignas, y por el momento el tiempo les está dando la razón. También es marca de la casa organizar una especie de foro o de debate tras la función para hablar y reflexionar sobre los contenidos de cada montaje, algo que seguirán haciendo con La Huella de mi zapato “siempre que de tiempo”.

La gira, “que es un enorme regalazo para nosotros”, comprenderá 16 funciones en febrero, 24 en mayo y el resto, hasta algo más de 60, en octubre, “siempre y cuando la pandemia lo permita”. Por el momento y según el programa que facilitó hace unos días la Diputación Provincial de Teruel, está previsto que el montaje llegue hoy a Sarrión y el día 3 a los colegios Pierres Vedel y Miguel Vallés de la capital turolense. En Alcañiz estará el 7 y 8 de febrero, mientras que el 9 podrá verse en el Luis Turón de Híjar y el Ramón García de Albalate del Arzobispo. El día 14 volverá a Teruel, al colegio Las Anejas, y el 16 viajará al centro Astrónomo Zarzosa de Cella. El 21 de febrero se llevará a cabo en el colegio Valero Serrano de Mas de las Matas, el 22 en Calanda y Alcorisa y el 23 en Montalbán y Escucha.

Josevi Pepiol y Marta Enguix, graduada en Magisterio de Educación Infantil y directora del proyecto Educar Educándonos, son además de los guionistas del espectáculo quienes animan los títeres y los objetos del espectáculo y quienes desarrollan el trabajo de clown que también puede verse en el montaje.

Para Pepiol, que junto a Celia Salcedo forma Proyecto Caravana, la compañía teatral de Olba, admite que pese al enorme número de pases de La Huella de mi zapato -varios días tienen previsto hacer dos pases durante una mañana- se trata de “un proyecto muy bonito que nos va a hacer disfrutar mucho. No es agotador y tiene muchas posibilidades de crecer a medida que vayamos representándolo, así que la gira va a ser preciosa”.

No será lo único que haga Proyecto Caravana durante los próximos meses, ya que durante 2022 también tiene previsto representar De puertas para adentro en diferentes institutos de Educación Secundaria de Castellón y viajar a Mallorca o a la Patagonia argentina entre otros destinos. Sin olvidarse del festival Totiritico de Teruel, que si todo marcha como debiera celebrará su cuarta edición durante el próximo verano.

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