Arte y naturaleza se dan la mano en una nueva edición del Festival Landares

Este sábado 31 de julio los 18 artistas participantes en la V edición del Festival Landares mostraron al público las creaciones desarrolladas durante la última semana en la localidad de Alcalá de la Selva.

Según detalla una nota de prensa de la organización del evento, la jornada se inició en el claustro del Santuario de la Virgen de La Vega con Loa, la primera obra de artes escénicas en la historia del festival: un espectáculo dirigido por Miquel Barcelona.

El coreógrafo y bailarín se inspiró en la cultura, tradición e historia de Alcalá de la Selva a partir de testimonios de vecinos del pueblo y de los investigadores Lucía Pérez García-Oliver y José Ramón Sanchís y la aportación sonora de varios habitantes de Alcalá.

La interpretación corrió a cargo de varios artistas del festival y vecinos del pueblo.
 

A continuación, los asistentes se desplazaron hasta el alto de San Rafael para iniciar un recorrido por la finca Los Castillejos, en la que cada artista fue explicando su intervención en la naturaleza que consistió en la reproducción de una trinchera, junto a una representación de la constante reinvención de la memoria representada por dos cubiertas de piedra y piñas, una junto a otra.

También se plasmo una reivindicación, basada en la ciencia, de la capacidad de las plantas para comunicarse entre ellas y con el entorno.

Ojos en el recorrido

Hasta doce ojos repartidos por el recorrido que observan al visitante y se ofrecen al descubrimiento,

Unos troncos que conforman un cubo en recuerdo al servicio ancestral de la madera al ser humano en una de las obras y en otra un cerebro como homenaje a la vertiente más emocional de la memoria,

Unas pisadas rellenas de piedras para plasmar el recuerdo de tantos y tantos paseos por el bosque, geometrías excavadas en el barro en busca de la un impacto humano en el entorno con una huella mínima y asumible.

 

El esqueleto de un ser (¿pez, dinosaurio?) habitante ancestral de los bosques.

La palabra “olvido” segada en un prado y avocada a representar su significado con el crecimiento de la hierba.

Pinturas en la roca realizadas con la técnica y materiales utilizados por los artistas rupestres.

U n rincón que recrea lo entrañable y acogedor con diversos materiales, un danzante en madera..
 

Y varias intervenciones emanadas del ingenio y habilidad de los participantes infantiles: un columpio a tamaño humano frente a varias reproducciones en miniatura para eventuales animales y habitantes imaginarios del bosque, un juego de detección de materiales por el tacto y una cabaña con lecho de líquenes.

Las obras de land art permanecerán en la zona a merced de la intemperie y podrán seguir viéndose mientras pervivan. Desde la Asociación Landares se invita a los visitantes a que añadan sus propias creaciones, siempre que se limiten a utilizar solo materiales naturales del entorno y respetar la vida del bosque.

Tras una comida de convivencia entre los artistas, la clausura del festival tuvo lugar en el claustro del Santuario de la Virgen de la Vega con una interpretación de land art sonoro a cargo del dúo valenciano Sonorabisal.

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