Un Bosque de los Recuerdos abre la quinta edición del Festival Landares

La quinta edición de Landares, el festival de land-art de Alcalá de la Selva, echó a andar ayer con una importante participación de los vecinos y visitantes de la localidad turolense. Desde ayer y hasta el próximo domingo, dieciocho artistas de la naturaleza, de diferentes procedencias, transformarán el paraje de Los Castillejos, en el término municipal de Alcalá, en un gran museo de arte efímero construido a partir de elementos procedentes de la naturaleza.

Temáticamente este año el festival se organiza en torno al concepto de la memoria, y en la jornada inicial de ayer se realizó una instalación colectiva dedicada a los recuerdos. En el camino de la Chopera, que llega desde Alcalá de la Selva al Humilladero. “Basándonos en el bosque de chopos que existiría en el territorio antes de que existiera un camino, se nos ocurrió recrearlo a partir de colocar una serie de ramas de chopos, colocadas verticalmente y sujetas con cuerdas para simular ese bosque original, y les pedimos a los visitantes que escribieran en papeles recuerdos que ellos guardaran de esta zona en concreto o alguna zona natural del entorno”, explicaba ayer Pilar Gil, del equipo organizador del festival además de artista participante.

En la base de cada uno de los árboles reproducidos se colocaron una serie de astillas de ramas secas de chopos. “La idea es, de algún modo, reconstruir todo el proceso de vida de un chopo dentro de este bosque de los recuerdos, mezclando el pasado de los propios árboles con los recuerdos de las personas ligados a la zona”.

Durante toda la mañana de ayer fueron muchos los visitantes y vecinos de Alcalá los que se dieron cita en el Festival Landares, que como el pasado año tendrá su centro neurálgico en la fina de Los Castillejos, a la que se accede desde el apartadero de la carretera en el Alto de San Rafael. “Ha habido mucha participación, sobre todo de niños que se han mostrado entusiasmados escribiendo sus recuerdos.

A lo largo de esta semana los 18 artistas irán realizando sus instalaciones en ese paraje, todas relacionadas con el concepto de la memoria, el pasado y los recuerdos, y utilizando exclusivamente materiales recogidos de la propia naturaleza, como ramas, piedras, restos orgánicos, o elementos como cuerdas o papel realizados con material reciclado.

Además este año se incorporará la danza como disciplina artística a través de una creación colectiva que llevará a cabo el bailarín y coreógrafo Miquel Barcelona. A lo largo de toda la semana Barcelona recogerá testimonios de los habitantes de Alcalá relacionados con el tradicional dance de la Virgen de la Vega, y se realizará un taller con todas las personas que deseen involucrarse en el proceso creativo. El resultado será una actuación colectiva el próximo 31 de julio, último día del festival. Además durante toda esa jornada los 18 artistas participantes organizarán visitas guiadas a través de Landares, en las que expondrán y explicarán el contenido de sus respectivas creaciones efímeras.