Bandurrias, Terry y rock’n’roll: llega lo nuevo de Bandurrock con ‘Desafiando al olvido’

Bandurrock vuelve a la carga no solo con una importante batería de conciertos en directo que le llevarán por toda la provincia durante el verano, sino con nuevo EP, el segundo que publican desde su irrupción en los escenarios.

El 27 de junio está previsto que se lance Desafiando al olvido, nuevo trabajo de los turolenses que fue grabado a finales de abril en Elda (Alicante), con el productor Víctor Pérez a los mandos, el mismo que trabajó en El rrock de la Sierra, su anterior disco.

Bandurrock está formado por Javier Brun Cebollo (voz y bajo),

Daniel Gimeno (bandurria y coros), Daniel Ferrer (guitarra y coros), Jorge Amarillo (guitarra) y Víctor Pérez (batería). Los mismos músicos procedentes de la Comarca Gúdar-Javalambre que actúan en directo han sido los encargados de grabar, aunque también han contado con alguna colaboración externa.

Buena parte del repertorio con el que Bandurrock lleva varios años girando por toda la provincia está formado principalmente por versiones de punk-rock en español, con la particularidad de que una bandurria amplificada hace las veces de guitarra eléctrica solista. Sin embargo en el estudio la banda saca su parte más personal y creativa, y como ya ocurrió con el primer EP -El rrock de la Sierra-, lanzado en junio de 2024, este segundo disco vuelve a estar integrado por cinco canciones completamente originales.

Cinco nuevas canciones

La banda que ha popularizado sobre los escenarios el Terry y la gorra verde de la Caja Rural ha compuesto una canción especialmente creada para las fiestas de La Vaquilla. Sirve como homenaje a una referencia festiva donde cualquier banda de la provincia quiere actuar. Bandurrock ya lo ha hecho y este año repetirá, el 11 de julio en la Peña El Rescate.

Una de las canciones más emotivas del EP es el tributo al barrio de La Estrella de Mosqueruela, que probablemente será lanzado con el título La estrella. Este tema tendrá videoclip propio, previsto para octubre o noviembre, coincidiendo con la festividad local de esa localidad. Para su rodaje, la banda quería haber contado con Juan Martín y Sinforosa, la última pareja de habitantes que tuvo el barrio y que en la actualidad viven en una residencia de ancianos en Morella. Finalmente no será posible por cuestiones de salud y sensibilidad emocional: “Son muy mayores y han estado allí 60 o 70 años… volver les removería mucho”, explica Brun, cantante y bajista de la banda.

Otro de los temas del disco aborda la convivencia en los pueblos entre los vecinos y los recién llegados, ya sean inmigrantes o personas provenientes de ciudades. La canción narra tres historias paralelas: Marta, Juan y Omar son un vecino del pueblo, la de una chica que llega de la ciudad, y la de una persona africana, “como los que han venido desde Marruecos o los que han llegado a Mora desde Mali, por ejemplo”, subraya Brun. La canción lanza un mensaje integrador sin ambages: “Si queremos que nuestros pueblos crezcan, lo primero que hay que hacer es mirar a todos por igual”, afirma Javier Brun, quien defiende esa visión integradora frente a actitudes excluyentes. “Si a alguien no le parece bien que vengan personas de fuera pues tendrá que aguantarse, porque ya no estamos en el siglo III”, argumenta. “Todos nos tenemos que adaptar a todos, incluso los del propio pueblo. Porque hay gente que critica mucho y resulta que son los peores. Y luego viene gente de fuera, se adapta perfectamente a la vida en el pueblo y no pasa absolutamente nada”.

Guiño al Abuelo

El cuarto tema es un homenaje al cantautor aragonés José Antonio Labordeta. Bandurrock ha recopilado frases de sus canciones para componer una suerte de carta en forma de canción dirigida a él, comenzando con los versos: “Querido abuelo, ha llegado el momento / desde la Sierra Callada te venimos a cantar”. El tono es agridulce pero Bandurrock se resiste a ser un pozo de pesimismo: “Uno de los versos de la canción dice ‘Prometen un futuro, anuncian un legado, pero nuestra gente y lugares siguen abandonados’. No queremos ser catastrofistas, no somos de estar todo el día ‘¡Ay qué triste es esto!’, pero sí queremos ser reivindicativos”. El estribillo del tema además muestra el agradecimiento a Labordeta por ese papel de pionero que tuvo en la toma de conciencia del mundo rural, que lo desembarazó del baturrismo y que acaso es uno de sus principales legados: “Gracias por los sueños que nos diste sin temor”, dicen los turolenses en la canción.

El último corte -no necesariamente aparecerán por este orden en el EP- es una divertida y ácida crítica al abuso de las pantallas y los dispositivos móviles por parte de los niños y también de sus padres. “En el verano hasta en los pueblos es habitual ver a los niños pegados a la pantalla, al lado de la biblioteca porque allí pillan Wi-Fi”.

En un principio no estaba previsto incluirla en el EP pero en el último momento la grabaron en los estudios de Elda, y decidieron incluirla en el EP.

Ese será el tema más punk de Desafiando al destino. Todo el trabajo destila y mantiene esa línea de punk-rock y ska con el que la banda se ha ido consolidando en los escenarios, aunque en esta ocasión se permite explorar otros registros.

El tema dedicado a Labordeta pide un tempo más tranquilo, mientras que La estrella se acerca más al rock tradicional, y el corte que habla sobre la integración de los forasteros, vengan de donde vengan, navega de lleno por el ska. Por su parte, la canción dedicada a La Vaquilla recuerda al estilo de Gritaremos fuerte, con influencias de punk-rock festivo marca de la casa.

En cualquier caso el grupo ha ampliado sus horizontes sonoros respecto a su anterior trabajo. En la grabación del disco han incorporado instrumentos de charanga -todos ellos tocan o han tocado con charangas, de ahí en parte la soltura y la complicidad que muestran sobre el escenario- como trompeta y trombón, además de saxo alto y tenor. También han contado con más colaboraciones vocales y la participación de músicos como Manolo Maniobras (de Cedrillas) o de alguna voz femenina en los coros. Incluso se ha añadido contrabajo en algunas pistas. “El disco anterior fue lo básico que tocábamos en directo. Pero en este hemos querido experimentar, jugar un poco y meter más cosas”, explica Cebollo.

Bandurrock defiende el valor del estudio como espacio creativo, y reivindica que escuchar música en directo debe ser una experiencia distinta a la oir una grabación: “El estudio está para grabar cosas que en directo no puedes hacer”, argumenta el cantante. “Mago de Oz hacía oberturas con bandas sinfónicas de 40 personas y sobre el escenario son cinco, Bohemian Rapsody tenía un montón de voces y de pistas y los mismos Beatles hicieron grabaciones que después ni de coña podían tocar en directo”.

Algunas canciones tiene varios arreglos en directo, según las circunstancias. El tema sobre La Vaquilla, por ejemplo, se presentará durante las fiestas de Teruel y la banda tiene previsto contar con la colaboración de músicos de la Charanga el Meneito de Mora de Rubielos -a la que varios de ellos pertenecen-. “Porque la Vaquilla es eso, música en directo, orquestas y charangas”.

Durante el proceso de producción y grabación, que tuvo lugar a finales de abril, la banda ha confiado por completo una vez más en su productor, Víctor Pérez -no confundir con el batería del grupo, que se llama igual-, conocido como Vic DrumSet y miembro además de la compañía de danza y percusión Mayumana. “Él es músico y tiene muy buen criterio, así que nos fiamos al 100%. Ha cambiado y mejorado las canciones con respecto a la base que teníamos ensayada. Podríamos haberlas grabado tal y como las llevábamos, pero nos gusta fiarnos del oído de la gente que sabe”.

Mientras se publica el segundo EP de Bandurrock su agenda del verano promete ser tan nutrida como la del año pasado. No piensan dejar ni un rincón de Gúdar-Javalambre -y el resto de la provincia- sin su sonido y su fiesta. Por el momento ya tienen confirmadas fechas en la Peña El Rescate de Teruel durante las fiestas de La Vaquilla (11 de julio), Valdelinares (19 de julio), Linares de Mora (24 de julio), Rubielos de Mora (25 de julio), Alcalá de la Selva (27 de julio), Los Pertegaces de Olba (8 de agosto), Villalba Alta (15 de agosto), Jorcas (16 de agosto), Gúdar (21 de agosto), Corbalán (25 de agosto) y San Agustín (29 de agosto).