Disonanzia presenta sus credenciales: ’Dios nunca estuvo de nuestro lado’

Desde que Disonanzia comenzara a gestarse como banda de música, antes incluso de la pandemia, hasta ahora, han pasado muchas cosas y muchos músicos. El público turolense ya se ha acostumbrado a escuchar su propuesta de rock sinfónico en varios escenarios, especialmente el de la Glorieta de los últimos Jam Fest, pero esta noche la banda presentará sus credenciales definitivas.

La cita es este viernes, 5 de diciembre (22.30 horas) en el Pub Flanagan’s de Teruel. El sexteto formado por Luis Sisa (voz), Eva Arnau (voz), Pablo Medina (bajo), Diego Soriano (guitarra), José Gálvez (guitarra) y Hugo García (batería) ofrecerá un concierto formado por todo el repertorio propio que a lo largo de 2026 saldrá publicado en forma de LP, y además estrenará oficialmente su primera grabación: el videoclip de Dios nunca estuvo de nuestro lado.

Se trata del primer material grabado de Disonanzia, una canción que sin ser una versión de God Was Never on Your Side (Dios nunca estuvo de tu lado), de Motörhead, supone de algún modo una reinterpretación del tema editado en 2006 dentro del álbum Kiss of death, con muchas referencias poéticas, armónicas y melódicas a esa canción.

El videoclip ha sido grabado por Arnau Mas en diferentes localizaciones de Teruel y colabora como cantante Alberto Arnau, que también estará en el Flanagans esta noche.

Lo particular de Dios nunca estuvo de nuestro lado es que es la primera grabación de Disonanzia y ni siquiera está previsto que la incluya en el primer disco de la banda, que saldrá a lo largo del próximo año. “Hemos grabado la canción de forma casi artesanal sin contar con un estudio profesional”, explica Diego Soriano, uno de los dos guitarristas de la formación. “Y en función del resultado que dé de cara al público grabaremos el resto del disco de la misma forma o buscaremos otra vía”.

Cualquiera que haya grabado canciones sabe que es un auténtico parto y que no pocas bandas se han roto en el proceso. Más todavía cuando la grabación, edición, mezcla, y masterización se realiza como parte de un proceso de aprendizaje. “Yo he grabado en estudio con Kolibrí Díaz -junto a EFFE- y es una experiencia muy bonita, porque tienes alguien que pilota y te cubre, que te dice cuando está todo bien y qué cosas hay que cambiar, así que no tienes que preocuparte nada más que por tocar bien”, explica Soriano. “Por el contrario al hacerlo por nuestra cuenta, sin experiencia previa, el trabajo se multiplica. A nivel técnico es muy complejo y nunca sabes cuándo has resuelto un problema, porque nuestra propia autoexigencia como músicos nos hace darle vueltas y más vueltas a las cosas”.

A nivel técnico han colaborado con Disonanzia Jesús Puerto, que prestó micrófonos de calidad para grabar las baterías, el centro de estudios On Music que puso el espacio físico para grabarlas o Mario Lafuente, que se ha encargado de grabar las voces de Luis Sisa y Eva Arnau, cantante de La Puebla de Valverde y última incorporación de la banda.

 

Un disco conceptual

Durante el concierto de esta noche se estrenará el videoclip Dios nunca estuvo de nuestro lado, que además será accesible desde el canal oficial @Disonanzia de Youtube, y repasarán los diez temas propios que formarán parte del LP que tiene previsto lanzar a lo largo de 2026. Esas canciones formarán un disco conceptual en el sentido más estricto del término, con un discurso narrativo que empieza en la primera canción y termina en la última, desarrollándose entre tanto a través de los diferentes temas.

El LP, que todavía no tiene título, habla en concreto de una historia de amor, “desde el comienzo hasta el final, repasando en diferentes canciones todos los puntos intermedios, casi como si fuera el conjunto un análisis psicológico de cómo funciona una relación sexoafectiva”, explica Diego Soriano.

De algún modo la música funciona al servicio del texto, de la narrativa. Diego Soriano lo aclara a partir de un ejemplo: “La primera canción del disco describe y explica el personaje masculino de la relación. Y como es un tipo chulesco lo hacemos a partir del funk, que se funde con salsa, hardrock y una balada para presentar las diferentes épocas y facetas que tiene el personaje”.

El proceso compositivo de este tipo de propuestas es mucho más complejo de lo que es habitual en el campo del rock, “un formato más liviano donde cada músico puede crear su parte y hacer que todo encaje”, afirma Soriano. En este caso, y aunque Luis Sisa y el propio Diego Soriano llevan buena parte del peso compositivo, en letras y música respectivamente, el trabajo es prácticamente asambleario. “Entre los seis decidimos la narrativa y el concepto de lo que queremos explicar en cada canción, en cada estadio narrativo del disco, y a partir de ahí vamos creándolo de una forma colectiva”.

Diego Soriano y el resto de Disonanzia son completamente conscientes de que esta forma de hacer rock no es la que más fácilmente entra por el oído del público, pero están dispuestos a asumir el riesgo porque tenían claro que “nos sentimos muy lejos del concepto tradicional del rock, con canciones banales una detrás de la otra sin conexión entre ellas”.

En lo musical y haciendo honor a su nombre, Disonanzia tira de armonías sorprendentes y no siempre intuitivas, continuas tensiones, cambios modales y elementos que en general les aleja del rock estatal y les sitúa en el ámbito de la música progresiva y del rock -con todo lo ambiguo que tiene esa etiqueta- en fusión con estilos latinos y ritmos negros americanos. “Sabemos que no es la música que más se escucha, pero queremos apostar por ella”, afirma Soriano. “Y de ahí que el concepto de nuestras canciones -del futuro disco y el concierto- sean una historia de amor de principio a fin, porque ahí sí que conectamos con todo el público. Todo el mundo ha vivido parte de lo que contamos y puede identificarse con ello”.