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El paisaje de Teruel, un escenario idóneo para aprender técnicas pictóricas El paisaje de Teruel, un escenario idóneo para aprender técnicas pictóricas
Varios de los alumnos, pintando al atardecer en el entorno de Teruel

El paisaje de Teruel, un escenario idóneo para aprender técnicas pictóricas

Una veintena de personas participan en las jornadas de la Universidad de Verano
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Cruz Aguilar

Una veintena de alumnos de diferentes procedencias y con diversa formación previa han tomado parte en las III jornadas de pintura de paisaje organizadas por la Universidad de Verano de Teruel (UVT). Se trata de un curso eminentemente práctico en el que los participantes disfrutan de la pintura al aire libre en zonas del entorno de la capital.

Durante la primera sesión, la directora del curso, Marta Marco, ofreció una clase teórica sobre estrategias de representación del paisaje, tanto gráfica como pictóricamente. “Lo primero que hay que hacer es conocer el lugar, pasearse por él, y luego plantearte un formato y una técnica”, dice. La profesora de Bellas Artes alerta de que para captar el paisaje hay que acotar muy bien el tema porque “tienes 360 grados y es tentador excederse en el motivo”, por eso plantea la necesidad de escoger muy bien “le que será tu punto de atención”. Después es cuestión de plantearlo o dibujarlo en el formato elegido y pasar a hacer una valoración del claroscuro, con luces y sombras, para finalmente aplicar el color.

El cauce del Turia en San Blas ha sido uno de los lugares más refrescantes para las prácticas

“Este es el proceso para representar, luego hay otras muchas cuestiones que tienes que aplicar para dar sensación de lejanía”, añade. Entre las técnicas que enumera está el famoso esfumato que ya inició Leonardo Da Vinci en el siglo XV y que consiste en difuminar los contornos y aclarar los tonos en el fondo del paisaje. Pero hay otras, como las líneas de fuga o la disminución del tamaño en las figuras y, sobre todo, plasmar un paisaje requiere “un gran manejo del color, con tonos menos potentes conforme se alejan los planos”, recalca Marco.

Todos estos planteamientos los desgranó en la ponencia inaugural del primer día, en la que también ofreció una introducción sobre el paisaje, que como género pictórico se empieza a considerar de forma independiente a partir del siglo XVIII y tiene su apogeo en el XIX. “Anteriormente no existe como tal, aparece como fondo de otros temas”, recalca la directora de las jornadas de paisaje. Sin embargo, les movimiento romántico enfrenta al hombre con la naturaleza desde otra perspectiva y el paisaje empieza a cobrar interés en sí mismo.

Marta Marco destaca que la cifra de inscritos es buena y además permite un óptimo manejo por los diferentes escenarios en los que han estado trabajando al aire libre. En este sentido, comenta que los espacios han gustado mucho a los asistentes, que han captado la luz del paseo fluvial de San Blas o las particularidades de la rambla y el lavadero de Valdecebro. En la última jornada, llevada a cabo el pasado viernes, los participantes desparramaron sus caballetes por las calles del centro de Teruel.

Una de las alumnas, plasmando el paisaje de la rambla de Valdecebro

Entre los asistentes hay varios turolenses y alumnos de Zaragoza y Valencia, aunque la mayor parte procede de lugares alejados de la provincia como Madrid, Alicante o Pamplona.

Para formar a los alumnos, Marta Marco ha contado con la colaboración de la pintora murciana Joaquina Sánchez Dato y de la alumna de Bellas Artes Mila Dolz.

Sergio Broto, que es uno de los alumnos del curso, matiza que la formación recibida durante esta semana en Teruel le ha resultado fructífera puesto que él es aparejador de profesión y ha logrado una visión del paisaje “desde la pintura, que es muy diferente a la del dibujo. Tienes que tener la mente más abstracta, con volumen y colores”, dice.

A la alumna zaragozana Laia Argüelles las jornadas han servido para “recuperar el ejercicio de la pintura”. Así, ella es licenciada en Bellas Artes pero no se especializó en pintura, sobre la que quería recuperar la práctica. Estudió sus primeros cursos en Teruel y conocía ya a Marta Marco, a quien tuvo como profesora de Dibujo. Lo que le resultó novedoso fue la belleza de algunos de los entornos que ha tenido la oportunidad de plasmar en sus acuarelas gracias a las jornadas.

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