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Folclore, urbano, ritmos latinos y bailes exóticos para celebrar el Día de la Danza Folclore, urbano, ritmos latinos y bailes exóticos para celebrar el Día de la Danza
La danza urbana también tuvo su espacio sobre el escenario de la plaza del Torico. Antonio García / Bykofoto

Folclore, urbano, ritmos latinos y bailes exóticos para celebrar el Día de la Danza

La plaza del Torico acogió ayer una exhibición en la que participaron más de 250 personas
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Más de 250 personas sobre el escenario además del abundante público que se dio cita durante buena parte de la tarde de ayer en la plaza del Torico de la capital turolense celebraron el Día Internacional de la Danza. Aunque oficialmente tiene lugar el 28 de abril en todo el mundo desde 1982, las nueve agrupaciones de danza que se sumaron a este homenaje eligieron la jornada del domingo para ofrecer una exhibición que contó con un amplio abanico de danzas tradicionales y contemporáneas.

Las bailainas de Etnia ofrecieron una exhibición de danza oriental. Bykofoto

Con actuaciones que rondaron desde los ocho a los veinte minutos, ante una plaza del Torico que, por momentos, estuvo realmente abarrotada de público y visitantes. Salieron al escenario, por este orden, las agrupaciones Ritmo Latino, Etnia, Marta Dance Factory, Dance Fitness, Urban Dance, Studio SR y Amigos de la Jota, asociación que desde hace varios años organiza la cita y que cerró el espectáculo, si bien la última actuación fue una coreografía grupal, realizada con miembros de todas las asociaciones, que bailaron al son del tema Marcharé contigo, del turolense Mario Lafuente.

Sobre el escenario pudieron verse exhibiciones de un amplio espectro de géneros y estilos de danza, desde el foclore aragonés a la danza urbana, pasando por la danza contemporánea, los ritmos latinos y la música exótica oriental.

Demostración de bailes latinos ante una plaza del Torico abarrotada. Bykofoto

En el ecuador del espectáculo Carlos Méndez, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Teruel, fue el encargado de leer el Manifiesto oficial con el que internacionalmente se ha celebrado el Día de la Danza, con su lectura en cientos de ciudades de países de todo el mundo. En el comunicado, escrito originalmente por la bailarina coreana Kang Sue-Jin, Méndez recordó que la covid-19 ha golpeado de tal forma a la danza, al igual que otras artes, hasta el punto de obligarnos “a repensar el significado de baile y bailarines”. “En el pasado lejano, el baile era un medio de expresión primordial y comunicación a través de gestos; convirtiéndose en arte de performance que conmovió el alma e inspiró el audiencia. Es un arte momentáneo que es difícil de restaurar a su forma original una vez completado porque es creado con todo el cuerpo y el alma. La danza está hecha de momentos efímeros, lo que destina a los bailarines a estar en movimiento para siempre.”

Exhibición de un grupo de jóvenes de Marta Dance. Antonio García / Bykofoto
Más de 250 personas sobre el escenario además del abundante público que se dio cita durante buena parte de la tarde de ayer en la plaza del Torico de la capital turolense celebraron el Día Internacional de la Danza. Aunque oficialmente tiene lugar el 28 de abril en todo el mundo desde 1982, las nueve agrupaciones de danza que se sumaron a este homenaje eligieron la jornada del domingo para ofrecer una exhibición que contó con un amplio abanico de danzas tradicionales y contemporáneas.
Con actuaciones que rondaron desde los ocho a los veinte minutos, ante una plaza del Torico que, por momentos, estuvo realmente abarrotada de público y visitantes. Salieron al escenario, por este orden, las agrupaciones Ritmo Latino, Etnia, Marta Dance Factory, Dance Fitness, Urban Dance, Studio SR y Amigos de la Jota, asociación que desde hace varios años organiza la cita y que cerró el espectáculo, si bien la última actuación fue una coreografía grupal, realizada con miembros de todas las asociaciones, que bailaron al son del tema Marcharé contigo, del turolense Mario Lafuente.
Sobre el escenario pudieron verse exhibiciones de un amplio espectro de géneros y estilos de danza, desde el foclore aragonés a la danza urbana, pasando por la danza contemporánea, los ritmos latinos y la música exótica oriental.
En el ecuador del espectáculo Carlos Méndez, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Teruel, fue el encargado de leer el Manifiesto oficial con el que internacionalmente se ha celebrado el Día de la Danza, con su lectura en cientos de ciudades de países de todo el mundo. En el comunicado, escrito originalmente por la bailarina coreana Kang Sue-Jin, Méndez recordó que la covid-19 ha golpeado de tal forma a la danza, al igual que otras artes, hasta el punto de obligarnos “a repensar el significado de baile y bailarines”. “En el pasado lejano, el baile era un medio de expresión primordial y comunicación a través de gestos; convirtiéndose en arte de performance que conmovió el alma e inspiró el audiencia. Es un arte momentáneo que es difícil de restaurar a su forma original una vez completado porque es creado con todo el cuerpo y el alma. La danza está hecha de momentos efímeros, lo que destina a los bailarines a estar en movimiento para siempre.”
Aunque el momento está mejorando en los últimos coletazos de la pandemia, “los espectáculos de danza todavía están sujetos a muchas restricciones”, por lo que es importante, recordó Méndez, recordar que el ballet Giselle representó El amor más allá de la muerte en París durante los brotes de peste negra del siglo XIX, convirtiéndose en un símbolo del consuelo de la humanidad cuando la enfermedad trata de asolarla. “El público solitario y cansado está sediento de la simpatía y el consuelo de los bailarines. Como bailarines, nosotros creemos que el aleteo de nuestras alas da esperanza al corazón de los que aman el arte de la danza y les da el coraje para superar esta pandemia. Mi corazón ya está empezando a latir con fuerza”, concluyó Méndez la lectura.


 

Aunque el momento está mejorando en los últimos coletazos de la pandemia, “los espectáculos de danza todavía están sujetos a muchas restricciones”, por lo que es importante, recordó Méndez, recordar que el ballet Giselle representó El amor más allá de la muerte en París durante los brotes de peste negra del siglo XIX, convirtiéndose en un símbolo del consuelo de la humanidad cuando la enfermedad trata de asolarla. “El público solitario y cansado está sediento de la simpatía y el consuelo de los bailarines. Como bailarines, nosotros creemos que el aleteo de nuestras alas da esperanza al corazón de los que aman el arte de la danza y les da el coraje para superar esta pandemia. Mi corazón ya está empezando a latir con fuerza”, concluyó Méndez la lectura.

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