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Hugo Saliente expondrá ‘Todo se revuelve en la tripa’ durante el Festival Gaire Hugo Saliente expondrá ‘Todo se revuelve en la tripa’ durante el Festival Gaire
Hugo Saliente, en una exposición colectiva en Amberes en la que participó

Hugo Saliente expondrá ‘Todo se revuelve en la tripa’ durante el Festival Gaire

La muestra de pintura podrá verse en el Edificio del Horno de Pancrudo, desde este viernes hasta el domingo
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El edificio del Horno de Pancrudo acogerá desde este viernes Todo se revuelve en la tripa, la primera exposición individual en Teruel de Hugo Saliente, artista procedente de Perales, que podrá verse dentro del programa del Festival Gaire que se celebrará durante todo el fin de semana.

La muestra se abrirá el viernes 15 de septiembre a las 20 horas, y podrá visitarse además el sábado entre las 11 y las 20 horas, y el domingo de 11 a 13 horas. El sábado por la mañana tendrá lugar en el espacio expositivo una performance protagonizada por el propio autor, que además realizará cuatro visitas guiadas y explicadas a la muestra, el viernes a las 20 horas, el sábado a las 12 y a las 20 horas, y el domingo a las 12 horas.

La exposición consta de algo más de una quincena de pinturas figurativas, algunas de ellas de gran formato y con un gran políptico compuesto por seis piezas, cuya narrativa tiene que ver con la evolución de la imagen y de la fotografía como soporte de la memoria entre dos generaciones; la de Hugo Saliente, un joven artista que todavía está cursando estudios de Bellas Artes, y la de sus padres. “Me interesa mucho el contraste que existe entre el interés que tenían mis padres y las personas de su generación por registrar la memoria en fotografías y archivarlas cuidadosamente, para su posterior consulta, y la manera en la que las personas de mi generación tratamos las fotografías que hacemos, que en muchos casos se limita a colgarlas en las redes sociales y olvidarnos por completo de ellas”, explica Saliente. “Desde que tomas una fotografía con el móvil y la subes a una de esas redes sociales, pierdes por completo el interés en ella, y probablemente nunca más vas a tener el incentivo de querer buscarla o recuperarla. Se quedará por alguna nube, por algún servidor quién sabe dónde, y de alguna forma termina como la basura, como un producto más de consumo rápido”.

Aunque la exposición no tiene tanto un sentido crítico como meramente descriptivo y explicativo, el concepto de la muestra tiene que ver con el continuo bombardeo de imágenes que sufre -o del que disfruta, según la óptica- el ser humano, y que termina mercantilizando la imagen y la fotografía. “Ya existe actualmente una corriente entre pintores figurativos”, matiza Hugo Saliente, “en la que se trata de asentar un poco los pies en el suelo y volver a darle el valor que tienen las imágenes”.

Todo se revuelve en la tripa, el título de la exposición, hace referencia a una frase que solía pronunciar el abuelo del autor, enfatizando el origen familiar que tiene la exposición, en referencia a lo apropiado o no de mantener el orden preestablecido de una serie de elementos, en este caso concreto el de la comida. “Mi abuelo decía que daba igual comerse el segundo plato o el postre antes que el primero, porque al final todo se mezclaba en la tripa”, explica Saliente, que pretende destacar que la exposición funciona como una sola obra, por más que esté compuesta por diferentes obras separadas y, en algunos casos, bien diferenciadas desde el punto de vista formal.

En esa narrativa común Hugo Saliente destaca tres ideas como fundamentales. “Por un lado está la idea de que cuando cambio de terminal de teléfono móvil nunca recupero las fotografías que tengo en él... no sé si lo hago a propósito o por descuido, ni es importante, simplemente es algo que sucede”, explica Saliente. Esta idea tiene que ver con esa mercantilización y con la saturación de imágenes de la que habla el autor, “de imágenes que aceptas perder sin ningún problema en contraste con el cuidado que se ponía en la generación anterior para conservar y archivar todas esas imágenes”. Tal es la actual saturación que el número de fotografías disponible genera más ansiedad que otra cosa, al punto de que en muchas ocasiones incluso genera cierto placer perder esas imágenes y dejar de tener la responsabilidad de dedicar tiempo y esfuerzo a guardarlas, ordenarlas y asumir que en futuro querremos verlas de nuevo.

La segunda idea que destaca Saliente es la de la imagen icónica, como resultado de una sensación visual que se queda impresionada en la memoria. El artista la define como una imagen “hecha y derecha”, completamente terminada y que pasa a formar parte de esa colección -necesariamente pequeña- de imágenes que, a título individual o incluso social, pasan a convertirse en el referente de una época, de un lugar o de un concepto general.

Uno de los cuadros que pueden verse en la exposición está pintado por Saliente durante la pandemia. Se trata de un selfie que se hizo una chica en un ascensor, con la mascarilla puesta. “Se trata de un cuadro muy mimado en cuanto a composición y en cuento a color... precisamente porque ese cuadro y esa imagen es, para mí, el icono de una época, la de la pandemia de covid”. Ese tipo de iconos se convierten en una colección de imágenes mentales que en ocasiones tienen poco que ver con la propia imagen en sí misma, e incluso con su historia, de donde surge el concepto del recuerdo inventado que interesa especialmente al joven pintor turolense. En otra de las pinturas que forman parte de la exposición, aparecen unos botes de leche en polvo vacíos, “unos botes que he visto durante toda mi vida, porque estaban siempre por el pueblo -Perales- y los hemos reutilizado muchas veces”, explica Saliente. “Llegué a pensar que esa leche la tomé yo de bebé, lo que no es cierto. Pero a pesar de ello, su imagen forma parte de una especie de recuerdo icónico de mi infancia. Y termina siendo tan potente que da un poco igual que sea un recuerdo falso, inventado”.

La tercera idea en torno a la que gira la exposición tiene que ver con los propios sujetos de las obras pictóricas, que en el caso de Hugo Saliente tiene mucho que ver con el entorno rural el que se ha desarrollado su niñez, con la familia y con la naturaleza de la España más despoblada, “cuyas problemáticas casi siempre se reivindican de un modo u otro en lo que hago”.

Pintura figurativa

En lo formal, Todo se revuelve en la tripa está formada por pintura figurativa que son referencias directas a algunas de las imágenes fotográficas que más interesan a Saliente, muchas de las cuales han salido directamente del archivo fotográfico familiar -”mi padre cuando era más joven hizo muchísimas fotografías, y algunas de ellas tenían mucha calidad o han llegado a convertirse en fotografías icónicas para mí”, explica el autor-.

Así, son representaciones pictóricas de las fotografías, figuración pero muy lejos del hiperrealismo y “teniendo muy en cuenta la capacidad plástica de la pintura”, asegura Saliente, “para sacar partido de aquellos elementos que tiene la pintura y que no tiene la fotografía”.

Así, en algunas composiciones Saliente trabaja el collage, superponiendo algunas fotografías sobre otras, el políptico o la textura, con cuadros pintados sobre telas específicas muy bastas, parecidas a la arpillera con la que se confeccionan los sacos de tela.

En muchas de las pinturas de Saliente también son habituales las marcas que hablan del proceso de creación de cada pieza, algo que en opinión del turolense forman parte integral de la obra y, como tal, tienen su interés. Elementos como marcas sobre tablas o superficies donde se inscribe la pintura, marcas de los elementos que han fijado el tejido al bastidor, y cosas por el estilo.

Otro elemento formal habitual en la pintura de Saliente y cuyos cuadros suelen compartir son las referencias a otras pinturas, a otros cuadros, como determinados elementos, gamas de color o incluso composiciones, que trazar paralelismos con cuadros de otros autores, aunque normalmente de un modo implícito y poco perceptible al primer análisis.

El de Perales también tiende a cultivar el gran formato, con piezas que pertenecen a la exposición que podrá verse este fin de semana en Pancrudo que alcanzan los dos metros. “Entre otras cosas, me gustan los grandes formatos porque de algún modo también contribuyen a engrandece esa fotografía analógica, cuyo soporte original -el negativo- es muy pequeño y cabe en la palma de la mano”.

Sin juicios

El discurso narrativo de Todo se revuelve en la tripa tiene que ver con un contraste claro pero no saca conclusiones ni es especialmente crítica, al menos por el momento. Más que hace juicios, trata de describir una realidad. “De hecho creo que tiene algo de mágico desprenderse de una parte de fotografías de tu pasado”.

La única vertiente crítica que puede tener la colección se refiere a la mercantilización de la imagen por culpa de las redes sociales -Instagram, Youtube y Tiktok fundamentalmente- y “el daño que está provocando a la gente de mi generación”. Saliente admite que las redes sociales significan para él un gran torrente de pintura y de pintores a los que explorar, “pero me estoy dando cuenta que sus contenidos y la forma de consumirlos, scrolleando casi de forma compulsiva, termina teniendo más desventajas que beneficios”. De ese modo, crear estas pinturas contribuyendo a fijar algunas de esas imágenes en una pieza pictórica “ha tenido bastante de terapéutico para mí”.

El concepto del que parte esta exposición, la memoria, el archivo y su evolución en solo dos generaciones como consecuencia de la mercantilización de la imagen, está lejos de agotarse y, en opinión de Hugo Saliente, va a manifestarse en muchas más pinturas en el futuro. “En mi opinión tiene aún mucho potencial por lo que considero que es un proyecto en expansión, del que esta exposición en Pancrudo es prácticamente una de sus primeras pinceladas”.

Para Hugo Saliente el festival Gaire de Pancrudo es el marco ideal para estrenar su primera exposición individual en Teruel. “Soy de Perales y el Gaire es algo que siempre ha estado presente en mi vida. He acudido con mis padres desde la primera edición del festival y nunca hemos fallado a ninguna”.

 

 

 

 

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