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Javier Gallego, director del programa radiofónico Carne Cruda: “España es un país  más diverso que lo que mostraba el Congreso hasta hace unos años” Javier Gallego, director del programa radiofónico Carne Cruda: “España es un país  más diverso que lo que mostraba el Congreso hasta hace unos años”

Javier Gallego, director del programa radiofónico Carne Cruda: “España es un país más diverso que lo que mostraba el Congreso hasta hace unos años”

“Un rural abandonado da lugar a un estado de bienestar más empobrecido también en las ciudades”
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Cruz Aguilar
Javier Gallego grabó el pasado viernes en Allepuz su programa radiofónico Carne Cruda, dedicado íntegramente a hablar de los que pueblan el medio rural y que, aunque sean pocos, demostraron que son reivindicativos, activos y muy creativos. El salón multiusos de Allepuz se llenó de seguidores de Carne Cruda y por el escenario pasaron diferentes personas que mantienen vivo el medio rural turolense.

-Habla en su programa de repoblar las mentes, que es lo que parece que intentan todos los medios de comunicación. ¿Tan sugestionable es la sociedad española?

-Soy muy creyente en la capacidad y la inteligencia del oyente y el ciudadano y hay que darle contenido interesante, ideas para pensar y creo que todos tenemos la capacidad de tener una imaginación, una creatividad y una iniciativa para hacer cosas. El problema es que a veces ni los medios de comunicación ni las instituciones queremos darle al ciudadano herramientas para manejarse en la vida diaria, para ser autónomo, independiente y pedir las cosas que necesita y creo que Carne Cruda es un programa que, en ese sentido, sí da esa herramienta.

- Cada uno sintoniza una radio u otra o lee un periódico u otro en función de su ideología. ¿Esto de escuchar continuamente nuestras propias ideas hace que la mentalidad crítica desaparezca no cree?

-Un muy buen dilema. Es verdad que escuchar sólo lo que quieres oír no potencia el espíritu crítico, pero también nosotros intentamos, dentro de una ideología, de una visión del mundo que todo el mundo tiene, poner en cuestión nuestras propias ideas. Y de hecho tenemos un diálogo constante con los oyentes en ese sentido. Y también, aunque sea dentro de una manera de pensar, buscamos puntos de vista distintos que completen esa idea, que al final son un pensamiento crítico sobre el pensamiento hegemónico, que es el que no se discute. Generalmente hay ideas que creemos que son intocables porque nadie ha tomado la decisión de tocarlas o de cuestionarlas. Creo que Carne Cruda, siendo un programa de izquierdas, es un programa crítico con el pensamiento mayoritario y dominante. Pero, por supuesto, el riesgo que dices existe, hay que tenerlo en cuenta y por eso nosotros tenemos un diálogo constante con los oyentes, para no acomodarnos en nuestras ideas.

-En las últimas elecciones la derecha, según todas las encuestas, iba a ser la gran ganadora en las urnas. Esto finalmente no fue así y los votos de PP y Vox no han sido suficientes para llegar a la Moncloa. ¿Cree que responde a un fallo en las encuestas, a la movilización de la izquierda ante el miedo a la ultraderecha o que hubo intereses por vender a la derecha como caballo ganador?

-Creo que todos esos factores que planteas en la pregunta pueden haber influido. Es evidente que los pactos que hizo la derecha con la ultraderecha en las semanas previas a las elecciones, aparte de la movilización por parte de la izquierda y de los partidos de izquierda, hizo que se diera el vuelco a las encuestas. Lo que terminó demostrando es que quizá estamos en un país más plural de lo que quieren hacernos creer los medios de comunicación. En ocasiones decimos que el pueblo o la ciudadanía va por otro camino distinto al de las instituciones y al de los medios de comunicación, y creo que este ha sido el caso. No de una manera mayoritaria, pero sí se ha demostrado que la opinión publicada no era exactamente igual a la opinión pública.

-Vox gobierna en coalición en diversos gobiernos regionales, entre ellos el de Aragón. ¿Este auge de la extrema derecha pasará de moda o ha llegado para quedarse?

-Yo creo que la extrema derecha, no solamente Vox porque creo que también hay elementos de ultraderecha dentro del Partido Popular,  tiene una fecha de caducidad, creo que responde a un momento de indignación de la derecha por una posible ruptura de la unidad de España, es decir, es una respuesta al independentismo catalán y a un momento de crisis. En el ciclo anterior ese momento de crisis se respondió con movimientos más igualitarios y ahora se ha respondido con movimientos identitarios. En Cataluña fue el independentismo y en España ha sido Vox, que representa a una especie de ultranacionalismo español. Mi opinión es que cuando pasen esas circunstancias volveremos a un país donde el bipartidismo será, probablemente, lo predominante y las fuerzas tanto regionales como plurinacionales y las izquierdas creo que seguirán existiendo con la fuerza que ahora mismo tienen en el Parlamento. Lo que sí que creo que ha llegado para quedarse es que España es un país más diverso que lo que mostraba el Congreso hasta hace unos años.

-Ha dedicado algún programa a la amnistía. ¿Considera que es el momento de buscar una solución definitiva al conflicto de Cataluña?

-Es el momento de buscar esa solución definitiva para Cataluña? Porque está claro que una solución hay que buscar, pero es ahora el momento de poner. Pues eso esa solución
En España siempre dicen que no toca, nunca es el momento y  creo que los problemas hay que resolverlos cuando los tienes. Ya hemos conseguido con el cambio de gobierno de la derecha a la izquierda que la inflamación que había en Cataluña se reduzca drásticamente y creo que una manera de suturar la herida que aún sigue abierta es el acercamiento de posiciones. Yo, como he dicho en los programas que he hecho de la amnistía, estoy más a favor de la amnistía que no de un referéndum de autodeterminación que me parece que ahora mismo la fuerza electoral que tienen los partidos independentistas no lo hace legítimo. En su momento sí lo pudo ser y yo de hecho defendí que si había una fuerza superior al 60% que quería un referéndum en Cataluña había que ver la manera de hacerlo, pero me parecía legítimo, aunque evidentemente hay que seguir los cauces legalmente establecidos. Ahora mismo me parece que era independentismo que en número de votos, no así de escaños, es la cuarta y quinta fuerza de Cataluña, pues no me parece que estén legitimados. Sin embargo, sí creo que todo el problema político que se derivó a los tribunales durante el Procès sí que estaría bien solucionarlo precisamente para que acabe toda posibilidad de inflamación, de nueva inflamación en Cataluña.

-¿Votaremos en enero?

-Es buena pregunta y qué difícil decirlo porque no tenemos ninguna bola de cristal. Yo creo que va a haber gobierno, quizás un gobierno muy frágil por los apoyos que tiene y por la coyuntura en la que vive en España, porque será más un gobierno apoyado por algún partido de la derecha, que digamos que es muy distinto al signo del partido gubernamental. Pero yo creo que a Junts, que es quien tiene ahora mismo la llave electoral, no le conviene que haya una repetición electoral porque creo que su electorado le castigaría si en España gobernase la derecha con la ultraderecha, que es uno de los riesgos que hay que hay una repetición electoral. Aunque yo sé que dentro de este partido tan complejo y tan dividido que es Junta per Cataluña hay quienes piensan porque cuanto peor mejor, es decir que cuanto más drástica sea la política anti independentista en España por parte del gobierno central mejor será para ellos,  quieren volver al momento de máxima exaltación y de máxima confrontación de 2017, y ojalá no suceda porque creo que sería pésimo para un país que necesita pensar en políticas sociales , en libertad, igualdad y estado de bienestar y no en una ruptura que ahora mismo creo que no cuenta con el apoyo popular y social suficiente.

-No es la primera vez que habla de despoblación en sus programas. ¿Qué ha aprendido en Allepuz ?

-He aprendido que, aunque no aparecen los focos mediáticos y no se habla de ello, hay mucha vida en esos pueblos que se dicen sin vida y que hay una España llena dentro de esa España vaciada. Evidentemente que faltan muchos recursos, que falta una implicación de las instituciones, que hay un abandono en las políticas, tanto nacionales, especialmente, como regionales pero que, sin embargo, la ciudadanía se moviliza y se organiza. Si no quieres que te lo organicen ellos, mejor organízate tú. Y lo que he aprendido ya de otros viajes a zonas más despobladas es que la gente resiste, se moviliza y se organiza.

-¿Esperaba encontrar un medio rural tan combativo?

-Sí, la verdad es que sí, los contactos que tenemos nosotros con el medio rural son de gente que está muy implicada en movimientos sociales que resisten tanto a la mala implantación de energías limpias como a las macrogranjas, pero una cosa que volvimos a identificar en el viaje a Teruel es que hay mucha gente moviéndose y haciendo cosas. Cuando estuve hablando después del programa con el público, todo el mundo me contaba que estaba en alguna plataforma,  luchando por la recuperación de pueblos, por frenar el impacto medioambiental de las macrogranjas, por una alimentación sostenible. Es decir, hay muchos movimientos a muchos niveles y la sociedad en esa España que está abandonada ha decidido que, si nadie se ocupa de ella, ya se ocupa ellos.

-Esa combatividad no ha llegado al congreso, Teruel Existe se quedó sin representación en las últimas elecciones, en las que el resto de fuerzas de la España Vaciada tampoco lograron entrar. ¿Cree que la representación en los estamentos nacionales podría ayudar a frenar el proceso o lo que hay que hacer es que los partidos de siempre tomen más cartas en el asunto?

-Yo creo que es muy bueno que existan fuerzas regionalistas que defiendan lo que ocurre y las necesidades de la gente que vive en esas regiones. Por supuesto  que los partidos en clave nacional deberían recogerlas, porque para eso está el Senado, para eso existe una cámara de representación autonómica y para eso también existe el Parlamento, que debe ocuparse no sólo de lo que ocurre en la centralidad o en las comunidades más poderosas económicamente, sino también de lo que sucede precisamente en las más empobrecidas, que es a las que hay que ayudar. Pero para mí es una tristeza que las fuerzas que estuvieron en la anterior legislatura, como Teruel Existe, no estén en este momento porque creo que es necesario que esas voces se escuchen. A veces los medios de comunicación y los partidos políticos hablan todos en clave muy centralista y olvidan todo lo que ocurre en las periferias, que necesitan de hecho de la ayuda de los partidos, del Congreso y de  la Administración central para desarrollar proyectos y vida ahí, porque hay gente que, como reclamaba  en el programa, tiene el derecho a vivir en esas zonas. A vivir bien y a tener servicios públicos, asistencia médica, una escuela pública de calidad a una distancia adecuada y a poder desarrollar una vida y una profesión. Además es que dependemos también del campo para comer, dependemos en muchos   sentidos de lo que sucede en el rural. Un rural abandonado al final dará lugar a un sistema de bienestar muchísimo más empobrecido no solo en esa zona, sino también en las zonas urbana.

-Cuando hablamos de despoblación ponemos el foco en las carencias del medio rural, pero esta problemática entraña que mientras una España se vacía, hay otra que está superpoblada. ¿Cree que los urbanitas sienten que tienen un problema o somos sólo los de pueblo los que vemos la gravedad de esta desproporción poblacional?

-Yo creo que, desgraciadamente, los urbanitas no tienen conciencia de ello, y no me incluyo yo porque he hecho muchos programas al respecto y soy bastante consciente del problema. Tengo la sensación de que el urbanita medio desconoce que hay una descompensación poblacional en España que acarrea muchos problemas, no sólo para quienes viven en el campo, sino también para los que vivimos en la ciudad, o sea, un mal campo dará lugar a una mala ciudad.

-Se ha hablado muchas veces de fiscalidad diferente para la gente que vive en los pueblos y la que reside en la urbe. ¿Qué opina al respecto?

-Yo creo que toda discriminación positiva con el campo en España está totalmente justificada, se trata de un territorio que ha sido abandonado, que no ha sido suficientemente cuidado a lo largo de las últimas décadas. Creo que los centros de poder, tanto político como económico, tienen que contribuir para sacar adelante esas zonas, que no están empobrecidas por la pereza o la vagancia de la gente, al contrario, uno cuando visita estas zonas encuentra gente muy trabajadora, lo que pasa es que no tiene recursos, no tiene ayudas, no tiene empuje, no tienen impulso. Y el problema es que si tú no impulsas una zona, esa zona se deprime. Creo que, por supuesto, tendría que haber una fiscalidad diferente, igual que creo que debe haber una fiscalidad progresiva entre pobres y ricos, también debe haberla entre comunidades más ricas y comunidades más pobres.

-¿Cree que la gente que vive en las ciudades lo aprobaría? Porque al fin y al cabo es en las ciudades donde están los votos

-Claro, pero es que no siempre hay que pensar en las medidas que dan votos sino en aquellas medidas que dan bienestar. Si el político solo piensa electoralmente, se olvidará del bienestar de las personas a las que tiene que gobernar y hay medidas que son impopulares, pero que son necesarias.

-¿Cree que los políticos piensan en otra clave que no sea votos?

-Es difícil porque, desgraciadamente, vivimos en ciclos electorales muy cortos y de mucha inestabilidad política que hacen que los políticos estén en permanente campaña, pero bueno, para eso están los movimientos sociales para recordar cuáles son las necesidades de los territorios.

-¿Resulta duro, económicamente hablando, sacar adelante una radio independiente?

-Pues ha resultado trabajoso, no diría duro porque ha sido un proceso muy acompañado por una audiencia muy militante, muy activa,  muy cariñosa, que nos ha cuidado desde el principio hasta el último día, que nos sigue cuidando que sigue llevando en volandas. Así que, aunque ha sido una tarea ardua y difícil no ha sido dura, ha sido muy emocionante muy satisfactorio.

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