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La Banda de Música Santa Cecilia de Teruel regala al público un concierto de altos vuelos La Banda de Música Santa Cecilia de Teruel regala al público un concierto de altos vuelos
Aspecto que presentaba ayer el Pabellón Los Planos durante el Concierto Extraordinario de Santa Cecilia. Bykofoto / Antonio García

La Banda de Música Santa Cecilia de Teruel regala al público un concierto de altos vuelos

Javier Sierra y David Civera fueron destacados como Socios de Honor de la agrupación
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Marte, Saturno, Tatooine, el Planeta literario que conquistó en 2017 Javier Sierra, una de las estrellas más televisivas de Teruel -David Civera - y como quiera que se llame el lugar de donde llegó E. T. en 1982, fueron algunos de los grandes protagonistas de la 44ª edición del Concierto Extraordinario de Santa Cecilia de Teruel, con el que la Banda de Teruel volvió a obsequiar este sábado al público que se dio cita en el Pabellón de Los Planos de Teruel.

Ellos, pero también los 120 músicos de la banda de música -13 fueron presentados por vez primera de forma oficial como miembros de la formación-, y los algo más de 1.000 espectadores que se dieron cita para disfrutar del complejo y brillante repertorio que prepararon los músicos dirigidos por Daniel Ibáñez.

Este año la asociación cultural Banda de Santa Cecilia eligió poner su granito de arena en la promoción de la candidatura turolense a acoger la Agencia Espacial Europea. Así que se eligió un repertorio formado por siete temas que de un modo u otro tienen que ver con el espacio.

Los músicos abrieron con Amanecer de Así habló Zaratrusta (Richard Strauss), tema principal de la banda sonora de 2001, Una odisea del espacio (1968). A continuación tomó el micrófono “uno de los más marcianos de Teruel”, como se definió a sí mismo Javier Sierra.
 

David Civera, durante su intervención en el concierto. Bykofoto / Antonio García


El turolense, premio Planeta 2017 con El fuego invisible y uno de los escritores españoles más traducidos y más leídos en la actualidad, recordó las conexiones entre la música y el cielo, y como el exitoso tándem entre Spielberg y John Williams imaginó a seres de diferentes galaxias comunicándose a través del famoso re-mi-do-do-sol que también sono ayer. Sierra también rememoró como fue La guerra de las Galaxias -cuya banda sonora cerró ayer el concierto- la primera película que vio en el Cine Marín, allá por 1977, y citó a Pitágoras para afirmar la música de las esferas es el motor que al final lo mueve todo. “El universo entero canta, solo hay que saber escucharlo”, aseguró.

Suite orquestal

A continuación la Banda de Música interpretó el movimiento de la suite orquestal Los planetas de Gustav Holst dedicada a Marte y Los anillos de Saturno, pieza de Salvador Luján, completando la primera parte de la velada.

Fue entonces cuando en la gran pantalla pudo verse de nuevo el videoclip de la canción que David Civera grabó hace seis años junto a la Banda Sinfónica de Teruel, Qué caprichosa la vida, un tema con resonancias cósmicas que formó parte en su día del duodécimo disco del turolense, 15º Aniversario, publicado en noviembre 2016, y que además fue una de la músicas que sonaron ese mismo mes durante la reapertura del Teatro Marín -donde fue grabado el propio videoclip-  tras las reformas que sufrió durante ese año.

Civera agradeció a los músicos turolenses haberle permitido grabar esa canción, “que sigue tocándome cada vez que la escucho”, y se mostró orgulloso de compartir con todos los turolenses la pasión por la música, “el lenguaje más sensible que existe”. Para despedirse, afirmó que “si el mundo se rigiese por las matemáticas de la música, del universo y del amor, todos seríamos mucho más felices”.

Para finalizar el capítulo de las intervenciones tomó la palabra Sebastián Guitarte, presidente de la Asociación Cultural Banda de Santa Cecilia, que agradeció a las instituciones turolenses su empeño por mantener viva la candidatura a la Agencia Espacial Española “que nos permita soñar con las estrellas y con el futuro”.

A continuación entregó sendas placas a David Civera y Javier Sierra como nuevos Socios de Honor de la Banda de Música de Santa Cecilia, y dio de nuevo paso a los músicos con su frase fetiche, “se puede vivir sin música, pero se vive peor”, a la que añadió dos más que avanzaron parte del repertorio que seguía; el saludo con el que E. T. se despide de Elliot señalando al cielo, “estaré allí mismo” -en su caso Guitarte se refería a la sección de vientos metales-, y la inolvidable “que la Fuerza os acompañe”.
 

Javier Sierra también fue nombrado Socio de Honor de la Banda de Música Santa Cecilia. Bykofoto / Antonio García


En la segunda parte del concierto pudieron escucharse Stratosphere (Otto Schwarz), y los temas principales de dos bandas sonoras compuestas por un auténtico extraterrestre de la música sinfónica contemporánea, E. T. el extraterrestre y Star Wars Saga, de John Williams.

Colaboración del CEFCA

En un concierto dedicado al cosmos no podía faltar la presencia de Centro de Estudios de Física del Cósmos de Aragón (Cefca), que ayer volvió a colaborar con la Banda de Música de Santa Cecilia. Gracias a las espectaculares imágenes tomadas por los telescopios del observatorio astronómico de Arcos de las Salinas, que fueron exhibidas por la pantalla a medida que se desarrollaba el concierto, la experiencia fue todavía más interesante.

Y es que el Concierto Extraordinario de Santa Cecilia de Teruel del pasado año habia sido muy especial porque significó el primero para la Banda después de 21 meses de silencio por culpa del covid, y porque además fue el primero con el director Daniel Ibáñez al frente. Sin llegar a tanto, el concierto de ayer también tuvo su valor simbólico porque, a diferencia de aquel, ya no fueron necesarias ninguna medida de precaución anticovid ni estuvieron operativas limitaciones de aforo.

El público agradeció la entrega y la implicación de los 120 músicos que ayer hicieron posible el tradicional homenaje a Santa Cecilia, antes de la no menos tradicional cena en la que se reúnen anualmente. Su director, Daniel Ibáñez, ha insistido en que este año era especialmente complejo el repertorio, teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de los músicos no lo son a nivel profesional.

Para prepararlo los miembros de la banda llevan muchas semanas ensayando a razón de dos días por semana, además de dos últimos ensayos generales, el mismo viernes por la noche y ayer, apenas dos horas antes de comenzar el concierto. A ese trabajo hay que añadir el montaje y desmontaje de las sillas y del escenario en Los Planos, nada desdeñable teniendo en cuenta el gran número de sillas que se colocaron en la pista deportiva.

La asociación cultural Banda de Santa Cecilia de Teruel, es una de las que a más turolenses implica. De ella dependen la banda de música junto al resto de agrupaciones musicales, como la Orquesta Sinfónica, la Camerata, el Coro, el Ensemble de saxos, el grupo de Música Tradicional o la banda de gaitas Gaitéricos -que actúa en el Teatro Marín el 10 de diciembre nada menos que junto a Hevia-; además de la Escuela Municipal de Música y de las agrupaciones musicales formativas que están ligadas a ella. Este año hay inscritos más de 650 alumnos en la Escuela, contando los más benjamines del ciclo de iniciación Música y Movimiento. Y si se suman las personas que además pertenecen a alguna de las formaciones musicales fácilmente se llegan a las 1.000 personas.

 

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