‘Paisanos en Aragón’ disipa fronteras a lo largo de 59 cuadros, esculturas y fotografías

El Castillo de Albalate del Arzobispo acoge hasta el 28 de agosto la exposición Paisanos en Aragón, que bajo la filosofía de disipar fronteras políticas mediante el arte recoge 59 fotografías, pinturas, collages y esculturas de otros tantos artistas españoles, mexicanos y estadounidenses.

La muestra, que puede visitarse de miércoles a domingo, de 10:00 a 13:00 y de 19:00 a 21:00 horas, incluye varias esculturas de dos artistas aragoneses. Se trata del maellano Joaquín Hernández, que aporta obras como Torso (2022) o Eureka, y del alcañizano Jorge Egea, que participa con Pareja (2012) y Antinous.

Egea, además, es comisario de la exposición y coordinador del grupo Paisanos España, en el que también participan Adrián Arnau, Ángel Campiña, José Luis Eguía Gómez, Devaraj (Daniel) Franco Ruiz, Valentín Lozano Bolívar, Mony Núñez y Lara Verker.

El bloque Paisanos México aporta obras pictóricas de Carlos Castrejón, Julio Ángeles Labra, Jaqueline Barajas, Pablo Castañeda, Francisco Chávez Corrujedo, Carlos Coronado Ortega, Aída Corral, Manolo Escutia, Esther Gámez, Fernando García Rivas, Ángela González, Ruth Hernández Ortiz, Rocío Hoffmann, Héctor Juárez, Virinia Lizardi, Daniel Márquez, Franco Méndez Calvillo, Antonio Oceguera Figueroa, Francisco Postlethwaite, Griselda Rosas, Margarita Torres y Hugo Valdez. Además, el mexicano Manuel Bojórkez aporta fotografía.

Por último, el grupo estadounidense está formado por los pintores Victoria Alexander Márquez, Kate Ashton, Debra S Babylon, Lisa Bryson, Therese Cipiti Herron, Kris Daniels, Ellen Dieter, Roberta Dyer, Kenda Francis, Ann Golumbuk, Martín Hanek, Frank W Higley, Nancy Jacobson, Kirby Kendrick, Judy McClain, Susan J Osborn, Mick Phelan, Judy Pike, Susan Salazar, Cree Scudder, Kathy Serrano Zanot, Anna Siqueiros, Colleen Veltz, Gigi Woodward y Tony Beltrán. Jim Platel aporta fotografía al sector de EEUU.

Disímiles desde 2018

El proyecto Paisanos arrancó en 2018 por iniciativa del arquitecto mexicano Luis Alderete, motivado por conformar “un grupo de artistas que no entendieran de fronteras, de diferencia o de otredad”, explican en el dossier los comisarios de la exposición, Jorge Egea y Santiago Martínez, coordinador del Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro (CIDA) de Albalate. “De ahí la definición del grupo paisanos como transhumantes, creadores anacrónicos de origen disímil”, apostillan. Y es que “la diferencia o disimilitud está aquí entendida como reconocimiento, hermandad, paisanaje entre artistas de disciplinas, técnicas, orígenes y objetivos particulares y diversos, que,  sin embargo, se sienten y se reconocen paisanos dentro de este proyecto cultural que no entiende de límites y que usa la frontera entre países y continentes solamente como elemento organizativo para hacer de la internacionalidad una de sus características esenciales”, añaden los comisarios.

“Paisanos nace, de algún modo, como contestación a la artificialidad de la frontera. En este caso, a la que divide los territorios de la  Baja California mexicana con la California estadounidense”. De este cúmulo constante de intercambios, desde Tijuana a San Diego, surgió la primera exposición de Paisanos México, organizada en el Consulado de México de Barcelona en abril de 2018. Este fue el punto de partida para activar el grupo Paisanos España, que realizó la exposición Paisanos México-España-Estados Unidos en el Palau Falguera de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) en enero de 2020.

Revitalizar tras la pandemia

En 2022, “después de una pandemia que paralizó prácticamente toda actividad cultural que incluyera desplazamientos entre ambos lados del Atlántico, hemos querido revitalizar este proyecto con la exposición Paisanos en Aragón”. Una muestra que ya estuvo abierta al púbico en las bodegas del Castillo de Maella (Zaragoza) la primera quincena de agosto y fue inaugurada en la fortaleza arzobispal de Albalate, donde residirá hasta el día 28.

“Los dos castillos-palacio, cuyos muros construidos con arenisca del lugar acusan la pátina de la Historia de la vieja Corona de Aragón, son ahora refugio de eventos culturales y símbolo identitario de las poblaciones que nacieron a su regazo. Maella es referente del arte a partir de uno de sus hijos más ilustres, el escultor Pablo Gargallo (1881-1934). Su castillo, si bien se encuentra destruido desde las guerras carlistas, mantiene el esplendor alcanzado bajo el dominio del Conde de Aranda en el siglo XVI. Sus bodegas, reconvertidas en salas expositivas, crean una atmósfera perfecta como marco para el arte” detallan.

Por su parte, Albalate “se ha convertido en lugar de encuentro artístico a partir de uno de sus materiales endógenos, el alabastro”. Su castillo gótico, “joya de la arquitectura civil de la época, alberga múltiples espacios que se enriquecen con las sucesivas muestras de arte”, explican.

“En ambas localizaciones, el carácter utilitario con el que fueron concebidos los edificios no excluye su preocupación estética y ello propicia una atmósfera genuina en la que la selección de obras, entre pinturas, esculturas y fotografías de la muestra Paisanos en Aragón, testimonia cómo las ideas diferentes son buenas, cómo la tolerancia y la comprensión ayudan a traspasar fronteras y el arte alcanza su significado más auténtico en el diálogo con el público que las descubre”, concluyen.

Egea agradeció al Ayuntamiento de Albalate su predisposición a programar este tipo de iniciativas culturales y animó al público turolense a disfrutar con esta exposición, la única de la serie Paisanos que introduce esculturas dada la tradición de alabastro de Albalate y la profesión del propio Egea. “El arte posiciona a los municipios en el mapa, es algo necesario y a la vez una oportunidad de contemplar obras que no estamos acostumbrados a ver por aquí”, concluyó.