

Salomé: Eurovisión hoy es más un festival de efectos y luces que de canciones
Basilea acoge la 69ª edición de Eurovisión con guiño turolense 56 años después del ‘Vivo cantando’Resulta curioso como jóvenes que no han cumplido los 23, conocen, y dejan comentarios gracias a plataformas de música como Youtube de la historia de Eurovisión, saben perfectamente el último triunfo de España, aquel Vivo Cantando y no solo la canción, algo que nos toca de cerca como es el vestido que lució Salomé obra del turolense Manuel Pertegaz.
Para llegar a la edición de hoy, ha habido un recorrido que se inició precisamente en Lugano al sur de Suiza en 1956, desde entonces muchas cosas han cambiado y algunas otras cambiarán sin ningún género de dudas, quizás el cambio más significativo se produjo en 1999, cuando desapareció la orquesta en directo del certamen, y todo pasó a ser música enlatada ya se habían combinado sonidos pregrabados con la orquesta en directo pero a partir de ese año, se prescindió pues de músicos y el director de orquestas, que era una de las presentaciones previas a la canción.
Teatro Real de Madrid 1969
La edición que esta noche se celebra en Basilea es la número 69, precisamente ese número está asociado al único festival que se celebró en España, fue la noche del 29 de Marzo de 1969. La televisión que dirigía Juan José Rosón tiro la casa por la ventana, para presentar ante Europa un país de modernidad y solvencia televisiva, la cantante elegida para representar a Televisión Española, Salomé, la barcelonesa estudiante de medicina ya llevaba unos años pisando escenarios y participando en Festivales y sobre todo cantando temas de grandes compositores como Lleó Borrel o Armando Manzanero, además de una amplia discografía en catalán o inglés, y participaciones en programas internacionales como el de Tom Jones en la BBC.
Salomé siempre ha tenido un buen recuerdo de aquel festival “Yo me lo pasé muy bien, es cierto que los dos meses de gira de promoción fueron agotadores, un día estabas en Londres y al siguiente en Zagreb, pero entonces las cosas se hacían así, actuabas en todas las televisiones de los países participantes sin parar”. Las casas discográficas jugaban un papel fundamental, ir a Eurovisión era una garantía de éxito para sus cantantes, en España la ya desaparecida Belter que tenía una amplio catalogo de cantantes que iban desde Manolo Escobar a Víctor Manuel, había apostado por la catalana para ese certamen.

Un Festival con turolenses
El gran modista turolense Manuel Pertegaz sería el encargado de confeccionar el vestido de Salomé, el de Olba presentó varios diseños, uno de ellos en tono gris que fue descartado pero que Salomé lució en actuaciones como nos cuenta “era un vestido gris humo precioso, me encantaba, quizás no tenía la fuerza para el festival del diseño final, pero era precioso”. Finalmente Pertegaz realizó el famoso vestido de canutillo de porcelana color turquesa, aunque Salomé nos cuenta que se hicieron varias pruebas “al principio iba a ser de azabaches, pero según los técnicos producían halo y se descartó” sigue siendo uno de los vestidos favoritos de Eurovisión y sobre todo no pasa desapercibido el peso, Pertegaz realizó esta creación en su casa de alta costura de Madrid que estaba situada en el barrio de El Viso, se planteó un diseño sin mangas y con canutillos dorados, pero al final se optó por el modelo turquesa, la cantante considera que el diseño del turolense fu un elemento muy importante para el triunfo final “siempre he dicho que dos de los factores para el magnífico resultado final fueron por un lado la partitura y arreglos de la canción de Augusto Algueró, y el otro el vestido de Manolo”

Pero ese festival todavía deparaba una sorpresa turolense, no estaba en el Teatro Real de Madrid pero si en los estudios de Prado del Rey integrando el jurado, se trataba de un jovencísimo Román Alcalá Pérez, una persona importante en la historia de la transición en la provincia de Teruel, que fuera presidente de la Diputación de Teruel de 1979 a 1983, entonces un jovencísimo Román Alcalá estudiante en cuarto curso de Ciencias económicas políticas y comerciales de la Universidad de Madrid.
De Madrid a Basilea
Evidentemente mucho ha cambiado el cuento desde los primeros Festivales a la actualidad, Salomé es clara “Si te digo la verdad veo poco o nada el festival, el año pasado aguanté dos canciones, ahora la música importa poco son todo fuegos artificiales, coreografías y a ver quién es más estrafalario, total más luces y pantallas que canciones” es cierto que la importancia de la puesta en escena es fundamental para los participantes de hoy, muchos son los críticos con el actual modus operandi, se quejan de la falta de apuesta por la música y que todo gira en torno a un trampantojo, y miles de cachivaches en el escenario, aún así incide Salomé ha habido calidad pero sin continuidad “Cuando ganó Salvador Sobral, a mi me pareció una canción preciosa, pensé bueno por lo menos todavía hay buen gusto, pero vamos eso duró un año”

Impera el modelo económico, un producto de fácil venta según muchos críticos, es evidente que la puesta en escena de los representantes, están muy por encima y en ocasiones eclipsan los temas musicales, se ha caído en la creencia de que el impacto de imagen envuelve al eurofan. Por otro lado son tales las restricciones que impone la UER que para muchos ya no es ese lugar seguro donde expresarse con libertad, cualquier referencia a los derechos humanos o impedir en el escenario cualquier referencia al movimiento LGTBIQ+ uno de los pilares fundamentales de Eurovisión, cada vez levantan más voces críticas, sin olvidar la presencia de Israel que levanta ampollas por la matanza que el ejército hebreo está realizando en Gaza muchas televisiones miembros de la UER han planteado la no presencia de la televisión judía, pero la UER se ha posicionado en contra, a diferencia de Rusia que fue expulsada del festival, cuando se produjo la invasión de Ucrania.
España en busca del rumbo
Este año la elección de televisión española a través del Benidorm Fest fue Esa diva interpretada por cantante sevillana Melody, le pedimos a Salomé una impresión: “Es una canción que ha mejorado con la nueva orquestación, pero yo no soy muy optimista, tal como está el panorama actual” la cantante catalana reconoce que la promoción musical sigue muy presente en la actualidad “hay cosas que no han cambiado tanto, hoy los productores siguen siendo los interesados en determinados artistas, el Benidorm Fest se montó para eso, dio resultado con Chanel, siendo que fue más baile que canción, de Zorra mejor me callo”

Después de 56 años, Eurovisión sigue teniendo detractores y enloquecidos fans, queda lejano aquel 1956, o 1961 año de la primera participación española con Conchita Bautista y una canción precisamente de Augusto Algueró Estando contigo, una actuación en Cannes donde la Bautista lució un vestido rosa prestado por Carmen Sevilla, la participación española está llena de anécdotas y también de intrahistorias, como la de 1968 con la negativa de Serrat y la aparición y el recambio de Massiel, o las dos presencias de Raphael, ambos ahora con problemas de salud, le preguntamos por ellos a Salomé: “ Cuando vi a Massiel en televisión con su enfermedad, sentí mucha pena, una mujer tan vital que tenga que pasar por algo así, y a Raphael es que lo quiero tanto, somos amigos y tenemos una relación de tantos años que me dolía en el alma, por fortuna ya está muy recuperado y eso me alegra mucho”
Esta noche la gran final, veremos si hay sorpresas, eso sí, nadie nos quitará los canutillos de porcelana, a Los Valldemosa con aquel hey y el decorado con aquella escultura de Amadeo Gabino, que hoy sigue presente en la puerta de los estudios de Prado del Rey, quedamos con Salomé para hablar de Eurovisión 2026.