Síguenos
“Si el arte solo se expusiera en museos muy pocos artistas podrían tener visibilidad” “Si el arte solo se expusiera en museos muy pocos artistas podrían tener visibilidad”
Víctor Pastor se considera autodidacta aunque lleva años exponiendo en numerosos lugares dentro y fuera de España

“Si el arte solo se expusiera en museos muy pocos artistas podrían tener visibilidad”

Víctor Pastor expone trece óleos inspirados en el Matarraña en La Fábrica de Solfa de Beceite
banner click 244 banner 244

El pintor zaragozano Víctor Pastor Vito abre la temporada 2023 de Las historias Gourmet de La Fábrica de Solfa, en Beceite. El hotel-restaurante turolense que funde gastronomía y arte propone una exposición, que estará abierta hasta el 3 de abril, inspirada en buena parte en el propio Matarraña, donde la belleza del territorio es capaz de impulsar el pincel incluso de quien no se considera un pintor habitual de paisaje

-¿Qué piezas expone en Beceite y cuál es su discurso artístico?

-Son 13 obras en total, y son trabajos que hablan de las cosas que sentí durante el verano cuando conocí Beceite. En su mayoría son paisajes de la zona, otros inventados y algún otro trabajo que estaba pintando en esa época. Son pinturas que surgen por la necesidad de encontrar cierta paz, uno de los lugares donde suelo encontrarla es en la naturaleza. Mi llegada a Beceite no fue en la mejor de las condiciones, una situación personal complicada que hacía que me sintiera agobiado, perdido... Mis paseos por el pueblo y sus alrededores me dieron ese respiro que todos necesitamos en algún momento. Siempre me ha gustado la fotografía así que fuí disparando aquí y allí, y cuando surgió la posibilidad de hacer la exposición, vi claro que me iba a alimentar de ese material y esas sensaciones. Es curioso porque nunca he sido de pintar muchos paisajes,  pero esta vez he disfrutado mucho experimentando con ellos. Y bueno... me gustó incluir algunos cuadros donde aparecen humanos, y que tienen relación con las cosas que yo particularmente necesito, y creo que todos, para ser feliz. Amor, conexión, complicidad.

-Buena parte de su pintura destila cierta amargura, cierta decadencia impresionista... ¿A qué responde?

-Solo estoy de acuerdo a medias con eso. Sí es verdad que visualmente mi pintura puede parecer triste, oscura... Creo que esto se debe a mi gusto estético, desde joven me han gustado ese tipo de tonalidades, es la paleta con la que me siento a gusto, pero es algo que va variando con el tiempo, unas veces de forma consciente y otras veces de forma natural. Respecto a la temática, creo que mi pintura no es triste o decadente, aunque toco temas como la soledad, el desamor, la insatisfacción... Cosas que siento y que todos sentimos, es la vida. Pero siempre busco ese hueco por donde entra la luz. En mi pintura siempre hay un punto de esperanza que quizás no se aprecia a primera vista. No lo sé, es algo que no me planteo. Yo pinto para expresarme y no me preocupo de si se ve oscuro, triste o melancólico. Si investigas en mi trabajo también encuentras temas como la diversión, el amor, la felicidad, el deseo... Como te digo, pinto las cosas que me preocupan y me hacen sentir en cada momento.

La pintura de ‘Vito’ deja un sugerente aire impresionista sobre el lienzo

-¿Cultiva la abstracción, estrictamente hablando?

-Muy poco, es un lenguaje con el que no me siento cómodo, ni como pintor ni como espectador. Aunque es verdad que a raíz de pintar estos últimos paisajes he visto la posibilidad de investigar en esa forma de expresión. Quién sabe, quizá en el futuro pueda ir saliendo alguna cosa más abstracta. 

-En sus pinturas sobre la figura humana destaca visiblemente sus estudios sobre la postura...

-Bueno, mi pintura trata de expresar emociones, y los humanos somos los que sentimos esas emociones. Así que la representación de nosotros mismos, de nuestros cuerpos, es la forma más sincera, pura y directa de expresar lo que quiero. Creo que la capacidad que tiene el cuerpo humano de transmitir es increíble. Una mirada, un gesto, una postura concreta... No creo que haya nada que pueda igualar esa expresividad. 

-En cuanto a técnicas, ¿dónde encuentra sus mejores herramientas para expresarse?

-A lo largo de los años he pasado por diferentes etapas. Empecé pintando con tinta china, de una forma muy sencilla, blanco y negro, porque tampoco sabía hacerlo de otra manera. Poco a poco fuí aprendiendo y fui incorporando las escalas de grises. Después estuve pintando mucho tiempo con acrílicos, hasta que amigos pintores con más experiencia me recomendaron pasarme al óleo. Me decidí por el óleo al agua para no tener que utilizar aguarrás y evitar los olores. Creo que la recomendación fue muy acertada, ya que el óleo al tener un secado mucho más lento que el acrílico te permite trabajar los degradados de una forma mucho más cómoda y precisa. Y ahí sigo, pintando con óleo al agua. También pinto con acuarela de vez en cuando, pero mi técnica principal ahora mismo es el óleo al agua. 

El Matarraña ha despertado en el zaragozano un gusto por el paisaje que antes no tenía

-¿A qué se refiere exactamente cuando se define como autodidacta?

-Lo hago porque no tengo estudios académicos relacionados con el arte. La verdad es que no creo que el término sea del todo correcto pero tampoco he encontrado otro más acertado. Desde niño me gustó dibujar y pintar, copiaba tebeos, portadas de revistas, de discos, todo lo que me llamara la atención. Cuando me tocó decidir qué estudiar, no lo tuve nada claro y tampoco nadie me informó de la posibilidad de estudiar algo relacionado con el arte. Así que no lo hice. Estuve unos años sin pintar, adolescencia y primera juventud. Y cuando lo retomé y descubrí que era importante para mí nunca encontré el momento de meterme a estudiar. Así que, sobre todo, al principio fuí aprendiendo con la práctica. Con la llegada de internet creo que todo cambió. Tener la posibilidad de ver lo que otros hacen es una maravilla, te permite cosas que te gustan y eso te hace avanzar mucho más rápido. Puedes realizar cursos online de la técnica que quieras con grandes profesionales, y después he tenido la suerte de poder compartir estudio con otros pintores de los que he aprendido un montón. Por eso te digo que lo de autodidacta no creo que sea del todo correcto, al final se aprende de otros y luego cada uno tiene que intentar sacar su personalidad y esencia. 

-¿Qué importancia tiene la sensibilidad y las aptitudes artísticas innatas, si es que tal cosa existe en su opinión, frente a la formación adquirida?

-La sensibilidad de cada artista creo que lo es todo, es lo que te va a diferenciar de los demás, es tu sello personal. Se necesita de cierta técnica para poder plasmar esa sensibilidad que todos tenemos dentro. Pero si no tienes nada que contar o lo que cuentas no es sincero, creo que la técnica no te va a servir de mucho. Dicho eso, aunque me hubiera encantado hacerlo yo nunca he estudiado en una facultad de Bellas Artes, así que no tengo ni idea de lo que te enseñan a nivel de teoría en la pintura y cómo eso puede influir en el trabajo del artista. 

Una pareja destaca sobre la habitual paleta de colores ocres y aterrados que utiliza Víctor Pastor

-¿Qué referencias e influencias artísticas tiene?

-Las influencias son muchas y muy variadas. Así de primeras me vienen a la cabeza las pinturas azules de Picasso, Goya, Edvard Much, Caravaggio, Rembrandt, el expresionismo alemán... y como te decía antes, desde la llegada de internet a nuestros teléfonos es impresionante la cantidad de artistas que miro, que hacen cosas maravillosas y que me inspiran. Creo que todo lo que vemos, lo que nos gusta y lo que no, tiene un impacto o una influencia en nosotros. Cuando estoy pintando no pienso en que tengo que llegar a un resultado en concreto o que mi pintura tenga que verse de una forma determinada, todo lo contrario. La pintura es algo vivo que quiero que mute, evolucione de la misma forma que lo hago yo como persona. 

-Su exposición abre la temporada 2023 en La Fabrica de Solfa, un proyecto que pone en marcha exposiciones de arte en un espacio concebido como restaurante. ¿Qué le parece el formato? ¿Acerca el arte a la gente, o corre el riesgo de trivializarlo?

-Me parece muy interesante. Como bien dices, acerca el arte a todo el mundo y para mí eso es algo muy importante. No importa que la pintura no esté en el centro de la actividad, en este caso comparte espacio con la gastronomía, que también es un arte. Creo que espacios e iniciativas como esta son muy necesarias, hacen que nuestro trabajo pueda ser visto por gente que de otra forma difícilmente se encontraría con lo que hacemos. Si el arte solo se expusiera en museos y galerías serían muy pocos los artistas que tendrían la posibilidad de dar visibilidad a sus trabajos. Creo que espacios como La Fábrica de Solfa de Beceite hacen una gran labor y conviven perfectamente con otros espacios dedicados exclusivamente a la exposición de arte. Para mi la clave está en el cariño que le pongas a las cosas: si el espacio está cuidado y tu trabajo es tratado con respeto, adelante. No creo que se trivialice  el arte en espacios así, al contrario, yo me he sentido tratado con mucho cariño y respeto. Y creo que son necesarios más espacios y proyectos como el de La Fábrica de Solfa. Les agradezco enormemente el haber contado conmigo para sumar con mi pintura. 

-¿En qué proyectos artísticos anda metido actualmente?

-Ahora mismo estoy trabajando para realizar la portada de un sencillo del músico norteamericano Cody Lynn Boyd, será la tercera vez que trabajamos juntos. Os invito a escucharle porque es un artista que me gusta mucho. Además amo la música y para mí es un placer trabajar con músicos. Y en abril participo en una exposición colectiva en Milán y aún tengo que decidir qué expongo. No obstante, mi mayor proyecto siempre es mi trabajo diario, la pintura como medio de expresión. Espero que poco a poco cada vez más gente vaya conociendo mi trabajo, les interese y vayan surgiendo cosas.

El redactor recomienda