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Dos de Cella, un ‘Cuatro Latas’ y  una aventura de 3.500 kilómetros Dos de Cella, un ‘Cuatro Latas’ y  una aventura de 3.500 kilómetros
El Renault 4 con el que Víctor López y Enrique Hernández finalizaron la Maroc Challenge Winter 2022 atraviesa velozmente una zona de pista en el desierto marroquí

Dos de Cella, un ‘Cuatro Latas’ y una aventura de 3.500 kilómetros

Víctor López y Enrique Hernández completan el ‘Dakar de los 70’ en el desierto marroquí
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Javier Gascó
Dos cellanos, un Cuatro Latas y una aventura de 3.500 kilómetros. Puede parecer el inicio de un chiste, pero no lo es. Más bien es el resumen de la hazaña que la pasada semana completaron Víctor López y Enrique Hernández al finalizar la Maroc Challenge Winter 2022, también conocida como el Dakar de los 70, con un Renault 4 rescatado del desguace. Los dos amigos, que llevaban más de un año con el reto en mente, se propusieron “bajar” hasta Marruecos en el propio coche para después completar la exigente prueba por el desierto del país africano durante seis días. Su principal objetivo era “volver al pueblo sin tocar una grúa” y no solo lo consiguieron, sino que además fueron recibidos con honores tras quedar en quinta posición de su categoría. Sin embargo, el mayor premio para la pareja de mecánicos cellanos fue la innumerable cantidad de anécdotas acumuladas durante una travesía que ellos mismos catalogan de “locura”.

No es para menos, ya que lo que comenzó como una propuesta inocente surgida hace un año se convirtió en “la mejor experiencia”de las vidas de Víctor y Enrique. Aunque también en la más dura. Los dos amantes del motor se lanzaron a la carretera tras un largo periplo en el que el taller se convirtió en su segunda casa: “Nos despertábamos, íbamos a trabajar, comíamos cuando podíamos y nos metíamos a echarle horas hasta las diez u once de la noche”. La aventura que comenzó en el municipio vecino de la capital turolense llegó, tras varias estaciones de servicio y gasolineras, a territorio marroquí para emprender el recorrido de una de las grandes pruebas del Off Road. 
 
Los dos mecánicos partieron de Cella y viajaron hasta Marruecos por carretera en el propio vehículo


La Maroc Challenge es un  rally raid que recorre los desiertos de dunas y ríos de arena de Marruecos. Con salida en Midelt y llegada en Saïdia, la carrera se desarrolla en pistas rápidas con lagos vacíos y zonas muy pedregosas. Sin embargo, el concepto de la prueba facilita en gran medida la participación en la misma. La organización la define como el “Dakar de los 70 para los aventureros de hoy”. Razón suficiente para que Víctor López y Enrique Hernández se empeñaran en demostrar que en lo de aventureros no les gana nadie.

Tras más de 3.500 kilómetros, los dos cellanos acumulan un sinfín de historias de todo tipo. Pasaron miedo cuando su Cuatro L volcó en medio de unas dunas por falta de potencia y altura, o cuando casi tienen que abandonar la carrera debido a una pérdida del escape, que les inundó el coche de humo: “Paras en mitad del desierto y te preguntas qué haces ahí con ese coche”. Pero también disfrutaron conociendo compañeros de todas partes del mundo, descubriendo “un país maravilloso con gente acogedora” y sobre todo haciendo lo que más les gusta: disfrutar del automovilismo.

Una joya rescatada de la nada

Las suntuosas, a la par que tenebrosas, dunas del imponente desierto marroquí no pudieron con todo un veterano del motor. Y es que el Renault 4 con el que Víctor López y Héctor Hernández completaron la machada estaba en sus últimos días antes de pasar por las manos de los dos mecánicos cellanos. Lo que comenzó con un pequeño ajuste en el embrague terminó convirtiéndose en rutina hasta conseguir un vehículo capaz de recorrer kilómetros y kilómetros por las arenas del norte de África.
 
Durante la prueba, los dos turolenses pasaron momentos de apuros debido a la escasa altura y potencia de su vehículo


“No llevaba ninguna preparación especial Off Road, simplemente unos focos de largo alcance, ruedas de competición, cubrecarter y tomas de corriente además de los 3 GPS que instalamos”, explican los protagonistas de la aventura, que tenían la intención de revenderlo una vez concluyese su expedición. No obstante, lo vivido en el interior del histórico coche no tiene precio, por lo que “por ahora se va a quedar un tiempo en nuestro garaje”.

La ambición de triunfar

La competición ha hecho mella en los dos colegas turolenses, que ya piensan en volver a adentrarse con su pequeño tesoro en las pedregosas pistas del desierto en la próxima edición de la Maroc Challenge. Aunque la intención de Víctor y Enrique ya no es la misma de cara al próximo año. Tras concluir de manera exitosa su primera competición internacional -quedaron quintos, de quince participantes, en la categoría Adventure C1-, la ambición de la dupla cellana hace que quieran pelear por entrar en el podio de la prueba con el mismo coche: “Nos ha picado. Nos gustaría ir otro año y buscar un tercer puesto, ahora que ya conocemos el recorrido”. No obstante, el mayor premio para los dos cellanos fue el hecho de completar un reto que ellos mismos se habían marcado: “No ganamos nada, pero el propio reto ya fue toda una celebración”.
 
Los dos amigos reconocen que han vivido la “mejor experiencia” de sus vidas

Hogar, dulce hogar

Pero, sin duda, la celebración que ninguno de los dos borrará de su mente es la que se encontraron al entrar en la rotonda de Cella: “Íbamos por la Autovía Mudéjar y nos empezaron a llamar amigos y familia para preguntarnos cuánto nos quedaba. Pero la sorpresa fue mayor, llegamos al pueblo y pensábamos que había un accidente. En la rotonda de entrada nos estaba esperando toda nuestra gente con sus coches y sirenas. Nos acompañaron hasta la plaza y allí estaban nuestras familias. Fue un momento de gran emoción”. Tras el clamor, los dos amigos volvieron a la normalidad de su rutina después de grabar a fuego en su memoria una historia de risa, pero no de chiste. La de dos de Cella, un Cuatro Latas y una aventura de 3.500 kilómetros.

 
Llegada de los dos participantes a Cella

 

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