El Andorra asegura su plaza para la próxima campaña en Tercera División (1-1)

“2.562 días después, hemos vuelto. La historia nos empuja y el andorranismo tira hacia el futuro”. Las redes sociales del Andorra CF certifican lo que viene siendo un hecho casi confirmado desde hace ya algunas semanas, el regreso del equipo minero a la categoría que se vio obligado a abandonar hace ya siete años, cuando una nefasta campaña en aquella Tercera División dio con sus huesos en preferente. Desde entonces, travesía en el desierto en el grupo de los turolenses, hasta que por fin este año se ha juntado una generación importante de jugadores a los mandos de un entrenador con experiencia y tino, Carlos Gil, uno de los artífices del actual Caspe que es gallito de Tercera.   

Siete años de sufrimiento que concluyeron ayer con otro partido sufrido, quizá el que más en casa. Llegaba un equipo que hizo sufrir a los mineros en la primera vuelta, le arrancó un empate de hecho. Y vino con un plan de partido muy concreto: esperar atrás y correr a campo abierto. El Magallón es un conjunto experto y decidido, aguerrido, que transita sin sufrimiento por la Preferente aragonesa y que, encima, hace sudar a sus rivales. Se adelantó pronto, además, en el minuto diez, con un gol de Gimeno que reforzaba aún más el plan de partido visitante. 

Quiso remar rápido el conjunto minero, levitado por una parroquia fiel y animosa que dejó otra gran entrada en el Endeiza. Pero le vino otro golpe rápido, en forma en este caso de expulsión, roja para Jesús Fernández, el goleador del equipo, que dejaba al Andorra con diez y dificultaba aún más si cabe el encargo que había que cumplimentar. Con cero a uno, con el gol casi inicial de Gimeno, se llegaba al descanso en el coliseo andorrano sin que se lograra vencer la resistencia del Magallón y ya con la noticia de que el Calatayud, el eterno perseguidor, había logrado a mediodía una victoria in extremis, en el último minuto, en casa del Escalerillas. 

Así que en la reanudación vuelta a la carga del Andorra, que fue espaciando sus cambios con el objetivo de ir repartiendo esfuerzos entre un once que debió buscar su sexta victoria consecutiva con un jugador menos durante más de una hora de contienda. Acaso en esa gestión de los cambios pudo estar una de las claves del choque, pues precisamente lo mejor para el Andorra empezó a suceder a partir del último cuarto de hora.

Gol en el 81

A diez minutos de la conclusión, Jaime Martínez conseguía por fin la ansiada igualada, el tanto que cierra siete años y una semana de penar por la Regional Preferente. Entre el júbilo y el estallido de alegría de la afición, aún más empujó el Andorra en los minutos finales, en busca de un triunfo que habrá de apuntalar al final el liderazgo y el campeonato de la categoría. No pudo ser ayer, porque la ofensiva final no dio con la tecla. Y eso que en el minuto 92, ya en tiempo añadido, dispuso el equipo minero de un penalti para dejar los tres puntos en casa. 

No se convirtió el máximo castigo. Pero el empate levanta el otro castigo, el que sufre el Andorra desde que abandonó la Tercera. El año que viene serán tres turolenses, pues el antiguo Endesa será recibido por otros dos colosos, el Utrillas y el Calamocha, en uno de los mejores años para el fútbol turolense en la categoría en este siglo... Bueno, a no ser que el Calamocha acierte a subir a Segunda RFEF.