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El Calamocha acaba con la eterna maldición de los guardametas El Calamocha acaba con la eterna maldición de los guardametas
El equipo recibe las órdenes de Sergio Lagunas en uno de los primeros entrenamientos de la temporada. Archivo

El Calamocha acaba con la eterna maldición de los guardametas

Lagunas parece haber encontrado la estabilidad bajo palos y el equipo sigue imbatido en liga
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Javier Gascó
El método de prueba y error ha sido utilizado a lo largo de la historia para obtener conocimiento. Experimentar una alternativa y comprobar si funciona. Algo similar a eso es lo que ha estado haciendo Sergio Lagunas con la portería del Calamocha desde su llegada. Al parecer, por fin ha encontrado la solución al enigma. En los dos primeros partidos de la temporada el equipo del Jiloca no ha encajado ningún gol, por lo que parece que la maldición de la portería ha llegado a su fin.

Como si de un desfile se tratase, la afición de Jumaya ha ido viendo como más de una decena de porteros se ajustaban los guantes en las últimas cuatro temporadas con el objetivo de echar el cerrojo a la meta del Calamocha. Los problemas federativos en unas ocasiones y el bajo rendimiento deportivo en otras tantas han convertido el tema de la portería en una auténtica pesadilla para Sergio Lagunas desde que llegase a la entidad. 

La temporada en la que el club volvía a la Tercera División, el técnico comenzó el curso con Daniel Lacabrera y Juan Carlos Barriendo como guardianes de la portería calamochina. Sin embargo, la llegada del año 2019 supuso una revolución bajo palos. Mientras que Daniel Lacabrera salió a finales de año con destino a Villanueva, el club decidió dar la carta de libertad a Juan Carlos Barriendo tras una irregular primera parte del curso. En su lugar llegaron a Jumaya Álvaro Peral y Guillermo Falo para ganarse la confianza de un entrenador que tuvo que adaptarse a los problemas físicos que sendos porteros sufrieron a lo largo de la temporada. 

Las cifras eran el mejor ejemplo de las dificultades que había tenido Sergio Lagunas para dar con un portero de su agrado. Un total de 55 goles encajados en 38 jornadas colocaban al equipo del Jiloca en la duodécima posición de la tabla. Únicamente cinco clubes recibieron más goles.

El curso siguiente empezaba con la disputa por la titularidad entre los recién llegados Álex Marín y Bizén Pablo. Sin embargo, el mal rendimiento del equipo durante la primera parte de la campaña propició el fichaje de un joven Álvaro Iso procedente del Alcobendas. El portero navarro le quitó el puesto a su compañero en lo que en algún momento logró parecer una recuperación del cuadro del Jiloca. La llegada del coronavirus obligó a detener todas las competiciones y  el guardameta solo pudo acumular seis encuentros completados con el Calamocha. A pesar de ganarse la titularidad nada más llegar, Iso no consiguió detener la sangría de goles en contra. La temporada tenía pinta de acabar peor que la anterior. En 28 jornadas los de Sergio Lagunas encajaron 48 goles y la situación comenzaba a ser peligrosa.

El verano de 2020 comenzó con la salida de los dos guardametas que habían llegado el pasado año. Su papel en Calamocha pasó desapercibido. Para sustituirlos llegó a Jumaya un joven David Rodríguez procedente del juvenil de División de Honor del Ebro. Un problema con la ficha federativa de Iván Villanueva, el otro portero fichado en el mercado estival, le hizo debutar en el primer partido de la temporada ante el Utebo. Sergio Lagunas no veía fin a la pesadilla de la portería calamochina, aunque la llegada de Israel Salgueiro le dio algo de esperanza. El guardameta presumía de tener una dilatada experiencia en la categoría y fue el elegido por el técnico durante gran parte de la temporada.

Con una consolidada experiencia en la categoría, el cancerbero vigués defendió la portería del Calamocha durante diez jornadas. Llegado el ecuador de la competición, el entrenador del cuadro del Jiloca seguía sin estar convencido del rendimiento bajo palos, por lo que optó por darle la titularidad a Iván Villanueva, una vez solucionados sus problemas con la Federación.

El portero andaluz debutó con una portería a cero y convenció a Lagunas de su valía. El trasiego de guardametas parecía haber llegado a su fin con Villanueva defiendendo la meta calamochina. Pero simplemente era una apariencia. Una vez concluida la temporada regular, el técnico decidió devolver la confianza a Salgueiro y lo puso de titular en los tres primeros encuentros del play off. Los tres últimos volvieron a ser para Iván Villanueva. El curso acabó con la marcha de los dos futbolistas lejos de Jumaya.

Se dice popularmente que tras la tormenta suele llegar la calma. Eso parece que es lo que ha sucedido en la meta del Calamocha. Tras años convulsos, este pasado verano se planteaba com un periodo para renovar la plantilla y conseguir un equipo competitivo en la novedosa Tercera RFEF. Los principales cambios volvieron a comenzar por la portería después de que no se renovase a ninguno de los guardametas del pasado curso.

El zaragozano Juan Chamorro llegaba al club del Jiloca con la intención de ganarse el número uno tras subir a Primera RFEF con la Sociedad Deportiva Logroñés. Desde el club se esperaban grandes cosas del prometedor guardameta, que precisamente debido a su juventud estaba destinado a ocupar una de las fichas sub 23 de la plantilla. Enfrente iba a tener a un Raúl Monforte con muchas ganas de demostrar su valía tras una temporada prácticamente en blanco en el CD Teruel.

Monforte fue uno de los primeros fichajes de esta temporada. El guardameta, que acumula una amplia trayectoria en las categorías modestas del fútbol español, cambiaba la portería del CD Teruel por la del Calamocha tras disponer de muy pocos minutos bajo las órdenes de Víctor Bravo. A pesar de que llegó con la incertidumbre que existía bajo los palos de la meta de Jumaya, Monforte logró ganarse la confianza de Sergio Lagunas a lo largo de la pretemporada. 

No podrá relajarse el portero zaragozano, ya que una vez iniciada la competición, el club decidió incorporar a sus filas a Juan Cruz Álvarez. El meta argentino, hermano del portero del Zaragoza Christian Álvarez, intentará volver  a poner en apuros a Lagunas a la hora de decidir quién debe ponerse bajo los palos.

 La calidad de ambos guardametas junto a la solidez defensiva que ha demostrado el Calamocha en sus dos primeros partidos  animan a pensar que la maldición ha llegado a su fin y que el equipo del Jiloca por fin ha encontrado el cerrojo para su portería.

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