El CD Teruel debe conformarse con un punto tras sufrir una expulsión en Sanlúcar (1-1)

El CD Teruel no ha podido sujetar un triunfo que se ha trabajado, ha sufrido y en el último tercio de partido iba mereciendo después de adelantarse muy temprano en el marcador esta tarde de domingo en Sanlúcar de Barrameda. Pero tuvo que ver cómo una expulsión a veinte minutos para el final aceleraba el empate final del Atlético Sanluqueño. La igualada, tablas a uno, cose a los mudéjares a la zona baja de la clasificación, e impide celebrar la primera victoria del curso con cuatro jornadas ya disputadas en Primera Federación. 

Pero tras el punto que pudieron ser tres se extraen lecturas, algunas más amables que otras, que en conjunto seguirán engordando el aprendizaje de una plantilla que continúa encajándose en medio de las vicisitudes de este nuevo fútbol de VAR de bronce imprevisible. De los primeros toques de balón, desde el saque de centro, un misil aéreo de Relu que Andrés peinó desde posición de volante derecho derivó en un mal despeje de la zaga local que cazaría Padilla para hacer el cero a uno. No habían pasado ni veinte segundos de partido. 

El gran acierto inicial de los rojillos se transformó en una ofensiva casi total de los gaditanos, que encerraron al Teruel en los veinte primeros minutos del partido. Y, en líneas generales, dominaron todo el primer periodo. Salvó Gálvez un par de disparos, uno de ellos con valor gol de Zequi Díaz, solo en el área tras un error de Relu al empezar jugada después de un balón parado favorable al Teruel. La acción ejemplifica, sin ser la única vez, una cierta tendencia del equipo mudéjar a desconectar líneas y conexiones en fase ofensiva que permite a los rivales encenderse más rápido de lo razonable y de lo que le conviene al equipo de Parras. 

Que, aún así, llegó al descanso con ventaja, y supo resistir mejor, y con más criterio con la pelota, las acometidas del Sanluqueño en la segunda parte. Ayudó la participación de Ayman y Merencio, que fueron detectando espacios al contragolpe con los que el Teruel asustaba cada vez que los locales querían venirse arriba. Hasta que una disputa de Relu en el centro del campo, en la que el madrileño entró y tocó balón para despejar, fue interpretada por el árbitro como falta merecedora de tarjeta amarilla. La segunda, para ser exactos, del esta tarde central zurdo reconvertido. A la caseta, en los minutos en los que el equipo estaba mejor plantado sobre el césped de El Palmar. 

Poco después, en el minuto 80, con el equipo mudéjar adaptándose con uno menos, Gallastegui cazó un balón en el punto de penalti tras una salida dubitativa de Rubén en un balón aéreo en la que tampoco tuvo la mejor ayuda de sus defensas. Uno a uno, y los últimos minutos transcurrieron con arreones locales en busca del triunfo, un Teruel comprometido, con oficio y bien ordenado atrás que no sufrió en exceso, y una última combinación entre Merencio y Teddy, ya en el césped, que el hispano-británico no acertó a colocar a Ayman en boca de gol. Empate trabajado que pudo ser victoria en Sanlúcar, y al final tres puntos de doce posibles, primer bagaje del CD Teruel transcurrido el primer decil de esta liga.