El Zafán FS roza el cielo tras vivir una temporada histórica

Pocas temporadas han dejado una huella tan profunda en la historia reciente del Zafán FS como la 2024/2025. El modesto pero combativo club de La Puebla de Híjar, que ha firmado una campaña sencillamente excepcional. Con un balance de 21 victorias, 1 empate y tan solo 8 derrotas en 30 jornadas, los de Iván Sancho han finalizado como uno de los mejores equipos en la Tercera División aragonesa y han rozado el ascenso a Segunda B. El premio a tan brillante temporada fue el billete al play-off de ascenso, una eliminatoria cargada de emoción que, sin embargo, no pudo culminarse con el salto de categoría. El Zafán cayó en el partido de vuelta disputado en Palma de Mallorca frente al Entreculturas Montesión, con un marcador final de 6-4. La eliminatoria ya se había complicado en el Pedro Sierra, donde los turolenses cedieron por 2-4 en el duelo de ida.

Fundado en 1996 por un grupo de jóvenes entusiastas del pueblo, el Zafán FS comenzó su andadura como tantos otros equipos modestos: con ilusión, pocas pretensiones y mucho amor por el balón. Su primera gran alegría llegó en la mítica Maratón de las 24 horas de Belchite, donde, contra todo pronóstico, se alzaron campeones, superando incluso a rivales con amplia trayectoria en el fútbol sala aragonés. Aquella victoria, aún recordada con emoción por los veteranos, fue el primer paso de una historia que no ha dejado de crecer. Desde entonces, el Zafán lleva con orgullo el nombre del pequeño río que atraviesa La Puebla, pero esta temporada ese caudal se ha transformado en un torrente incontenible de pasión y buen juego. “El club ha crecido mucho, pero sin perder su esencia”, destaca Pedro Salvador, presidente del Zafán. “En lo personal y en lo colectivo, ha sido un año intenso, de mucho trabajo, de casi once meses sin parar. Pero acabar así es una satisfacción enorme. Se ha vivido como si fuera un título, un ascenso real. Y para nosotros, lo es”. El Zafán ha sido uno de los conjuntos más regulares y competitivos del campeonato. Ha sabido sobreponerse a las derrotas y consolidar un estilo de juego basado en el sacrificio y la unión. La unión con su afición ha sido total: cada sábado, el pabellón fue una fiesta donde el equipo encontró siempre refugio. “El éxito del Zafán no se mide solo en resultados”, apunta Salvador. “Lo más bonito ha sido ver a los niños del pueblo con la camiseta del equipo, cantando nuestras canciones por la calle, en el parque… Esa ilusión es lo más valioso que hemos conseguido”. Durante toda la temporada, el club ha impulsado actividades con la cantera, eventos para fomentar el deporte entre los más pequeños, y ha sabido tender puentes entre generaciones. “En una localidad tan pequeña, ser una referencia para los chicos y chicas es lo más importante”, afirma el presidente. “Ese sentimiento de pertenencia hay que cuidarlo cada día. Ese es el verdadero objetivo del club”. Ese impacto social y emocional ha sido también reconocido desde las instituciones locales. Pedro Bello, alcalde de La Puebla de Híjar, destaca el papel del Zafán FS como embajador del municipio: “Es un club que pasea la bandera de nuestro pueblo por Aragón y más allá”. Bello ha recordado que la entidad fue el último galardonado como Bajoaragonés del Año en la categoría deportiva, y ha subrayado que esta temporada “se han vivido momentos tremendos de exaltación del sentimiento de club”. Además, ha querido poner en valor la labor del equipo directivo, muchas veces en la sombra: “Nos tenemos que quitar el sombrero con ellos. Llevan muchos años al pie del cañón, defendiendo los valores de un club del medio rural y siendo ejemplo de esas hormiguicas poblanas que hacen tantas cosas para que tengamos pueblos vivos”.

 

El camino recorrido y el impacto generado en la comunidad han convertido esta temporada en la más gratificante de la historia reciente del club. Para muchos, la más especial desde su fundación. Y es que, como dice el propio presidente: “Hemos pasado por descensos y épocas duras. Se aprende mucho de los malos momentos, sí, pero este año ha sido felicidad pura. Y eso no tiene precio”. Con el curso ya cerrado, toca mirar al futuro. Los objetivos para la próxima temporada están claros: mantener la categoría, seguir disfrutando de la Tercera División y, sobre todo, conservar viva la llama de ilusión que se ha encendido en La Puebla. “Queremos que el club siga siendo atractivo, tanto para jugadores locales como de fuera. Pero sobre todo, queremos que la gente lo sienta suyo. Que lo hagan suyo”. Al margen del balón y los resultados, Pedro Salvador confiesa qué es lo que más le motiva a seguir al frente del Zafán: “Las amistades que se han forjado, el equipo humano que siempre me ha acompañado. Ese trabajo no está pagado. Pero lo compensa la gente que te rodea. Eso es lo que me empuja”. Y no olvida a los verdaderos héroes silenciosos: la afición. “La gente que viene cada sábado, los que se apuntan a cada viaje, los que nunca fallan… Esa masa social es el alma del club. Y gracias a ellos, todo es posible”.